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L'ARREL IK

L’arrel "ik", a més de la seva presència en moltes paraules, de les quals forma part intrinseca, forma tres morfemes diferents, identificatius dels casos bascos. A més de la paraula "txiki", petit en basc, on "ik" s’aglutina amb una altra arrel (tx-) fins a formar una única arrel, els casos partitiu, -ik, ablatiu, -tik, i locatiu, -ko, son derivats o formes variants d’aquesta arrel "ik". Igualment el morfema de l’adverbi de modus "ki", amb molta probabilitat pot ser una variació més de l’arrel "ik" que arriba a "-ki" després de perdre la -i d’"-iki".

També el sufix morfemàtic "-ko" no presenta una evolució clara que faci evident la seva procedència des d’"ik". A més "-ko" és el sufix del morfema verbal del futur basc, utilitzat per formar els temps futurs. "Eman", donar, forma la forma verbal impersonal de futur en "eman-ko", que podem traduir com ’de donar’. L’absència de la "i-" inicial de un suposat "iko" podria ser un recurs normal de totes les llengües d’abreujar o contraure certs morfemes molt repetits o que milloren la seva eufonia abreujant-los. Així d’"iko" és molt probable que evolucionés cap a "ko". La "-o" final de "ko" va estar afegida, segons crec, amb posterioritat i podria obeir a una aplicació del pronom personal "-o", que trobem principalment en la conjugació verbal per a la tercera persona del singular amb funció de complement indirecte (per a ell). També "o" forma part dels articles determinats, i en casos de proximitat i confiança, com en "herri-tarr-ok", los del poble. La prova més contundent de la relació entre "ko" i "ik" ens ve de la seva característica funció de locatiu, és a dir, del lloc del qual una cosa o una part és extreta. Com, per exemple, "etxe-ko atea", la porta de la casa, on porta és una part de la casa. En això el genitiu locatiu es diferencia del genitiu possessiu basc, acabat en "-en", que es utilitzat pels casos de coses que són generades per una altra, com en "ama-r-en semea", el fill de la mare, on fill no és una part extreta de la mare, sinó un ser del tot diferent generat o format per la mare, que actua com posseidora del fill. Ambdós casos bascos poden ser facilment confosos ja que els dos són traduits al nostre idioma per la mateixa preposició "de", a l’’igual que el cas partitiu "ik" o el ablatiu "tik", que també són traduits per de i des de, respectivament.

Versió en castellà (ampliada):

 

 

 

El pico, la miga, el chico y otros “ico”s relacionados

 

En principio relacionamos las palabras entre ellas por su significado. El significado de las palabras la dan las cosas que nombran, pero muchas veces cada palabra puede nombra cosas muy diferentes, y en otros casos, diferentes palabras son aplicables a una misma cosa. Por ello siempre nos debemos preguntar: ¿qué es lo que realmente significa esa palabra?¿Cual es su etimologia, su origen, su semàntica, escondida bajo un significado más o menos aparente?

Pico” es una palabra que puede nombrar diferentes cosas, i que en principio no parece claro que provengan de un origen común: puede significar el extremo agudo, afilado, utilizado como herramienta, y que sirve, precisamente, para “picar”, un derivado más de “pico”, que nos abre todo un nuevo campo semàntico. También significa la boca puntiaguda de las aves, así como el extremo puntiagudo de las cimas montañosas, habitualmente rocosas. Pero fuera de las formas, más o menos agudas y en el extremo de una cosa, o animal, reciben también el nombre de “pico” las pequeñas cantidades que son extraidas, muchas veces por el efecto del “picar”, de una massa, de un objeto macizo. Así tenemos que ambas cosas: las extremidades puntiagudas, y las pequeñas cosas extraidas tienen el nombre de “pico”, un mismo nombre pero sin tener la seguridad de pertenecer a un mismo origen.

