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O-KE

Y era esta palabra "kis-ter-okan" que querria analizar con vosotros:
 
O-ke es un infijo verbal que encontramos en lo que parece ser un frase verbal del tipo: biter-oke-tan, y varaintes suyas. O-ke ocupa un lugar central pero desconocemos su función y significado. Es fácil que "o-ke" sea disgregado y no forme una unidad, y que "-o" sea el final del primer término, y que "ke-" sea el inicio del segundo. No obstante siempre suelen ir unidos y nos hace preguntarnos que significa este "oke"
 
"ka" y "ke" son dos morfemas ampliamente representados en los escritos iberos. Ka, a mi modo de ver, seria una variante del verbo ’hacer’, como "e-g-in" en vasco, con un lexema básico: "k/g", con el significado de ’hacer’ y también ’extraer’. En algunos nombres "-ka" ocupa el último lugar y parece corresponde a una forma verbal del tipo ’participio’: "hecho", que indicaría algo que esta hecho, alguna cosa hecha de tal o cual manera.
 
Ke tiene vas versatilidad y se encuentra delante, detrás y infijo en las palabras donde aparece. Su significación, a diferencia de "ka" seria ’hace’ o ’hacer’ simplemente, ya que a veces cambia a "k-an", lo que no lo convertiría en un gerundio parecido a nuestros gerundios acabados en "-ando" o "-ant". Así "-ke-" podría significar ’hace’ lo que nos reclama un sujeto y un objeto.
 
O-, una palabra tan mínima como esa, parece no tener demasiado significado, pero siguiendo las analogías con nuestras lenguas, creo que "o" seria el pronombre y el articulo, en gallego "o", el, y en catalán "ho", lo, con función de complemento directo. En castellano "lo", articulo neutro y también pronombre personal de función complemento directo. Así que creo que podemos darle este valor’lo’ o ’ello’.
 
En conjunto, o-ke, seria ’lo hace’. Ahora bien, no nos dice ni quien, sujeto, ni qué, simplemente nos da a entender que hay un objeto directo: lo. Por lo tanto el "-ke" no seria un sufijo del caso ergativo, propio del vasco, que marca al sujeto activo, el que hace, sino que aquí el sujeto no aparece y si lo hace un objeto o complemento directo, al cual se le añade el verbo "ke", hacer.
 
En tema de sintaxis el orden de la frase que suelo observar en las construcciones de las oraciones iberas suele ser: Objeto-Verbo-Sujeto. Quizás seria la terminación "-ar" propia de los nombres, la que nos dé la pista de donde está el sujeto, ya que aunque lo esperable seria que apareciera al final, a veces el sujeto esta antepuesto, podría ser "salai-ar". En las frase verbales del tipo "biter-oke-tan" tenemos antepuesto una forma verbal de tipo copulativo, es decir, con verbo "ser". "Bit-" seria la raíz del verbo ’ser’, tal como aun hoy lo es en ruso. To be, es también el verbo "ser" en inglés. Esto nos lleva a pensar que "iz-an" o "ser" seria antiguamente "b-izan" y "b-eser", con unas "b-" que han enmudecido, pero que luego volvemos a encontrar en algunos tiempos verbales (f.uera, f-ui).
 
El verbo "ser" presenta además de "bi-" otros pronombres (ya que creo que propiamente no es el núcleo del verbo sino un pronombre del atributo pasivo) como "bai-" o "ba-" que forman verbos del tipo: bai-ter y "batir", por ejemplo. La "t" intermedia es el lexema básico del verbo ’ser’, y "-er" seria el pronombre personal ’él’. Por lo tanto: "bi-t-er" seria algo así como ’ello es él’, con un sujeto pasivo de pasado (bi), o de presente (ba) y un plural de presente (bai), esos. Aquí la nomenclatura correcta seria: B- atributo, t, verbo ser, -r, sujeto activo, ya que el verbo ser presentaría dos sujetos: el activo al final, y el pasivo o atributo al principio, con el lexema verbal en medio.
 
Así que en "biter-okan" nos encontramos un oración compuesta con dos verbos, donde "biter" seria subordinada y ocuparía el lugar de oración de relativo respecto a "-o" su antecedente. Y no obstante todo esto la oración queda nuevamente incompleta, ya que falta concretar el objeto y el sujeto. El uno podría ser "kis-" añadido a "-terokan" y el segundo podría ser "salai-ar".
 
A favor de esta interpretación tenemos varios puntos:
1. Verbo "uk-an" vasco, que aunque significa ’tener’, con una raíz importante "-u-" que se mantiene en sus conjugaciones, tiene una "ka" que es pariente de "e-g-in", por lo tanto ’hacer’, o ’hacer tener’. El verbo ’hacer’ es a la vez de muy importante muy versátil ya que no solo ’hacemos cosas’, sino que ’hacemos palabras’ (hablar) o ’hacemos peces’ (pescar), etc.
2. El verbo "to get" en inglés es ’obtener’ a medio camino entre el tener y el hacer, y fonéticamente muy próximo o del todo próximo a "ke", "kan" y "ketan".
3. Tenemos la palabra "ok" que en Occitánia se utiliza para decir ’si’, "ok", de aquí la lengua d’oc y la misma palabra "occ-itania". Ok seria decir algo así como "hecho", ’ello hecho’.
4. Por último el verbo y derivados de él, "rogar", que aunque parezca significar únicamente ’pedir’, ’solicitar’, tiene amplias significaciones más como dar, obtener, apropiar, repartir, etc. Sus variantes son: subrogar, derogar, arrogar, erogar, etc. Aquí tenemos una "r-" inicial que bien podría ser "er", que le daría un complemento de significación: (er) él... (aquí vendría toda la parte de atributo) hecho, o ello  (-o-) hace (ke).
 
Volviendo a la palabra ibera del principio: kis-ter-okan, hombre (KIS-) es él (TER) ello (O) haciendo (KAN). Resulta un tanto compleja pero si uno analiza nuestras palabras están llenas de estas complicaciones sintácticas y semánticas. Creo que, por otra parte, es una oración riquísima para entender la complejidad verbal del ibero, ya que intervienen tres verbos vitales: "TZ", ser, "O/U", tener, y "KE" hacer.

EL ORIGEN ETIMOLÓGICO DE LAS PALABRAS PALABRA, HABLAR Y OTRAS PALABRAS ASOCIADAS

EL ORIGEN ETIMOLÓGICO DE LAS PALABRAS “PALABRA”, “HABLAR” Y OTRAS PALABRAS ASOCIADAS

 

  1. Palabra.-

La palabra “palabra” y otras relacionadas con ella, como “parlamentar”, según la Real Academia de la Lengua Española,RAE, proviene del latín “parabola”, que a su vez proviene del griego “parabole”, con un significado en latín de ’comparación, símil’. Es un significado que coincide más que nada con la palabra “parábola”, género o recurso literario para hacer desde un relato sencillo comparaciones en otros ambientes parecidos. Esta palabra, “parábola”, también se relaciona con un significado geométrico, referido a la curva en la cual los extremos de la misma se alejan a la vez que se separan del eje central de la curva. Creo que se hace difícil entender como desde esta palabra, y de estas significaciones, pueda dar como resultado evolutivo a nuestra palabra “palabra”, que nombra las cosas, los hechos, las acciones, su relación con el que habla, situación, etc., de todas las cosas y fenómenos que nos rodean. Incluso la misma capacidad para hablar, la “palabra”, viene definida por este nombre que define la capacidad de expresión verbal del hombre. Incluso el mismo latín no formaba esta palabra con “parabola” sino con “verbum”, ’palabra, término, discurso’.

Creo que debemos ir a buscar otras palabras más antiguas que hubieran podido servir de étimo, antecedente de nuestra palabra “palabra”. Nombres y verbos como “farfulla” o “farfullar”, y “barbulla” y “barbullar” que la RAE atribuye a un origen onomatopéyico, y con un significado mucho más relacionado con “hablar” y “palabra”, como es el hecho de ’hablar precipitadamente, de forma confusa’. Como muchas otras onomatopeyas, es bastante evidente que no lo son, y no se corresponden a ningún sonido que podamos imitar, sino a palabras antiguas, muy relacionadas con las raíces básicas, presentes en la mayoría de las lenguas actuales.

Se tratan de raíces muy concretas y utilizadas, como es “bar”, la primera, que puede adoptar variantes en “far”, “par”, etc., que tiene un significado de ’extenderse separándose a la vez’, extenderse hacia el exterior y en forma de abanico. No entraré en este trabajo a comentar cada uno de los significados de esta raíz, y de los componentes fonéticos que la forman, “b-a-r”, ya que fue objeto de otro de mis trabajos. Por otra parte, tenemos la raíz “bol”, también extensamente estudiada y comprobada en muchas de nuestras palabras. En base a sus fonemas: “b-o-l” su significado es el de ’lado de uno que se separa’. Es una raíz que da nombre a todo aquello que partiendo de un individuo, en su lado o lados, surge hacia el exterior, haciendo aumentar su volumen, que crezca en sus lados o que tire para delante y se separe del punto de partida. “Bol” o “bull” o cualquiera de sus variantes, esta relacionada con los ruidos, con los empujones, con las embestidas y surgimientos hacia fuera, y también, dando nombre al sonido bucal del hombre. Esta, unida a “bar”, con el sentido de ’extensión’, se forma la palabra “palabra”, como la ’extensión o difusión de los sonidos bucales’ que forman la misma “habla”.