De hecho, y tal como iremos vienda a lo largo de todo este escrito, la raíz “ic” le da ese sentido de ’cosa extraida del interior’. En el caso de la acepción de “pico” más habitual, la extracción se debe entender como el extremo y su forma aguda es como si una fuerza exterior efectuara un estiramiento de la masa de donde surge el pico, seria la extracción desde el interior dandole una salida hacia afuera o hacia arriba. Segun la Real Academia Española “pico” es una palabra celto-latina, “beccus”, con el mismo significado que ahora conocemos. También las partes pequeñas del tiempo o del dinero son denominadas como “picos”, como algo pequeño que se añade o suma a las cantidades más grandes y redondas.

Otras palabras que derivan de “pico”, además de “picar” son sus diferentes accepciones, tenemos “pica”, “peca”, “apícola”, “ápice”, etc., estas últimas con una “a-” inicial que con el tiempo fácilmente se puede haber elidido.

La “miga”, aplicada habitualmente a las pequeñas particulas de comida que se desprenden al cortarla o comerla, proviene de la palabra latina “mica”, ’trocito pequeño’, concepto que se ha conservado integramente en el catalán “mica”, sinónimo de “poco”. Por su simple claridad semàntica casi no es necesaria la explicación sobre su relación con la raíz “ic”, con su significado de ’extracción del interior’, ya que casi es un calco que solo sufre el añadido de la “m-” inicial, que también refuerza ese concepto de ’extracción’, por el valor semántico de “m-” como ’desprendimiento de algo’, como ’caida, producción involuntaria’. Es decir, la extracción que representa “ic” se da por el hecho de desprenderse de algo, lo cual produce esas pequeñas particulas como son las “migas” en el acto de partir el pan. Una palabra muy probablemente relacionada con “miga” es “migrar”, con sus derivados “emigrar” o “inmigrar”. Aquí tenemos a la persona como parte que se desprende de su comunidad de su conjunto, de su ambiente, para marchar y separarse de su grupo.

La tercera palabra, ya tratado por mi en otro articulo publicado en este foro, “el chico Che”, se referiere al adjetivo “chico”, a veces nominalizado, que creo que equivocamente los diccionarios etimológicos lo relacionan con la palabra latina “ciccum”, ’pequeña membrana de algunas frutas’, que por extensión significa ’cosa de muy poco valor’. En realidad tenemos el adjetivo vasco “txiki”, ’pequeño’, que de forma sencilla y clara nos da el verdadero sentido y origen de esa palabra, encontrado en el vasco, cuando los latinistas se esfuerzan en remitir la mayoria de las palabras al latín.

Txiki” al igual que “xic” en catalan, no solo indica a personas o cosas pequeñas, sino a partes de cosas que son extraidas, y que por ser extraidas de otras más grandes, casi siempre son cosas pequeñas, tal y como es el bebé recienacido, extraido del cuerpo de su madre. En catalán, la palabra “xic” viene a representar, también, un sinómino de ’poco’, ’trocito’, ’pizca’. La misma palabra “achicar” indica el acto de ir extraiendo, habitualmente agua, poco a poco, en pequeñas cantidades.

Nuevamente en “chico” encontramos la raíz “ic” que ocupa un valor nuclear en la palabra, y no por casualidad le da ese valor semántico de cosa extraida del interior, más un primer fonema “ch” con su significado, al menos que yo tengo constatado, de ’depósito, y del cual se extrae esa pequeña parte.

Muchas otras palabras son las derivadas de “ic”, que encontramos ya con otras formas, de morfemas, más que de lexemas, con su caràcter de sufijo habitualmente, pero tambien de infijo o prefijo. Por lo tanto, además de raíz nuclear de muchas palabras, de muchas raices, encontramos a “ic” en algunos morfemas.