 

2.  Hablar.-

Esta palabra que aparentemente no guarda relación con “palabra”, sino con “fábula”, procedente del latín con el sentido de ’contar, decir, hablar’, en su estrato más primitivo partía de las mismas raíces que antes he expuesto: “bar” y “bol”, pero que como “parábola” y “palabra”, han sufrido cambios de índole fonética. De unas raíces primitivas “bar-bol”, se han formado palabras como “farfulla”, “barbulla”, “bable”, ’lengua’ en bable o asturiano, “fabla”, ’lengua’ en aragonés, o “fablar”, ’hablar’ del castellano antiguo, incluso el mismo “hablar”, donde la “f” se ha transformado en “h” siguiendo las reglas habituales del castellano, o “parlar”, ’hablar’ del catalán, etc. Incluso el mismo término latino “verbum”, ’palabra’, deriva de la raíz “bar” evolucionada a “ver”, con una pérdida de la última consonante de “bar-vo(l)”, quedando finalmente en “ver-bo”. Incluso palabras inglesa o alemana de ’palabra’, “word” o “wort”, no son más que la evolución de “ver”, más una “-t” final proteica para reforzar el pronunciamiento de la “-r” final. Todas las palabras, incluyendo la misma palabra “palabra” sufren pequeños cambios fonéticos, a la vez que semánticos, pero en todas ellas se percibe su origen etimológico basado en estas dos raíces. La misma “palabra” tiene un cambio de permuta de consonantes que se da bastante frecuentemente en algunas palabras: de “par” cambia a “pal” y de “bol” a “vor”, contrayéndose esta última raíz a “v(o)r”, y de una original “para-bola” o “bar-bola”, ha evolucionado a “palabra”.

 

 


 3. Sentidos diversos de estas raíces.-

A parte de estos significados relacionados con la palabra y con el hablar, y de forma colateral con género literarios como la parábola o la fábula, estas dos raíces dan sentido a otras realidades no lingüísticas, como ya hemos visto con “parábola” relacionada con un tipo de curva, que tiene el sentido de extensión de un movimiento o linea curva que a la vez que extiendo sus extremos hacia delante lo hace hacia lo lados, ensanchándose. Otra palabra que, creo, procede de la misma raíz o raíces, es “pábulo”, seguramente contracción de “párbulo”, que significa ’pasto, forraje’, y que define a la hierba utilizada como alimento para animales como algo que surge del suelo y a la vez se extiende por toda la superficie del campo.

ELS VERBS itz, SER, I u, TENER

 

LA TRANSCENDÈNCIA DELS VERBS:

“ITZ”, ’SER’, I

“U”, ’TENIR,

EN ELS NOSTRES IDIOMES

 

 

Semblen ser verbs dels més primitius que coneixem i dels quals trobem la seva presència en els verbs bascos “izan”, ’ser’, “ukan”, ’tenir’, com també en els nostres “ser”, i enels participis “-at”, “-ado”, etc. També sembla segura la seva presència en el llenguatge ibèric, que, precisament, per ser aglutinat, tremendament aglutinant, i molt desconegut encara, ens resulta difícil identificar el seus verbs, especialment els que considerem més importants com aquests “ser” i “tenir”.

Sembla que el verb “ser” actua com a idioma bàsic en la composició dels altres verbs, o al menys d’algunes formes dels altres verbs, i els hi dona el seu caràcter passiu, intransitiu, per això té el seu complment en el verb “tenir” o “haver”, que li dona al “ser” un caràcter actiu i transitiu. El “u”, ’tenir’, es conjuga i aglutina amb el “itz”, ’ser’, formant la base auxiliar per a molts altres verbs, especialment els verbs bascos. Aquests, segons siguin actius i transitius o passius i intransitius, es formen amb el verb “”u”, ’haver’ o ’tenir’ o amb el verb “itz”, ’ser’. D’aquí la seva importància en la formació dels verbs en base a aquests dos verbs fonamentals.

 

  1. Presència en el basc o eusquera.-

 

El verb “izan”, ’ser’, té una base o arrel que es redueix a “itz”, amb un morfema verbal “-an”, típic dels verbs bascos més antics. Aquesta arrel adopta diferents formes segons els temps en què es conjuga: “-iz”, “-za-”, “-ide”, “-tz-”, etc. Quasi sempre és present en el fonema “tz”, que de vegades es presenta escrit com “z”, i d’altres derivat a “t” o “d”. Però el que ara més ens pot interessa és destacar la seva presència en les formes norminals, no personals, com són el gerundi, acabat en “-ten” o “-tzen” i en el participi acabat en “-tu” o”-du”. En aquestes formes descubrim dos morfemes importants: el del cas genitiu basc, “-en”, ’de’, i el mateix radical del verb “ukan”, ’tenir’, en la seva mínima expressió: “u”. Són morfemes molt petits, formats per dos o tres fonemes, i en el cas del verb “ukan”, un únic fonema, la “u”. Aquest morfema li dona el caràcter perfectiu al participi, és a dir, cosa obtinguda, realitzada, acabada, tan pròpia dels participis en molts idiomes, matís que li dona al participi la presència del verb “ukan”, ’tenir’ o ’haver’. Aquests morfemes mínims, la “d” del verb “itz”, i la “u” del verb “ukan”, actuen d’auxiliars en la formació de les formes compostes dels verbs bascos: “egin du”, ’ell ho fa’, “joan da”, ’ell va’, “etorri da”, ’ell va’, o “eskatu gen-u-en”, ’nosaltres ho demanavam’.

La lectura que cal fer, doncs, d’aquestes dos formes verbals nominals tan bàsiques, com són el gerundi i el participi, és la de que el primer, el gerundi, és un cas més de genitiu bassat en “-en”, ’de’, que és el sufix final, i, per tant, el primer en la lectura que faríem nosaltres, i “-t-”, és el radical del verb “izan”, ’ser’, que li dona el sentit d’alguna cosa que “és”. En la forma verbal nominal d’”egin”, ’fer, “egi-t-en”, ’fent’, la lectura que hauriem de fer literalment seria: ’de ser fet’, el que li dona un matís o caràcter d’acció que s’està fent, realitzant, no acabada. Aquí és difícil encertar en la traducció ja que la utlització del participi ’fet’ ens distorsiona una mica el veritable valor d’”egi-”, que no és cap participi sinó un radical del verb, que tampoc és exacte traduir per l’infinitiu ’fer’, amb el qual la traducció d’”egiten” seria: ’de ser fer’, o ’de és fa’. Un segon exemple: “joa-t-en da”, ’ell va’, o millor ’ell és anant’, el verb auxiliar “da”, ’ell és’, es veu reforçat per la “-t-” de “-ten”, amb el seu valor de ’ser’.

En el cas del participi, avui tan utilitzat (“-tu/-du”), el formen els radicals dels dos verbs més bàsics units: la “-t”, radical del verb “itz”, ’ser’, i la “u”, del verb “ukan”, ’tenir’. En conjunt, la traducció seria: ’haver de ser’ o ’haver set’ o aimplement ’ha set’, que li dona un sentit de possessió, de cosa o acció que ja no s’està realitzant, sinó que està feta, acabada, i per tant, la podem ’tenir’ en un sentit figurat. Aquest concepte també el veurem repetit en altres idiomes, en els seus participis, encara que provinguin del llatí, com és el cas del castellà, “ama-do”, o del català, “estima-t”. Però la faceta més productiva d’aquest participi és la seva participació en la producció de molts dels nostres adjectius o noms.

 

 

 

 

  1. Adjectius i noms formats en base al participi, i al radical del verb ’ser’.-

 

La formació del participi, tal com es testimonia en el verb “ukan” i en la seva funcio de verb auxiliar, és deguda en la seva meitat a la presència del radical “u”, que unit al verb ’ser’, també en la seva mínima expressió, “-t-”, formen el morfema “-tu” o “-du”. Però no és únicament en el basc que aquests verbs han tingut importància en la formació de diferents formes verbals, sinó també en el llatí, en la formació del supí, que ha donat el nostre participi passat. La única diferència entre el basc i el llatí estriba en que aquest últim ja introdueix el gènere en la conjugació de les formes verbals nominals, cosa que distorsiona els morfemes i fa desaparèixer el radical “u” del verb ’tenir’, confós pel sufix de gènere masculí “-us”. Així, junt a “ama-t-us”, tenim “ama-t-a” i “ama-t-um”, masculí, femení i neutre. Això fa que els noms i adjectius derivats del llatí es puguin reconèixer per la seva doble declinació, si més no, masculina, “estima-t”, i femenina “estima-d-a”.

D’aquí que moltes paraules nostres siguin participis llatins esdevinguts a adjectius i noms: estima-t, baixa-da, sorti-da, etc. Però no sempre, crec, ho podem atribuir a un participi provinent del llatí, sinó que en molts casos el suposat participi només té sentit en femeni (amani-da, sola-da, eixi-da,..), el que ens porta a cercar-li un altre origen. Es tracta de la forma del verb “itz”, ’ser’, que no forma compost amb el verb “ukan”, ’tenir’, afegint al radical “-t-” el fonema “-a”, que situat al final pot semblar el típic morfema del femení. Crec que la lectura hauria d’anar cap a l’idioma basc, amb la seva “-a” final de l’article determinat, o bé, la “a” que forma part del verb “izan”, ’ser’ en el temps present: “n-a-iz”, “d-a”, “z-ar-a”,... morfema que constrasta amb el “-en-” del passat: “d-a”, ’ell és’, al costa de “z-en”, ’ell era’. Ambdues solucions, la d’article determinat o la de morfema verbal del temps present, ens allunya del supí llatí, i ens redirecciona cap a l’eusquera com explicació al que, fins ara, s’atribuit a un participi femení d’origen llatí.


 

  1. Relació de paraules explicables per un origen basc o ibèric, i no llatí.-


D’una llarga llista de paraules on abunden els casos clars de participis, llatins o formats posteriorment sobre una base no llatina, hi han algunes paraules que, crec, hem de cercar en altres origens més antics per trobar la seva explicació semàntica i d’evolució lingüística.

També trobem en el basc paraules que se li ha donat un valor de participi, quan en realitat no és el típic participi basc, construït amb el morfema “-tu” o “-du”. Paraules com “itxi-ta”, ’tancat’, del verb “itxi”, ’tancar’, ens poden fer veure que més antic que el participi format amb “-u” tenim el participi acabat en “-a”, que dona paraules com “itxi-ta”, ’tancat’ o “harjo-ta”, ’corcat’, del verb “harjo”, ’corcar’ , formades només pel radical del verb “itz”, ’ser’, sense la participació de ’tenir’. En alguns casos el participi és doble, i s’ha afegit al participi normal, un segon que podem anomenar com participi passiu (-da/-ta), com en “aska-tu-ta”, ’alliberada’ o simplement ’lliure’, encara que podem atribuir a la formació del participi un radical modern com és el verb “askatu”, ’alliberar’, que el mateix participi dona nom al verb i actua com infinitiu i com radical verbal.

Potser la tercera persona del singular del present d’indicatiu del verb “izan”, ’ser’, “da”, ’ell és’, pugués coincidir en la forma i en el sentit d’aquest morfema del vell particpi acabat en “-da” o “-ta”, i que hagi una coincidència entre formes verbals personals, en el cas de la tercera persona, la qual no porta forma expressa, i la forma verbal nominal del participi. En el llatí crec que també és pot rastrejar, en algunes paraules, la resta d’aquest participi acabat en “-ta”, diferent del femení del supí, ja que en molts casos no és pot ni reconèixer el verb del qual formen part, havent-nos quedat únicament la paraula, adjectiva o nom, en el lèxic llatí.


Comencem per aquestes podem citar:

  1. Quinta”, que és una paraula qu el llatí ja formava possant la “t” per formar un adjectiu numeral ordinal, el lloc cinquè, partint d’un nom, el del número cardinal “cinc”, en llatí “quinque”. Com a adjectiu aquest concorda en gènere i número amb el substantiu que acompanya: “quint corredor” o “quinta columna”.

  2. Volta”, sembla ser un participi llatí, en femeni, del verb “volo”, ’girar’. Sembla que, a més del més general “volta”, també s’utilitza “volt”, masculí. Semblaria, doncs, un cas clar de participi supí del verb llatí, amb una traducció clara i coherent amb el significat del verb.

  3. Falta”, ja no seria una paraula tan clara com les dos anteriors, derivada d’un participi femení d’un verb llatí, desconegut i únicament conegut en llatí vulgar, on apareix com “fallita”, la qual cosa ens permet veure una influència d’una llengua estranya, o al menys desconeguda, que va cedir aquesta paraula al llatí. Segurament una paraula o verb inexistents en el llatí clàssic, i que ha donat nom a tota una sèrie de paraules derivades com: fallar, falla, fallida, etc.

  4. Porta” és una paraula que també existeix en llatí, tal qual, amb el mateix significat i pronunciació. El més curiós és que no es cap participi format a partir d’un verb conegut, del qual “porta” fos el seu participi, femení o plural, ja que també els plural es poden formar amb el sufix “-a”. Per tant “porta” no es relaciona amb cap verb, encara que és evident que verbs com “portar”, malgrat no semblar que tenen el mateix significat, estan relacionats amb aquesta paraula, que té una doble accepció: de lloc per o sortir i entrar, i acció de dur alguna cosa d’un lloc a un altre. És molt probable que l’arrel “por”, de la qual es deriva el verb llatí “porro”, fos l’arrel de la qual es formés la paraula “porta”, a més d’altres paraules, en principi al·lienes, com “porus”, “per”, “pro”, “fora”, etc. En conclussió, estem davant d’un cas on el llatí presenta una paraula amb el morfema “-ta”, que en el seu propi lèxic no té explicació, al no ser un derivat clar de participi d’un verb pels llatins desconegut. Havia de ser, doncs, simplement una paraula adjectiva que amb el temps es va substantivar.

  5. Festa” és una paraula que sembla venir del plural de “festum”, ’dia especial’, i seria, doncs, ’dies especials’. No obstant sembla tenir el mateix aspecte que la paraula anterior, “porta”, i que respon a un compost sobre una arrel “fes”, de la qual no tenim cap coneixement i que no podem avençar el seu significat, ja que no consta cap paraula llatina que sigui simplement “fes”.

  6. Pasta”, en llatí sembla existir “pastilla” però no “pasta”. “Pastilla” ja en llatí era un clar derivat diminutiu d’una paraula “pasta” no coneguda. En aquesta paraula, també el llatí sembla haver perdut el record de l’existència de la paraula primitiva “pas”, molt possiblement relacionada amb verbs com “peixer” o “passar”, a més de “pastar”. Seria un cas més de participi passiu, que no té presència del verb “u”, ’haver’, format en èpoques molt anteriors a la de la formació de les conjugacions dels verbs llatins.

  7. Costa” és una paraula que s’ha volgut relacionar-la, de forma forçada, amb el verb llatí “constare”, amb el mateix significat que el nostre “constar”, la qual cosa ja ens allunya del seu significat més gràfic com ’costat’, vora on acaba una cosa, encara que pugui tenir més semblança amb “constar” en la seva vessant psicològica de “cost” econòmic. El “cost”, el diccionario català-valencià-balear, ho relaciona amb la constancia que es té del valor econòmic d’aquella cosa, quan penso que el “cost” és independent del nostre coneixement, i existeix encara que no ens consti. Junt a la paraula “cost” tenim altres derivats molt més derifinitoris i gràfics com “cosir”, “costura”, “costella”, “costra”, “acús”, etc.

  8. Renda”, a l’inversa que “costa”, on el nom perd una “n”, en “renda”, el diccionari que ens serveis de referència diu que la guanya, fent-la partir de la paraula llatina “reddita”, participi del verb “reddo”, que va estar influenciat per la forma verbal “vendita”, ’venut’. Crec que són explicaciions un tant incongruents, ja que un verb dificilment influenciarà a un altre en la seva forma fonètica, ja que el seu paregut semàntic tampoc és important: hi ha molta diferència entre el fet de ’vendre’ i el de ’rendir’.

  9. Ruta”, que es fa derivar del adjectiu, participi, “rupta”, ’trencada’, un adjectiu format a partir del verb “rumpo”, ’trencar’. Novament és difícil entendre la relació semàntica entre ’trencar’ i la paraula “ruta”, amb el seu significat. Evidentmen que la similitud fonètica, “ruta” i “rota”, és molt gran, amb una possible evolució de “u” a “o” en el cas de “rota” que no s’ha donat en “ruta”. Fugint d’explicacions forçades, crec que és molt més probable relacionar la “ruta” amb el verb “rutllar”, és a dir, ’anar corrent’, donant voltes, cosa que s’adiu amb el mot “ruta”, que conservaria el sufix propi dels participis passius en “-ta”, i que s’hauria format sobre l’arrel “rull”, “rull-ta”, ’és o està rutllant’.

  10. Rota”, paraula que està lligada a la paraula anterior, ja que havia de tenir un origen similar al de “ruta”, en base a l’arrel “rull”. En llatí existeix la paraula “rota”, encara que no es coneix de quina paraula primitiva es va formar, quan si sembla evident la seva similitud amb els participis. És fàcil observar com del verb “rutllar”, i per observació de que les coses rodones giren més fàcilment en el seu desplaçament, es va transferir a la cosa que “rutlla”, la “roda”, per una evolució fonètica tipus “rutlla” > “rutia” > “ruta”, o per afegit del sufix “-ta”, com en el cas anterior (“ruta”) que donaria un participi “rull-ta” > “ruta”, ’és o esta rutllant’.

  11. Orxata”, que, segons la Real Acadèmia Espanyola, és un derivat del nom llati “hordeum”, ’ordi’, convertit a participi femení. Seria, doncs, l’orxata una llet extreta de la maceració de l’ordi. Realment les “orxates” es poden definir com a maceracions, en general, de fruits, llavors o tubercles, com és el cas de la xufla, la més coneguda de les orxates. Per tant, el paper de l’ordi no crec que fos definitori i important per imposar el seu nom. L’ordi va ser més important per un altre tipus de transformat a partir de la seva llavors, la cervesa. “Orxata” havia de ser una paraula, tipus participi passiu, formada a partir d’un mot, avui desconegut, “orxa”, amb el significat de ’dipòsit d’aigua’, format per les arrels “or”, ’corrent’ i ’aigua’, i “xa”, ’dipòsit’. Aquest mot junt amb el morfema de participi passiu que comentem, donaria nom a aquest tipus de beguda, extreta de la maceració amb aigua.

  12. Basta”, també segons la Real Acadèmia, prové del germànic “bastjan”, ’cosir’. Crec que “bas”, com arrel, denominava la part externa d’alguna cosa, com la “basta” dels arbres, o escorça, o el “bastiment” d’una porta o finestra, que els hi serveix de marc on encaixar, o, també, el fil cosit per senyalar el lloc de cossida definitiva. El verb “abastar” significa ’estar al límit de la nostra mà o de la nostra possibilitat d’agafar alguna cosa’. Crec, doncs, que és una arrel molt general i ampla, i segurament també present en diferents idiomes, però que basicament vol significar ’l’extrem extern de la separació’.

  13. Hasta”, que encara que pugui semblar no catalana, o únicament castellana, no és així, ja que en català també tenim paraula com “subhasta” o “asta”. Aquesta paraula, la Real Acadèmia, la fa derivar de l’àrab hispà “hatta”, que, per influència de llatí “ad ista”, ’fins aquí’, va prendre la forma “hasta”, ’fins’. Crec que és molt més segur fer-la derivar del substrat ibero-basc, i de l’arrel “as”, part formativa de l’anterior paraula, “b-as-ta”, amb el significat del que ’està a l’exterior’, l’extrem de separació externa. Aquesta arrel, junt amb el morfema que estem comentant, “-ta”, donaria “asta”, aplicable tant a les banyes del toro, com a qualsevol pal dirigit a l’exterior, i que per més extensió, denominaria al punt extrem fins on s’exten una cosa.

  14. Torta”, ja per finalitzar, la Real Acadèmia de la Llengua Espanyola la declara com d’origen desconegut. Novament vegem que el participi passius primitiu, parent pròxim del basc acabat en “-ta”, s’uneix a l’arrel “tor”, amb el sentit de ’venir de l’exterior, i redundem amb la paraula “tornar”, el ’que és vingut de fora’. De l’arrel “tor” es formen moltes paraules com: tornar, tort, tòrocer, etc., relacionades amb el verb basc “etorri”, ’venir’, ’tornar’, al qual se li devia afegir el sufix “-ta”, “tor-ta”, que s’aplica als moviments inversos al d’anar, com també als aliments cuits girant-los la part exterior cap a l’interior (truita, tortell,...)