Por ejemplo, los adjetivos tan típicos acabados en “-ico”, que creo tienen sus antecedentes en el latín y el griego, aunque no únicamente, forman nombres del tipo: fis-ico, táct-ico, art-ico, etc. (con origenes griegos) o mág-ico, sabáti-ico, domin-go, hispán-ico, etc., con origen latino. No solo conserva la capacidad de formar adjetivos desde la antigüedad sino que aún hoy, actualmente, puede continuar formando adjetivos nuevos: bás-ico, lingüist-ica, telemát-ica, etc. De hecho parece ser el griego en donde el caso gentivo se formava a través de la terminación “ikos”, y de aquí su valor de determinativo o genitivo, que hoy podemos traducir como ’de’, o ’propio de’ o ’perteneciente a’.

Otro grupo derivado de “ic” lo encontramos formando parte de las misma raices de ciertas palabras, en donde los morfemas que hemos visto, quedan confundidos con la misma raíz a la que complementa, y que en su dia debió utilizarse para formar un genitivo o adjetivo. Se trata de palabras como “pellizcar”, del latino “vellicicare”, con el significado idéntico a “pellizcar”. “Velli” es la raiz de la palabra “piel” y “pelo”, y de cual se debió formar “vellic-ic”, en el sentido de extracción de la piel, coincidente con el valor del “pellizco”, aunque quizás otros autores quieran ver en este “ic” la parte de “-care”, como morfema verbal con el significado de ’hacer’.

Otra palabra donde se confunde “ic” es “antigua”, derivada del latin “antiquus”. Aquí vemos que el hecho de escribir “antiquus” con “qu” nos impide ver un caso más del morfema “ic”, esta vez aplicado a “ant-” con el significado de ’antes’ o ’delante’, tal como corresponde a lo que pertenece al tiempo delante, o que vino anteriormente. Dentro de este grupo también podemos incluir las palabras analizadas en un primer momento: pico, miga y chico, en donde “ic” se integra perfectamente a la raíz de la palabra.

Un tercer grupo és el formado por palabras que han sido definidas como onomatopeias al ser “ic” un aparente sonido de ciertas acciones, aunque es en estas palabras donde más claramente se transparente el significado real de “ic” por arrancar el mismo de conceptos psicológicos de los fonemas.

Tenemos palabras como “tic” o “clic”, que la Real Academia Española, en su diccionario etimológico, da como onomatopeias, y en cambio en otros diccionarios de otras lenguas reconocen otros origenes no estrictamente relacionados con la onomatopeias, es decir, con los sonidos físicos transcritos por las palabras. Estas palabras estan compuestas con “ic”, y en donde queda muy claro el significado de lo ’extraido del interior’, en el caso de “tic” con un fonema “t” que representa el referente, algo determinado, del cual se extrae una parte, ya sea aplicado a movimientos de cosas (saeta del reloj, péndulo, latido de la sangre, etc.) o de partes o miembros del cuerpo, efectuados de forma rápida e involuntaria. En el caso de “clic”, ese movimiento de extracción se realiza sobre un movimiento previo definido por “cl-” que significa aquello que esta undido, desgastado, cl-avado, que son conceptos derivados de la raiz “cal”, apocopada en “cl”.

Estas palabras supuestamente onomatopeias nos llevan a nombres de movimientos oscilatorios, identificados como movimientos de interior a exterior, como son: tic-tac, zig-zag, ñic-ñac, etc. En estas palabras antagónicas se ve bien claramente como la “i” y la “a” representan movimientos de sentido contrario, que juntos nos dan el movimiento oscilatorio típico de las idas y venidas de ciertas cosas. Aquí “ic” vuelve a relacionarse con los “ic” analizados, es decir, aquello que se extrae del interior, a diferencia de “ac” para lo que se extrae del exterior.

 

  1. En otras lenguas.-

 

Esta raíz “ik”, como todas las raices más primitivas i simples, clavan sus raices, y valga la redundancia, en las lenguas más antiguasm como ya hemos visto en el latín y ahora veremos en el griego. El griego, junto al vasco, representan lenguas simples, con contenidos facilmente interpretables a través de las raíces simples, como la que estamos comentando. También el inglés y el ruso, por huir de la zona más mediterránea, también comparten en su léxico, muy diferente en principio al de las otras lenguas, la presencia de la raíz “ik”.