 

 

Nacer y la raíz is / Nèixer i l'arrel is

L’arrel IS i el verb “nèixer”.-

 

Del llatí “nascor”, alguns autors ho escriuen com “gnascor”, segons tots el autors deriva el nostre verb “nèixer”. És molt probable que “gnascor” fos anteriorment un verb, que després patiria una contracció, del tipus “ginasco”. La terminació “-asco” o “ascor” correspon al morfema verbal de tipus de verb incoatiu, d’iniciar una cosas, una acció. Potser l’inici d’una acció que recau sobre si mateixa, de forma reflexiva, on el qui fa l’acció també la rep.

En llatí tenim al costat dels verbs normal, els que es fan afegint, doncs, aquesta terminació o sufix “-sco” o “-sc-ere”, on actua com a infix. Tenim gran quantitat d’exemples en molts verbs, dels quals en senyalo alguns:

Fervero”, ’bullir’ > “ferv-esco”, ’posar-se a bullir’

Claro”, ’fer clar’ > “clar-esco”, ’fer-se clar’

Palleo”, ’estar pàl·lid’ > “pall-esco”, ’tornar-se pàl·lid’

Iuveno”, ’ser jove’ > “iuven-esco”, ’crèixer, fer-se jove’.

Alguns verbs no tenim el verb primitiu del qual s’ha format el verb incoatiu, però facilment el podem deduir:

Illuc-esco”, ’començar a brillar’ d’un suposat “illuco”, ’brillar’

És també molt possible que aquest mode incoatiu del verb llatí tingués relació amb el mode verbal grec denominat com “aorist”, que és un forma verbal que té com a característica el ser atemporal, i que podriem traduir com un gerundi reflexiu. Alguns exemples els tenim en:

Zeteo”, ’buscar’ > “e-zet-esa”, ’buscant-se’

Kilindo”, ’rodar’ > “e-kil-isa”, ’rodant-se’

Onomaxo”, ’especificar’ > “onom-asa”, ’especificant-se’

Bouleio”, ’deliberar’ > “e-boule-isa”, ’deliberant-se’

Aquest mode verbal grec podriem traduir-ho bàsicament pel seu sufix “is” que queda reduit a “-s-” més el morfema personal “-a”.


Aquesta arrel “is” la podem traduir per ’sortir de l’interio’, que també equival al nostre ’ser’, ja que per ser cal que alguna cosa surti a l’exterior, es materialitza, moltes vegades a partir d’una cosa anterior previa, de la qual formava part i s’independitza. Per això els verbs llatins en la seva forma incoativa representen l’inici, el seu començar a ser, a ser per si mateix, i tenen un paregut al verb reflexiu i passiu, representat pel mode aorístic del grec, encara que aquest representa una forma atemporal del verb, ja que és una acció no subjecta a un moment, perquè es realitza en el mateix subjecte, al marge dels objectes sobre els quals els verbs fan la seva accio. D’aquí que els nostres derivats llatins (catalans o castellans) portin aquest sufix que els hi dona aquest sentit d’acció en si mateixa, en el subjecte mateix, i per efecte de quelcom que surt de dins d’una altra cosa.

Així “nascor”, d’un anterior “gino” o “gine”, ’generar’, representa el fer de ’fer-se’ un mateix pel fet de sortir del progenitor, la mare, que és qui la genera, qui la pareix, però no qui la “neix”, ja que el nèixer és una cosa pròpia del qui neix, que surt de l’interior del si matern, i ho fa per si mateix.

Verbs com “nèixer” tenim molts i tots amb el mateix sufix verbal: “-ixer” en català, i “-ecer” en castellà: con-èixer, èixer, par-èixer, mer-èixer, etc. I en castellà: cr-ecer, envej-ecer, rejuven-ecer, apar-ecer, pad-ecer, enroj-ecer, entern-ecer, adorm-ecer, m-ecer, etc. Són per suposat molts, i més en castellà que en català. Tant “-eixer” com “-ecer” són derivats del llatí “-iscere”, del qual, si extraiem el morfema de l’infinitiu (-ere) ens resta “-isc-”, traduit al català com una “-x-” i per una “-c-” al castellà amb so de “-s-” o “-z-”.

Aquest morfema incoatiu, aorístic i de certs verbs on l’acció del verb resta en el mateix subjecte, és a dir, intransitiva i reflexevia, és pròpia dels verbs copulatius i de moviments, nominals i intransitius, ja que desenvolupen l’acció per si mateixos, tal i com és l’acció del naixement, és a dir, una reacció que té el fetus que per si mateix surt del recipient uterí. Són accions pròpies i involuntàries, pròpies del ser que no es poden fer de forma voluntària ni provocar externament.

L’arrel “is”, a més de ser la base o lexema dels verbs “ser”, “sortir”, i del verbs bascos “izan”, ’ser’, “isuri”, ’fluir’, i “sortu”, ’nèixer’, forma part de les arrels de molts grups de paraules, totes elles molt importants dins dels respectius lèxics de cada llengua. Potser perquè el basc no perd la “i” inicial, o no la perd tant com les llengües indoeuropees, tenim paraules que facilmente es poden relacionar amb aquesta arrel “is”.

En primer lloc citaré un grup de paraules basques que volen significar ’sortir’, ’començar’, com “sortu”, ’nèixer’, però que conserven la “i-” inicial:

Iso”, ’so’ paraula o interjecció que diu als ànimal de càrrega per aturar-los, però que, literalment, vol dir ’al començar’, en el punt d’arrencada, el punt en què s’està aturat i a punt per arrencar.

Istripu”, ’accident’ que és una paraula composta de “trip”, de la qual també prové la paraula castellana “tripa” o la catalana “estripar”, és a dir, ’sortir-s’en les panxes o budells’ degut a un trencament de la paret ventral.

Itzari”, ’esquerdar-se’

Izor”, ’embrassada’, ja que el fetus es forma en el lloc d’inici, en el lloc on el ser s’origina.

Izur”, ’rinxol’, atès que “ur”, ’corrent’ es relaciona amb el lloc de sortida per no sortir directament, sinó encaragolant-se com l’espiral o tirabuissò.

Isuri”, ’fluir’, compost com hem vist en la paraula anterior d’”ur”, ’corrent’ i “is”, ’sortir’.

Izan”, ’ser’, ja que el ’ser’ té a veure amb el sortir, amb l’originar-se, iniciar-se a la vida externa, fora de l’úter matern. D’aquesta paraula en deriven altres com:

Izadi”, ’naturalesa’, amb el morfema “-di”, pluralitzador, i que defineix la naturalesa com a conjunt de sers.

Izpi”, ’fibra, bri’, ja que “pi” forma part dels derivats del fonema “b” amb el significat de ’separació’, i per tant és el ser o surtida de la planteta quan aquesta és molt petita.

Izter”, ’cuixa’ , ja que defineix la cama, i la cuixa com a part d’aquesta, com a extremitat que surt del cos. Derivats d’aquesta o que pertanyent al mateix grup semàntic tenim:

Iztar”, ’entrecames’ i “iztai”, ’ingle’.

El llistat de paraules que contenen l’arrel “is” o “iz” en basc no acaba aquí. Hi ha tres matèries molt importants que es poden definir per la seva característica principal: el fet de sortir. Són l’aigua, la llum i la paraula. La primera sorgeix de la terra, dels manantials, la segona dels focs o lluminàries i la tercera de la boca de les persones.

Isuri”, ’fluir’ que defineix no només el fet de sortir, sinó una de les característiques de l’aigua o dels líquids, la seva fluidesa.

Istil”, ’toll’

Isipu”, ’brotxa’, lloc a l’interior del qual es conté l’aigua o els líquids.

Istingar”, ’fangar’

Istingatu”, ’calafatejar’

Izoki”, ’salmó’

Izurde”, ’dofí’, per la seva semblança amb el porc, “urde”, ja que el dofí té un cert paregut però en l’àmbient aquàtic.

Izotz”, ’gel’, format per “iz”, ’aigua’, més “hotz”, ’fred’.

Relacionades amb la llum tenim:

Izar”, ’estel’

Izarbel”, ’planeta’

Itzal”, ’ombra’

Isla”, ’línia de llum de les carenes de les muntanyes’

Isladatu”, ’reflectir’, ’reverberar’

Ispilu”, ’espill’, asombrós paregut amb el mot català

Izeki”, ’cremar’

Respecte a la paraula, “hitz” en basc, són moltes les derivades però tan sols apuntaré les més curioses:

Iskanbila”, ’cridòria’

Hizkuntza”, ’idioma’

Isil”, ’silenci’, en aquesta traducció també és patent la seva semblança entre mot català, castellà i basc.

Hizmotel”, ’tartamut’

Hitzorrontzi”, ’parlador’

Izen”, ’nom’


És ben evident que aquesta arrel ocupa un lloc privilegitat en el lèxic basc, però tampoc és al·liena en d’altres llengües, com el llatí, el grec o l’anglès, a més dels idiomes procedents del llatí. En el mateix grec trobem paraules que encara avui són d’ús tècnic o culte com:

Iso”, ’igual’, que com la paraula basc “iso” vol indicar, a més d’’igual’, que és com habitualment la traduïm, el lloc on s’inicia una cosa, que és per definició un lloc d’inici, on tots estem igualats per ser el punt de partida.

Istme”, d’igual significat i que com tots sabem és la sortida per la qual una illa es conecta amb el continent o el continent amb l’illa.

Istoria”, ’informació, saber’, que ha esdevingut per a nosaltres la branca del coneixement així anomenada. És fàcil veure en “is-tori-a” la conjunció de l’arrel “is”, ’paraula’ més la paraula “tori”, ’lloc’.

Isquia”, que tant pot anomenar la ’força’ com la manca o sortida de “-hemia”, ’sang’ o l’os que es troba al maluc però junt a on surt la cama. És clar que per donar una explicació molt acurada cal conèixer amb més profunditat no ja sols el grec sinó la seva possible evolució a partir del proto-grec.

Respecte a l’anglès només citaré el verb “to be”, que en la tercera personal del singular fa “is”, una de les formes més utilitzades del verb “to be”, i que coincideix amb els verbs llatins, en la seva tercera personal singular del present: “es”.