 

El griego forma muchos de sus adjetivos con la terminación “-ikos”, según creo por ser la terminación correspondiente al genitivo, formado habitualmente por “aikos”. De “gine”, mujer, forma su genitivo en “ginaikos”, de mujer. Aunque no són muchas las palabras formadas con este sufijo, si son lo suficientemente importantes para tener en cuenta su influencia posterior en el latín, y las palabras científicas y cultas formadas posteriormente en las lenguas latinas usando este mismo sufijo. De “polis”, ciudad, tenemos “poli-tikos”, ciudadano, de los ciudadanos, “poie-tikos”, creador, poético, de “naos”, nave, “nautikos”, flota, “deratikos”, relativo a la caza, “gimnetikos”, perteneciente a los soldados de infanterio, los desnudos (gimnetes), de “basileus”, rey, “basilikos”, real, de “agros”, campo, “agroikos”, campestre, de “lira”, lira, “lirikos”, lírico, “proetikos”, pródigo, etc. Pero hay muchas otras palabras donde “ik” lo encontramos en la misma raíz de la palabra. Como hemos podido comprobar “ikos” va acompañado de una “t-” que actua como referente o reforzante de la unión entre raíz y sufijo. Eso nos lleva a buscar palabras que aparezca “tikos” en griego. “Tike”, es suerte, destino, pero “dike”, es costumbre, modo, proceso, y de aquí nombres que hemos heredado como “juris-dicción”, o “juri-dico”, en que “dico” se relaciona con la costumbre y con el proceso, así como también el adjetivo “dika” se refiere en griego a la justicia, lo justo. “Tikano” es un verbo con el significado de ’abarcar, conseguir’, y “tikto”, engendrar, parir. Como podemos comprovar queda claro en ellos su relación con “ik” como cosas que se extraen, como cosas que por ser extraidas de dentro son pequeñas y aparecen de pronto. Otras palabras caracteristicas con esta raíz son “micros”, pequeño, tan parecido a “mica” latino. “Iketes”, suplicante, que es quien hace extracción de algo gracias a sus súplicas. “esikos”, es ’traquilo, quieto’, como corresponde a algo que sale o es extraido de “es-” como prefijo que implica ’salir’. También “pikos”, agudo y penetrante, se relaciona con “pico”, y “adikos”, injust, es el adjetivo negativo de “dikos”, justo. Por lo tanto, “tika” será un sufijo heredado hasta nuestro léxico con el sentido de ’proceso, costumbre, manera’, que dara nombre a los fenómenos que acompañan a ciertas cosas: “seman-tica”, el proceso de “seman”, significado, el proceso de los significados, y que luego lo hemos visto traducir como ’ciencia’.

 

La raíz “ik”, además de su presencia en muchas palabras de las cuales forma parte intrinseca, forma en el vasco tres morfemas diferentes, identificativos de tres casos vascos. Además de la palabra “txiki”, pequeño, y donde “ik” se aglutina con otra raíz “tx-” hasta formar una única raíz, forma los casos partitivo “ik”, el ablativo “tik” y el genitivo locativo “ko”, todos ellos derivados o formas variantes de esta raíz “ik”. Igualmente el morfema adverbial de modo “ki, con toda probabilidad puede ser una variación más de la raíz “ik”, que llega a “ki” después de un cambio de la “i” a la parte final “k-i”

También el sufijo morfemático “ko” no presenta una evolución clara que haga evidente su procedencia desde “ik”. Además “ko” es el sufijo del morfema verbal del futuro vasco, utilizado para formar los tiempos futuros. “Eman”, dar, compone la forma verbal inpersonal de futuro añadiendo “ko”, “eman-go”, que podemos traducir como “de dar”. La ausencia de la “i-”, de “ko” en un supuesto “iko” inicial podria ser debido a un recurso habitual en todas las lenguas de abreviar o contraer ciertos fonemas que por formar parte de morfemas muy repetidos, tiende a contraer y simplificar su pronunciación, como, por ejemplo, en el castellano “dado” tiende a hacer “da(d)o”.