De les paraules llatines, i concretament de les seves derivades al català o castellà tenim diverses paraules, algunes més presents en un idioma que l’altre, però practicament compartides pels dos:

Sortir”, que en castellà trobem en “surtir” (“surtir efecto”), de les quals prové el nom “sortidor” o “surtidor”, referit al lloc on brolla l’aigua. Els acadèmics de la Real Acadèmia Espanyola fan derivar aquesta paraula del llatí “surgere”, a través del participi “surrectus”, que dona com paraula contreta “surtus”, i d’aquí es forma el nou verb “sortir” o “surtir”. Crec que podríem trobar altres explicacions si reconeguessin l’existència d’arrel més antigues que el propi llatí.

Surgir” que com ja he dit prové del llatí “surgere”. Com en el verb anterior, “sortir”, tenim l’arrel “sor” o “sur”, que com veurem més endavant, també trobem en el lèxic basc amb molta abundancia. Per exemple “isuri”, ’fluir’, que és un verb que comparteix significat amb aquests dos, però amb la particularitat de tenir la vocal inicial “i-”. També cal distingir en aquesta única arrel “sor” o “sur” la confluència de dues arrels diferents, precissament per perdre’s la vocal inicial. La primera seria “i-sur”, de la qual ja hem vist força casos, i la segona seria “a-sur”, que obté un significat molt diferent i que després, encara que sigui de passada, m’entrentindré a comentar-la una mica.

Sorber” del llatí “sorbere”, amb idèntic significat, però que es pot associar en quant al seu significat a l’arrel “sor” més un fonema “b” indicatiu de ’separació’, tal i com fa qui “sorbeix” que separa el líquid del recipient, i produeix una corrent de sortida des d’aquell recipient.

Per últim el verb català, o més concretament valencià, “eixir”, del qual també tenim la paraula “exit”, ’sortida’. Segons el diccionari Alcober Moll es tracta del llatí “exire”, compost per la partícula “ex-” més “ire”, ’anar’. En primer lloc sembla estrany que la construcció que es fa amb “ex” derivi en formes verbals com: “ix”, “ixem”, “ixen”, “ixent”, etc., quan el verb anar fa formes com “vaig”, “anem”, etc. Altres verbs compostos amb el prefix “ex” fan formes que són fidels al verb primitiu: “exonerar”, “exonero”, de “traure”, “extraig”, etc. Crec que la seva etimologia podria provenir directament de l’arrel “is” i que posteriorment es confongués amb el prefix “ex”, encara que l’explicació a partir de “ex-eo”, ’vaig fora’ sigui bastant verosímil.

Altres paraules que contenen l’arrel “sor”, com he citat abans, semblen tenir una possible explicació a partir de l’arrel “asor”, i que el prefix “as-” li dona un significat molt diferent a una sèrie de paraules com són “sortilegi”, “sord”, “sorpresa”, “assortir”, “sort”, etc. Lluny del significat referit al fet de ’sortir’, si tenen a veure amb el que representa “as”, en el sentit d’allò que es desenvolupa exteriorment, més l’arrel “or”, amb el sentit d’allò que corre, que s’estèn. És molt il”lustrativa la paraula castellana “azorar”, que la RAE relaciona amb l’au anomenada en castellà “azor”, que fa derivar del llatí *acceptor. Contràriament penso que aquesta, més paraules basques com “zor” ’deute’, “sor”, ’estupefacte’. “sorgor”, ’extasiat’, “zurtu”, ’agafar per sorpresa’, “zurrun” , ’dur, agarrotat’, “zur”, ’fusta’, “sorgin”, ’bruixa’, “sorjes”, ’persona excèntrica’ “zorro”, ’funda’, “zorne”, ’pus’, “zori”, ’sort’, “sorta”, ’feix, sèrire, col·lecció’,etc. Totes aquestes paraules seran tractades en un article que parteix de l’arrel “azor” encara que després la materialització d’aquesta arrel sigui només “sor”. El significat bàsic seria, doncs, el de fluir externament sense que l’exterior influeixi l’interior, o filtri cap a ell.

Aquestes paraules i verbs amb significat “sortir” tenen el seus referents més clars en els mots bascos següents, quasi idèntics en so i significat:

sortu”, ’nèixer, originar-se, sortir’

sorgabe”, ’no engendrat’

sorbide”, ’origen’

sorrera”, ’començament’

sortalde”, ’orient’

sormin”, ’dolor de part’

També és molt probable que la paraula basca “soro”, ’sembrat’, tingui a veure amb “sortu”, ja que el sembrat és el neixement de les plantetes, de la mateixa manera que en cercs llocs de Catalunya s’ha conservat el mot “sorteta” per l’hort, i concretament pel viver on neixen les noves plantes.

Ja per acabar citar el morfema llatí “-izare” que s’afegeix als verbs que denoten una acció el resultat de la qual implica el significat del substantiu o dels adjectius que es prenen com a base. Així de “narcòtic” “nacort-itzar”, o de “vulgar” “vulgar-itzar”. Com es pot veure es un compost de l’arrel “is”, ’sortir’ i més concretament en aquest cas ’ser’ més el morfema d’infinitiu “-are”.


 

 

 

Bizi

Decir

Dir

Eixer

Estar

Estel

Estrella

Geisser

Glaciar

Glicerina

Història

Hitz

Ice

Inici

Issar

Isur

Izar

Nèixer

Peiz

Pis

Ser

LOS PREFIJOS SUB Y SUPER Y LOS ADVERBIOS ARRIBA Y ABAJO

1. El prefijo "sub".-

Los prefijos "sub" y "super" parecen tener su origen en el latín, ya que es en esta lengua donde los encontramos en su mejor expresión. De hecho "super" ha dado en nuestros idiomas castellano y catalán la preposición "sobre", con el significado idéntico a "super", quedando este prefijo más reducido a las palabras cultas y neologismos, como "superior", "superar", "superman", etc. No obstante muchas palabras más comunes derivan de este "sobre", como "soberano", "sobrar", etc.

También son muchas las palabras compuestas con el sufijo "sub", algunas más cultas y tècnicas como "subterráneo", "subalterno", "submarino", etc., pero otras donde el sufijo, ya provenga de "sub" o de otro origen, ha dado "so" o "su", como en "sugerir", "sofreir", etc. Hay autores que piensan que este "so" y "su" provienen de la perdida de la "b" final de "sub", cosa no descartable ya que la "b" sonoriza en "u" dando en el caso de "sub" algo así como "suu".

A todo ello creo que debo oponer varias consideraciones. Por una parte queda bastante claro el paralelismo entre "sub" y "super" con los griego "ipo" y "iper", con una significación casi idéntica, ya que "ipo" significa ’bajo’ y "iper" significa ’por encima’. Lo que no es tan claro es la distancia fonética entre los dos adverbios o prefijos. Algunos autores que creen que del griego la "i psilon" , letra que tiene un parecido a la "u", podria haberse traducido como "u" y no como "i", obteniendo "upo" y "uper". Aún dando una cierta posibilidad a ello, creo que hay que reconocer que la "i" psilon griega en muchas otras palabras que el griego la contiene, al pasar al latín se ha traducido, casi siempre, como "i". y no como "u". No obstante esto, también vemos que la palabra resultante aun le falta una "s-" inicial.

Sin embargo estas teorias yo parto de otra bastante diferente. Creo que tanto el latín como el griego no se impusieron en sus zonas sobre una tabla rasa lingüística. Habian lenguas anteriores en esas zonas mediterráneas, que muy bien podrian estar emparentadas con las lenguas ibéricas del momento, muy parecidas al euskera actual. Entre esas lengua, latin, griego y vasco, aun y el tiempo transcurrido desde la época de su apogeo, podemos rastrear entre ellas muchas cosas comunes. Entre ellas las que ahora cito.

Entre los paralelos que hay entre los prefijos "so" y "sub" con el vasco actual, encontramos palabras del léxico vasco, no incorporadas al vasco desde el latín o otra lengua romance, que llevan el prefijo "so" y que forman parte de palabras como "zohi", ’hierba’, "zola", ’suela’, "soil", ’pelado’, etc. Pero no son en estas palabras donde encontramos el origen del prefijo "so-" o "sub" sino en, por un lado, en el prefijo vasco "az-", con el sentido de lo que surge en el exterior o, simplemente, ’exterior’, como en las palabras vascas "az-al", ’corteza’, "az-ken’, ’flecha’, "az-aldu", ’manifestar’, etc. Esta raiz "az" es gemela a la raiz o prefijo latino "as-" que tiene el mismo significado que el vasco, como en las palabras "as-cender", "as-sumir", "as-persión", etc. Si a esta raiz "az" le añadimos la raiz "ib", con el significado de ’interior’, o mejor, lo que se separa hacia dentro, que en vasco, y en una opinión mia, podria haber derivado hacia "behe", ’bajo’, siguiendo esta evolución: "ibe" > (i)be, ya que la "e" final es una vocal que suele colocarse como finalización de una palabra, con un sentido neutro. nos daria la palabra vasca "az-pi" o "az-pe", ’debajo’, que es lo mismo que decir ’bajo o dentro del exterior’. Otra posible evolución de "az" más "ibe" podria haber sido "az-ip". que finalizaria en un "z-ip", raiz que encontramos en ciertas palabras, como "re-cib-ir", ""ceb-olla", etc. La "b" en muchos caso se sonoriza a "u" y podria haber derivado a "siu" o, quizás como estadio intermedio, "siup".

Pero por otra parte cabe una posibilidad más para explicar el prefijo "so-". Si partimos de las palabras vascas actuales "atzo", ’ayer’, y "atze", ’detrás’, con lo que nos podriamos referir, además de lo que esta destrás o ya pasado, también a lo que esta debajo, pues la parte baja esta situada detrás o antes de la parte alta o externa. Así podriamos tener dos posibles origenes basados en el euskera para "sub" y para "so", distinto en parte, pero que dieron lugar a diferentes palabras, ya fueran en el griego, "ipo" y "iper", en el latin, "sub" y "super", y vasco "so" y "suber".


2. El prefijo "super".-

Otra de las cuestiones planteadas, que no alcanzamos a comprender en un primer momento, es el porque dos palabras antagónicas, con sentidos contrarios, comparten un mismo prefijo, siendo lel segundo prefijo, "super", un añadido o derivado del primero.

Parece que tanto el griego como el latín añaden "-er" a la raiz "ip-o" y "sub". Creo que esto es una apreciación precipitada como a continuación expondré. También en la lengua vasca existe la raiz "er", como raíz que significa el ’límite’, ’la frontera’, como en la palabra "ertz", con este mismo significado, o en la palabra "er-a", ’forma’, etc. Quizás la forma que se sufija a "sub" no sea únicamente "er", sino otra raíz derivada de "er", como es "ber", ya que la "b" coniene un significado básico de ’separación’. De hecho muchas palabras que contienen la raíz "ber" significan ’inicio’, ya que se formarian con "er", ’límite’, más "ab", ’separación externa’, y unidas ambas raices ’separación del límite’. "Berri", ’nuevo’ en vasco, se base en esta raíz "ber", También la encontramos en muchos compuestos con un sentido similar al de nuestro prefijo "re-", como en "berr-eun", ’doscientos’, pero más exactamente ’cien de nuevo’, o "berr-esan", ’repetir’ de "esan", ’decir’.

Este prefijo "ber" si lo unimos al que ya hemos visto anteriormente "sub" o "so", da como resultado "sober" o "subber", con lo que ambas "b" se funde en una sola. Este "ber" en el griego debio ensordecer a "per" y dar, junto a "ib", "iper", y en el latín, igualmente a "per", dando "su-per". En nuestro léxico ha perdurado la "b" en muchas palabras de nuestro léxico: sobre, soberano, sobrar, soberbia, etc. Por lo tanto, y en resumen, podemos decir que ambos prefijos arrancan de raices primeras como "az", "ib", "er", en sus diferentes uniones y evoluciones fonéticas. Un pequeño grupito de raices mínimas que han dado lugar a prefijos y palabras básicas de nuestros vocabularios castellano, catalán, pero también vasco.


 

EL SIGNO LINGÜÍSTICO ES MOTIVADO

 

EL SIGNO LINGÜISTICO ES MOTIVADO

 

  1. Definiciones.-

Todo el mundo conoce las definiciones de los conceptos básicos de la lingüística, pues se estudian en primaria y secundaria. Pero hagamos un ligero repaso.

La comunicación consite en un acto mediante el cual un individuo (ser humano, animal u objeto) establece con otro u otros un contacto que le permite transmitir una determinada información.

Al establecer cualquier proceso de comunicación, nuestra principal intención es comunicar un determinado contenido a un receptor, pero aparte de esta función primordial, el uso del lenguaje puede ser usado para desempeñar muchas otras funciones, como estableció Roman Jakobson.

La base de todo proceso de comunicación es el signo, que es el elemento con que el emisor codifica su mensaje.

Cuando se habla de signo se dice que el signo lingüístico no tiene semejanza entre el objeto representante y el objeto representado, pero que se le hace corresponder el uno al otro sin que haya esta semejanza.

Aquí reside la diferencia entre el que yo mantengo y la corriente normalmente aceptada en la lingüística, que si aceptan que no haya una semejanza entre ambos planos del signo.

Siguiendo con las definiciones llegamos a la del signo lingüístico que es un tipo concreto de señal. Según Ferdinand de Saussure: "el signo lingüístico es una entidad psícquica de dos caras en la que se unen un significante (imagen acústica) y un significado (concepto)". Louis Hjelmslev definió estos dos planos como expresión y contenido. Estos lingüístas señalan una serie de peculiaridades que caracterizan el signo lingüístico:

  1. Arbitrariedad: para Saussure, el lazo que une el significante y el significado es radicalmente arbitrario, aunque otro lingüista como Benveniste prefiere hablar de que es convencional. Cada comunidad de hablantes utiliza distintos significantes para un mismo significado. La palabra que nos sirve para referirnos a "pájaro" es pájaro pero podria ser otra y todos la entenderiamos. En cambio para los franceses la palabra que se refiere al significado anterior es “oiseau”.

Ya no paso a definir otras características que, para el caso que nos ocupa, no serian relevantes, cualidades como: linealidad, oralidad, continuidad y discontinuidad, mutabilidad i inmutabilidad y doble articulación.

Todo signo se compone de un significante y un significado. En el caso del signo lingüístico el significante es la sucesión de sonidos o letras que constituyen el monema o palabra, tal y como la pronunciamos o la escribimos, y el significado es el concepto de ese signo. El hecho de que el signo sea articulado, es decir, compuesto por unidades más pequeñas y, por tanto, divisible, hace que podamos obtener dos tipos de unidades: las primeras, más grandes, los monemas, que se definen como unidades menores de una lengua dotadas de significación, y los fonemas que son las unidades mínimas, pero carentes de significación. Aquí es donde difiere mi teoria sobre el signo, ya que si la hay y de esa significación vamos a tratar. Es lógico pensar que, gracias a esta doble articulación, la capacidad de la lengua aumenta mucho, pues permite una mayor combinación de elementos con unos pocos elementos fónicos de partida.

Existen otros lingüistas que han modificado levemente este esquema generalmente aceptado. Mel’cuk añade a esos dos planos del signo un tercer plano, el sintáctico, cuya función consiste en describir todas las propiedades de un signo dado y controla la concurrencia de ese signo con otros signos. Es lo que Saussure decia cuando :"no hablamos por signos aislados, sino por grupos de signos".

Pero hay otros lingüistas que han discutido sobre la motivación o la arbitrariedad del signo lingüístico, como Jacob Malkiel. La pregunta que subyace en estas discusiones es si es posible determinar la existencia de unos esquemas fonéticos que se asocien con preferencia a unos contenidos semànticos que nos pongan en la pista de determinados fenomenos que pertenecen al terreno de la semántica diacrónica. Es pues momento de empezar a hablar de las relaciones entre el sonido y el sentido, entre la fonologia y la semántica y la sintaxis.

 

2. Nueva teoria sobre el signo lingüístico.-

Hablando del signo como una convención que adopta cada comunidad lingüística ponemos al signo a la misma altura que las convenciones por las cuales cada señal de tráfico tiene un significado. Una convención que se ha adoptado con carácter universal. Realmente hacer esto es desconocer la evolución y las bases naturales desde las que se debe arrancar para la construcción de una lengua, que es un invento humano del mismo orden que pudo ser el fuego o la rueda, y que, por su antigüedad, nos remontamos a miles de años. En esta nueva teoria que mantengo no existe ni convencionalidad ni arbitrariedad, sino una base natural, psicológica en la que el hombre funda sus origenes en el campo de la lengua. Es una teoria que no pretende ser universal, ya que surge de la inducción y del estudio de las lenguas cercanas, principalmente las indoeuropeas pero incluyendo también el vasco. Por tanto no puedo generalizarla a todo el universo lingüístico sino a esta zona del espació lingüistico que comprende Europa y parte de Asia, principalmente. Antes de todo hago unas cuantas precisiones primeras, necesarias para poder entender el desarrollo de la teoria.

 

3. Motivación por analogia.-

En primer lugar, necesitamos ver como una cosa ilógica el que un hecho social de tanta importancia surja de un acuerdo o convención en el seno de una comunidad, cuando esta capacidad de ser convencional,muy posiblemente, se desarrollo con la existencia de la lengua. Es fácil ver que muchos fenomenos biológicos nacen de necesidades naturales, instintivas, que luego crean las relaciones sociales, muy intimamente relacionadas con este mundo natural y biológico. Otra cosa es conocer cuales han sido los mecanismos que han llevado a la adquisición del lenguaje y la lengua como sistema de comunicación. Pero esta ignorancia no nos debe llevar a decir que los signos lingüísticos aparecen como actos deliberados, convencionales de alguna comunidad de hombres primitivos. Esta forma de ver el problema de la lengua nos puede recordar a la forma que tiene la Biblia de describir la aparición de la lengua. Según la Biblia Dios fue creando una a una las diferentes especies que pueblan la tierra (se desconoce pues la evolución de las especies). En el caso del hombre este es creado del barro y la mujer de una costilla del primer hombre. Son todas ellas afirmaciones acientíficas. Y a medida que iba creando las especies, por esta cualidad que ahora nos concierne de la arbitrariedad, Dios iba dando los nombres de cada una de ellas. Podriamos preguntarnos en qué lengua lo hacia. Esta forma de crear la lengua es la que, por analogia, utilizan los lingüistas para pensar que el hombre fue, una por una, dando nombres a todas las cosas, de una manera inmotivada, inventada, convencional y con la participación de un grupo, cual si se tratara de un congreso fundacional.

Como podemos ver todo este planteamiento tiene poca o ningua base científica. El hecho que la vida y la historia del hombre estan en continua evolución y que unas cosas aparecen gracias a un estado de cosas anterior, nos debe llevar a una explicación o genesis de la lengua de forma evolutiva, motivada y explicativa. Y ver luego cuales han sido los factores que han fundamentar la lengua y cuales han hecho variar y evolucionar hacia una diversidad de formas.

 

4. Los elementos más sencillos.-

En segundo lugar, y enlazando con todo lo expuesto anteriormente, hemos de ver que en los inicios de la lengua, los elementos de origen habian de ser muy sencillos, cercanos a los sonidos vocales que, aun no tenian ningún significado. Luego, basandose en un complicación continua y en una grámatica también muy sencilla, se pudo ir dando forma a esta necesidad básica del hombre, pero no exclusiva de él, que es la comunicación, la necesidad de poner en común con sus compañeros y congéneres unas realidades que eran percibidas por cada hombre, pero que se querian compartir para que fueran de utilidad mútua, de todo el grupo.

Este lenguaje primitivo se tenia que basar en elementos fónicos sencillos y básicos, faciles de pronunciar y de distinguir auditivamente para poder ser diferenciados unos de otros. Estos sonidos tenian, también, que conllevar una carga significativa clara, evidente, para que pudieran ser fácilmente asumidos por todo el conjunto que practicaba la comunicación.