Quizás lo que más nos puede hacer ver este origen sea la función del genitivo locativo, “etxe-ko atea”, la puerta de la casa, y en donde la puerta es una parte extraida de la casa, una parte de las muchas que integran la casa y que nosotros extraemos en el sentido de separar la atención de esta parte del conjunto. Se diferencia del gentivo posesivo vasco, acabado en “en”, en que es utilizado para cosas que no son generadas, como podria ser el hijo de la madre, “ama-r-en semea”, sino que son parte integrante del conjunto del cual es extraido.

La “-o” final de “ko” es un morfema de persona, un pronombre personal, como el que se utiliza para forma la tercera persona en las conjugaciones verbales vascas pluripersonales, en la función de complemento indirecto, “di-o-t”, yo se (a él) lo.... También en el articulo de proximidad encontramos este fonema “o” con el mismo valor que “a”, pero referido a cosas pròximas y conocidas: “herri-tarr-o-k”, los del pueblo. La eufonia debió hacer que “iko” se redujera a simplemente “ko”. “Ko” que luego entra a formar parte de conjunciones causales (-lako) y finales (-teko) añadidas a las formas verbales: “gara-lako”, porque somos, o “abia-tzeko”, para arrancar.

En el vasco tenemos, como ya hemos comentado, muchas palabras que derivan del caso partitivo o de advervios modales que acaban en “ik”, como:“danik”, de, desde, “albotik”, desde el lado, lateralmente, “besterik ez”, ningún otro, “biluzik”, desnudo, “bitatik”, de dos, “ezezik”, no solo sino, “aserik”, satisfactoriamente, “eziki”, a excepción, “azkenik”, finalmente, todas ellas son palabras facilmente visibles como casos partitivos que se han convertido en palabras nominales, o parecidas a los advervios, tal y como son los de modo acabados en “ki”.

Pero no es solo su presencia en el léxico como morfemas de casos o verbales, sino también en palabras corriente, a veces de muy pocos fonemas que nos lleva a identificar raíz y palabra. La primera seria “higatu”, consumir, desgastar, y en donde la “h” no juega ningún papel semàntico. “Ik” se asocia a lo que se extrae, y en consecuencia, a aquello que por extraerse se consume, se desgasta. En otras palabras vemos convertirse la “k” en “h”, seguramente para evitar cacofonias, como en “ihar”, seco, delgado, tan parecida a la anterior, “ihes”, huir, también “ikara”, movimiento, donde lleva, además de “ik” la raíz “ar” aglutinada. La más simple de las palabras quizás sea “hika”, callo, como lugar resultante de lo que se extrae de la piel y debido al roce. Otras palabras además del “txiki” nombrado en la primera parte, son cosas que son resultado de la extracción de algo que se encuentra dentro, como “bike”, alquitran, “bikor”, grano, pepita, quizás tambien “giharre”, músculo, y en donde “h” debe sustituir a una “g”, y que define al musculo como algo que se extrae, que sobresale del cuerpo. También los locativos “goiko”, superior, y adverbio modal “gaziki”, salazón.