Otra cuestión muy básica es la que se refiere a la sintaxis o gramática, es decir, la forma que se agrupaban estos sonidos para ampliar el acto de comunicación a la transmisión de más de un concepto. Es mi forma de ver que las palabras se han ido formando siguiendo unos principios lógicos y naturales. Por ejemplo, la pronunciación de estos primeros fonemas (sonidos lingüisticos elementales) ha de ser hecha en el orden cronológico en que aparecen los hechos en la consciencia y en la realidad que es percibida. Así, si el hombre veia llover, primero el hombre se da cuenta de la materia, el agua, que en pequeñas gotas cae. Luego ve que esa materia sufre una acción, un cambio: esta lluvia cae, llueve, se deposita sobre la superficie. Por tanto tenemos ya un sujeto, es decir, la lluvia, y posteriorment aparece el fenomeno de la caida, el verbo. El primer sonido, pues, evoca la materia que origina el cambio, i el segundo evoca al cambio en si, el verbo.

Otro orden lógico i natural es el que expresa primero al continente o determinante, y luego lo contenido o determinado, es decir, el primer sonido expresa la gran cosa que origina otra de más pequeña o derivada de ella, y el segundo sonido expresa una parte de ella que se ha derivado de la primera. Por esto lenguas como el inglés no necesitan de la preposición determinante "de" ya que forman sus palabras compuestas y sus complementos del nombre anteponiendo la palabra más general o determinante a la más nuclear, determinada y concreta. En la palabra "weekend", fin de semana, el sentido es el contrario del nuestro, pero ellos no necesitan de la preposición "de", lo que nos muestra a un idioma más sencillo, con menor necesidad de morfemas para formar sus palabras compuestas.

Son pues estos ordenes lógicos que vemos en las cosas los que también son imitados por el hombre para expresar lo que viene primero y lo que va segundo. Tenemos con eso la primera gramàtica con la cual ir articulando las raices, los morfemas y todas las palabras y frases posibles, que seguramente son infinitas.



5. Perdurabilidad de los signos lingüísticos.-

Estos sonidos lingüísticos iniciales, o lo que ya podemos llamar como fonemas primitivos, aun hoy se pueden distinguir en nuestras palabras, a pesar del mucho tiempo transcurrido, y a pesar de los cambio que inexorablemente va produciendo el tiempo y la evolución fonética de las palabras. ¿Cómo podemos adivinar o intuir cuales fueron estos primeros sonidos? Lo podemos llegar a saber porque el lenguaje, a la vez que variable, tiene una base que lo fija y lo hace, dentro de una campo de variabilidad, inmutable. Es el significado que va tan indisolublemente unido al sonido que si este cambiara mucho cambiaria la misma comprensión de aquel significante, y, por tanto, con el cambio generacional o por la mezcla con otros grupos de otras étnias se perderia la significación de las palabras. Además el hecho que esta facultad del lenguaje se repita y se utilice con profusión hace que se reafirmen los significados de los significantes y los pequeños cambios fonéticos sean lentos y casi imperceptibles. Aun hoy podemos ver detrás de nuestro verbo "haber" la raiz "cab" de la cual se han derivado tantísimas palabras y el único cambio fonético apreciable es el enmudecimiento de la "k", aunque en ciertos idiomas perdura en forma de "h" aspirada.

 

6. Combinación de los elementos.-

El hecho de que los sonidos lingüísticos tengan un significado los hace perdurables en el tiempo, a pesar de que los mismos se hayan unido con otros sonidos de forma libre, de la misma manera que hoy el hablante puede usar con libertad la disposición de las palabras en la frase, y puede crear textos de infinita variedad. Es, pues, este hecho una de las características más fructiferas del lenguage: su combinación, formando diferentes niveles de combinación. Con unos pocos fonemas se crean una cantidad numerosa de raices básicas, en algunos casos aun presentes en las lenguas actuales, sean del tronco indoeuropeo o del vasco. Con esas raices básicas se crean tanto los lexemas como los morfemas, que una vez combinados entre si pueden llegar a formar miles de palabras, y estas a su vez, siguiendo las normas de la sintaxi, llegar a crear millones de frases, y las frases, innumerables textos más o menos largos, que forman la literatura de cada idioma o las innumerables cantidades de discursos orales que, a diario, emitimos los hablantes de cada lengua. Es, pues, la lengua un sistema de signos que partiendo de unos pocos elementos más sencillos, los fonemas, se puede llegar a crear infinitas expresiones resultantes de la combinación de estos elementos. Por poner un ejemplo, tomando la base 10, es decir, que fueran 10 unicamente los elementos sencillos, combinados entre si formarian 100 raices básicas, y si estas se vuelven a combinar ente si ya son 10.000 las raices y morfemas de la lengua, y si estas los vuelven a hacer entre si para formar palabras ya son 100 millones de palabras posibles.

 

7. Presencia de lo primitivo en la lengua actual.-

Seguramente que muchas personas pueden figurarse como algo imposible llegar a descifrar cuales son o fueron estos primeros sonidos humanos con significación, o lo que hoy llamamos fonemas. Yo creo que no es así ya que, de la misma manera que otros inventos una vez inventados continuan estando presentes en nuestra vida, ya de forma sencilla como el fuego o la rueda, o de forma integrada en aparatos o inventos más complejos, como el motor de combustión o el coche, de la misma manera los fonemas primitivos continuan existiendo y forman parte de raices, morfemas o otras particulas que integran cada una de las lenguas en donde podemos rastrear estos fonemas. Podemos desconocer el funcionamiento interno de un aparato, las bases científicas y técnicas en que se basaron los que lo crearon, pero no por ese desconocimiento, dejamos de saber hacer funcionar aquel aparato tan complejo. Algo parecido ocurre con nuestras palabras: podemos utilizarlas y manejarlas libremente dentro de las normas sintácticas que regulan la lengua, pero no conocemos cuales han sido todas las vicisitudes y mecanismos que han llevado a crear aquella palabra, cual fue su origen, y cual es el significado etimológico de aquella palabra, o el significado de cada elemento que compone aquella palabra, solo sabemos la aplicación sincrónica que hace la lengua en un tiempo concreto en el que nos ha tocado vivir.

 

8. Método comparativo.-

El método comparativo, poco usado en lingüística sino es en el ámbito del estudio histórico de las lenguas y de su entronque en famílias, como la indoeuropea, nos permite ir acercandonos a los origenes de las palabras y concretar cuales son las raices primitivas que perviven en nuestros lexemas. El hecho que hoy hablemos del tronco indoeuropeo es porque ha habido un estudio de todos los léxicos de las diferentes lenguas, que se hablan o que se tiene conocimiento que se han hablado, y hemos llegado a encontrar el porcentaje de palabras comunes a diferentes lenguas, aun existiendo entre ellas pequeñas variaciones fonéticas que no por ello desfiguran su parecido y su origen común. Como no encontrar un parecido que las identifica entre el "frere", hermano en francés, y la "fraternidad", o cualidad que de la hermandad, a pesar que en castellano la palabra para designar al "hermano" ya no tenga nada que ver con el "frere" francés. Esto nos hace ver que lo que puede parecer diferencias entre lenguas no deja de ser más que la capacidad de las lenguas para denominar una misma cosa con diferentes vocablos, lo que permite, a la larga, optar por una de ellas en detrimento de otras, y en forma distinta a como lo hace otra lengua. Entre el castellano y el vasco dificilmente encontramos parecidos porque, por ejemplo, la palabra "pan" del castellano se traduce al vasco por "ogi", pan, pero no nos damos cuenta que el castellano aun conserva palabras como "hogaza", muy relacionada con el pan, que la acerca como un derivado del basco "ogi". Lo mismo pasa entre el latin"speco", ver, mirar, con el vasco "begi", ojos, con unos pequeños retoques de forma o morfema.

Es muy fácil que unas lenguas opten por denominar una cosa con un vocablo y otra con otro muy diferente, porque las palabras definen no a una cosa sino a un grupo de ellas que tienen una cualidad o característica en común. Por ejemplo el catalán define la mesa como "taula" que para el castellano es la tabla, que unicamente se refiere al tipo de madera aserrada en forma plana, con la cual se fabrican muebles o construcciones fijas, entre las cuales ocupa un lugar importante la mesa.

 

9. El vasco: una lengua por descubrir y para comparar.-

Incluso un idioma, que dicen aislado, como es el vasco tiene multitud de conexiones con otros idiomas del tronco indoeuropeo. Con otros troncos puede existir, pero para ello es necesario estudiarlos a fondo, cosa que no he hecho y, por tanto, me limitaré a las relaciones unicamente entre estas dos familias. El verbo vasco "izan", ser, estar, tiene como raiz del verbo el componente "iz-". Esta raiz tambien esta presente en nuestros verbos "ser", y fundamentalmente en la tercera persona del singular: "is", en inglés, o "es", en castellano, catalán o francés. Las formas del presente plural de este verbo vasco hacen su terminación, ya que el inicio corresponde al pronombre personal, en "-ara" (gara, zara, dira), al igual que el inglés en sus plurales del presente, todos en la forma "are", y muy parecido a las formas del pasado castellano o catalán: era-mos, era-is,... Estas no són más que unas pequeñísimas muestras de la multitud de conexiones ocultas entre los diferentes idiomas que componen el tronco indoeuropeo y la lengua vasca actual. Cuantas más debieron haber hace cuestión de dos mil o tres mil años. Y a pesar de ello se desconoce el parentesco que hay entre este milenario idioma comparado con sus idiomas vecinos.

 

10. Descomposición y análisis de las palabras.-

Otra de las equivocaciones en que caen algunos lingüistas es pensar que cada palabra es un todo indivisible. Normalmente se reconocen unas parte y partículas en las palabras: los semantemas o raíces, los morfemas, declinaciones, conjugaciones o otros afijos con significado a veces menos concreto y más sintáctico o de relación con las otras palabras vecinas. Así una sola raíz puede tomar un número muy variado de morfemas afijados que le dan un significado diferente, con una pertenencia también a diferentes tipos o categorias de palabras (nombres, adjetivos, verbos, etc.). Por poner un ejemplo, la terminación típica del plural es: "s", que no es más que un fonema, el silbante, que, según podemos estudiar, esta muy relacionado con el fonema "t", del cual en algunos casos deriva, y que también desempeña esta función de duplicación o pluralización, como en el latín "eta" o en los bascos "te", "tza", "di", etc.