 

En la lengua inglesa encontramos muchas palabras de una sola sílaba, la cual esta formada en su parte final por esta raíz “ik”. Quizás las más fácilmente entendibles a través de “ik” sean “dig”, cavar, así como también ’empuje’, seguramente relacionada con “dike”, dique, “chick”, pollito, un diminutivo idéntico al “chico” nuestro y “txiki” vasco. En el sentido de moverse encontramos “jiggle” , “wiggle”, mover, y “kick”, dar patadas. “Pick” con su total parecido a “pico”, significa elección, y colección. “Picket”, estaca, también comparte significado con el anterior. Otra palabra monosilábica es “nike”, con el sentido de ’mella, muesca’, lo que coincide con aquella parte que ha sido extraida. El mismo “pike” comparte significado con “pico”. En el sentido de estar delgado, seco, enfermo tenemos “sick”, enfermo, indispuesto, así como “sickle”, hoz, guadaña, ya que es el instrumento para extraer, para cortar, El tic nuesro también aparece en el inglés en “tick”, con el significado de latido, pulsación. Otras palabras más son “ticket”, billete, ya que el billete és “ticado” en el sentido de cortado en una parte para su inutilización en el momento de entrar. En el sentido de extraer tenemos “trigger”, disparar, “trickle”, gotear, y en un sentido más figurado “trick”, engaño, trampa.

Muchas son las palabras inglesas que por su sencillez y pocos sonidos nos remiten a esta raiz “ik”, aunque quizás por la misma simplicidad pueda dar lugar a equivocos debido a evoluciones fonéticas a veces no percibibles por los que no entendemos en profundidad la fonética inglesa y su evolución desde las lenguas germánicas o nórdicas.

 

También la lengua rusa presenta ciertas complicaciones por ser una lengua, a la vez flexiva y aglutinante, con una abundancia grande de raices y morfemas que confluyen en una misma palabra.

Empezando por aquellas que se refieren a diminutivos, al igual que nuestro diminutivo “-ico”, tan utilizado en algunas regiones españolas, especialmente la aragonesa, así como en algunos paises latinoamericanos. Una de las palabras más características con “ik” es el nombre del niño, joven, “malixic”, donde la terminación no es “ik”, sino “xic”, al igual que nuestro “chico”. También en el nombre de niña o jovencita tenemos “debuxka”, que no es más que un apoco de “debuxika”, con una contracción normal dentro de la lengua rusa a “debu-xka”, más la “-a” final del género femenino. Otros diminutivos se forman con esta terminación “-xka”: “d-oxka”, hija, “nemn-osko”, poco, trozo, “p-oxka”, yema, capullo, “sbe-xka”, cerilla, y otras palabras en donde se ve claramente el caràcter adjetivo: “koxebn-ik”, nómada, “tobar-ix”, compañero, con un “ix” evolución de “ik”, “xertexn-ik”, delineante, “prestumpn-ik”, delinqüente, “skeptix-eski”, escéptico, “fisix-eski”, físico, “motogon-xic”, motorista, etc. También ciertos objetos parecen presentar esta raiz como sufijo, quizás con caràcter diminutivo: “pipi-sika”, coño, “ax-ik”, caja, “oxein-ik”, collar, “pobo-xka”, banco, “polgusn-ik”, braga, “axe-ika”, célula, “b-oxka”, bota o “prasdn-ik”, fiesta. La misma bebida “bodka” creo que es un diminutivo de “boda”, agua, que deberia haber sido antiguamente “bod-xka”, aguita.

Pero como el latin, el griego y el vasco, el ruso también tiene casos y en el caso genitivo de los pronombres, interrogativos, demostrativos, determinativos y posesivos, vemos la terminación “-go”, igual que el genitivo locativo vasco. “Ko-go” significa ’de quien”, “txe-go”, de qué, “to-go”, de aquello, “sto-go”, de esto, “samo-go”, del mismo, “bese-go”, de todo, “e-go”, de ello, suyo, “ij”, (plural) suyo, de ello. En los adjetivos también encontramos el caso genitivo formado por “-go” (singular) y “-ij”, (plural). “Koroxe-go xeboleb”, de buena persona, “kad-ij gaset”, de qué periódicos. Algunos adjetivos, en su genitivo, acaban en “-iy”, “letn-iy”, de verano.

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