Muchas palabras contienen la raiz "ab" y a su vez esta raiz es un prefijo latino reconocido y presente en gran número de palabras: "ab-solver", "ab-dicar", "av-ance", etc. Pero esta es una raiz presente también en otras raices compuestas que forman el lexema de muchas palabras como: c-av-a, m-ap-a, t-ap-ar, s-ab-er, l-ap-a, etc. Es decir palabras con significados tan diversos como cava, mapa, tapar, saber, lapa, etc. estan compartiendo una raiz desconocida como subraiz en estas palabras. Es conveniente saber que las sordas y sonoras labiales comparten un mismo origen etimológico, aunque ahora nos sea difícil verlo y a mi poderlo explicar con detalle. Solo un ejemplo para ver la variabilidad de este sonido "b/p/v/f": "sabio", en castellano, "savi", en catalán, “sofos”, en griego. En todos los casos el significado de esta raíz elemental es el mismo que la del prefijo; "la separación hacia fuera’ respecto al significado del resto de la palabra, de la que forma parte".

 

11. Uso y desuso de las palabras.-

También se da el caso que una palabra desplace a otra ja que queda inorperante y la otra define mejor la nueva realidad. Por ejemplo, el lugar para hacer las necesidades era denominado como "comuna". Después, con la introducción del agua en el lugar que se hacen las deposiciones se utilizó el nombre del agua en inglés, "water", ja que fue de este país de donde vino el invento, y quedó en nuestro léxico este anglicismo tan corriente hoy dia.

 

12. La aplicación de las palabras a las cosas.-

Todo esto nos ha de hacer reflexionar en dos fenómenos lingüísticos: palabras que expresan características de una cosa pueden variar, según el punto de vista y las características de una cosa en las que nos fijemos, y, por tanto, una misma cosa puede venir definida por diferentes palabras, y una misma palabra puede ser aplicable a muchas cosas y realidades, ya que las cosas que pueden poseer una determinada característica pueden ser también muchas. Por ejemplo, muchas cosas pueden ser descritas por el adjetivo "rosa", desde una flor a un color, pasando por un mapa con los puntos cardinales, etc. De hecho la palabra "rosa" esta emparentada con el color "rojo" o "rubio", de los cuales derivan multitud de nombres y adjetivos (roble, rubí, rubeola, sonrojar, etc.). Però si comparamos con otras palabras con sonido igual pero con una pequeña variación fonética o gràfica, como: rosario, roce, roza, rocio, arrojar, etc., nos podemos dar cuenta que lo que realmente da color es el roce de la piel, que produce sangre y el típico color rosado, y el número de cosas diversas que se puede nombrar con esta raiz primigénia es mucho mayor, y todas partieron de una base /ros/ que ha ido tomando caminos muy diversos.

Aun no admitiendo que todas las palabras apuntadas anteriormente provengan de un mismo etimonono, o nombre original, si que es fácil ver que el número de cosas denominadas por una palabra o una familia de palabras derivada de una sola palabra, es siempre de bastante cantidad. Por esto nos hace falta otras palabras que complementen la misma palabra, para no caer en equivocos, y que la haga más concreta y precisa. Por ejemplo, la rubia, refiriendose a una mujer, necesita, muchas veces, una precisión: ¿a cual nos referimos? Hemos de puntualizar refiriendonos: la de delante de mi casa, o la que tienes al lado, etc. Es decir, le hace falta determinantes para poder individualizar y concretar a quien nos referimos, aun teniendo un contexto que nos puede ayudar. Este proceso de concreción y determinación de una realidad por una palabra con la ayuda de otra, que lo vemos bastante claro cuando se trata de una palabra, también sucede cuando se trata de una raiz, y llegamos a un punto donde las raíces , ya de por si con muy pocos fonemas, quedan reducidas a los fonemas, simples y sencillos elementos básicos de la lengua. Si no que diremos cuando comparamos raíces como "al", "il" o "ol". Nos damos cuenta que la única diferencia ente ellas es la vocal que da significado diferencial entre ellas, ya que todas comparten la misma consonante que acompañan, la "l". Este es el procedimiento que me ha servido para darme cuenta que cada fonema, ya en si mismo, tiene un significado que se complementa, determina o modifica por otro fonema yuxtapuesto con el que se aglutina.

 

13. Raíces y fonemas básicos.-

De la misma manera que me he encontrado con raices del tipo "an", "en", "on", como en: "an-nus", año en latín, "an-tes", "gr-an", "b-an-co",... también me he econtrado raices que, generalmente, comienzan por vocal y llevan una de estas consonantes: "k", "t", "b", "l", "m", "n", "r", "s" y "j", con sus respectivas variantes: "c", "q", "g", "d", "v", "f", "ñ", "rr", "z", "g" y "h". Se obtienen raíces del tipo: "ac", "et", "ab", "ol", "im", "en", "or", "is" o "ij".

De toda esta variedad de raíces, más o menos fácilmente identificables como resultado del anàlisis de las palabras (p-oc-o, t-oc-ar, ch-oc-o,...), o de la misma presencia de afijos que, en si mismos, ya son raíces como las que estoy comentando (oc-cidente, oc-cipital, ox-ígeno, oc-aso, oc-asión,...), podemos ver que las raíces más mínimas y elementales estan formadas únicamente por dos fonemas o sonidos lingüísticos básicos, que forman la base de la composición de estos en las palabras.

Estos sonidos, creo, se pueden resumir unicamente en 4 vocales: a, e, i , o/u, y 9 consonantes: k, t, b, l, m, n, r, s, j. La identificación de estos sonidos, que es un trabajo lento y complicado, lo dejo para otro trabajo a parte de este para no alargar excesivamente lo que solo quiere ser una demostración de la no arbitrariedad del signo, sino de su motivación y causalidad. Solo apuntar con mucha brevedad la base en que se sustenta el significado de estos fonemas.

La representación psicológica de un sonido en el hablante tiene mucho que ver con el tipo de sonido. Por poner el ejemplo más fácil, el de la "a", esta vocal al pronunciar hay que abrir bastante la boca. Es el signo con más abertura hacia fuera y, por tanto, su significación se refiere a la abertura, a la exterioridad, a lo grande y superior, tal y como psicologicamente se le representa al hablante al pronunciar esta vocal. Otro signo muy fácil de concebir es el de la "b". Para su pronunciación, ya de ella misma o de alguna de sus variantes (f, v, u), los labios del hablante se deben separar de forma rápida, casi brusca, produciendo como una pequeña explosión del aire. Es, pues, precisamente este el significado, el de la separación, la división de la unidad en dos mitades que se dividen y separan. Y así sucesivamente se puede extraer el significado de cada fonema, pero esto es fácil realizarlo una vez se ha llegado a esta conclusión, pero para llegar allí es necesario una labor de inducción en muchas palabras, luego en muchas raíces, hasta llegar a aislar el denominador común que corresponde a cada fonema.

 

14. El sentido etimológico o originario de las palabras.-

Otra de las cuestiones básicas que es necesario aclarar para entender la relación entre significante y significado es la cuestión sobre la diferente aplicabilidad de las palabras. Hay costumbre en pensar que para cada cosa hay un nombre, y que cada palabra denomina a una cosa. Realmente, como hemos podido ver en el capítulo 12, la mecánica de la lengua no es así. Hay siempre más cosas, más realidades, más hechos nuevos que palabras en cualquier lengua. Pero las palabras tienen una cualidad intrinseca: no dan nombre a las cosas, no actuan como nominativos, sino que expresan cualidades, situaciones, características, cosa más propia de adjetivos o de adverbios. Muchos de los nombres actualmente utilizados no dejan de ser adjetivos nominalizados, que en principio calificavan una de las características más sobresalientes de un grupo de cosas homogéneas. Por poner un ejemplo, la palabra "mesa" actualmente todo el mundo asocia con un mueble, un tipo de mueble ampliamente utilizado para comer, para trabajar, etc. En realidad no es así, ya que este tipo de mueble, a veces fijo, puede ser nombrado con otros nombres como altar, mostrador, tabla de... Por otra parte nos podemos dar cuenta que cosas que poco o nada tienen que ver con este mueble, utilizan este vocablo para dar nombre, por ejemplo, al órgano que dirige una agrupación o asociación, como la "mesa" de los diputados, refiriendose al órgano que rige el funcionamiento de una cámara parlamentaria. También la mesa refiriendose a lo que se pone en un lugar o se envia: re-mesa, derivado del verbo "mitir", enviar, poner en medio, concepto del que derivan palabras como: misa, medio, misión, etc.

Así, pues, de la misma manera que palabras que se utilizan para denominar una cosa pueden ser utilizadas para denominar cosas muy distintas o realidades muy diferentes, pero que comparten ciertas características comunes que las identifican, hay realidades y cosas que, a veces, pueden ser llamadas, identificadas, bajos prismas y características muy diferentes. Por ejemplo el término "casa", todo el mundo lo tiene más o menos en mente, pero también nos podemos referir a ese concepto con palabras como: mansión, chalet, edificio, piso, apartamento, refugio, choza, chabola, cabaña, etc. Otro ejemplo es el de la palabra "volúmen" que siendo un concepto espacial, también puede ser aplicable a la intensidad de un sonido, siendo su volúmen mayor o menor según su intensidad y fuerza, que al ser mayor o menor, alcanza a un espacio mayor o menor, o llega a un espacio geogràfico mayor o menor. Es lo que diriamos un sinónimo de "potència" o de "intensidad". Otro ejemplo más podria ser la palabra "cuadro" que puede ser utilizada para denominar, llamar, citar o evocar (aquí una serie de sinónimos), las pinturas que se suelen enmarcar en un cuadrado o marco que las circunscribe. Sin embargo, las fotografias no suelen llamarse por este vocablo, a pesar que también suelen ir enmarcados en un formato cuadrado. Pero la palabra "cuadro" o "cuadre" también se utiliza para la contabilidad cuando los números van establecidos en forma de tabla, con columnas y filas, que en las sumas de las cantidades de sus coordernadas horizontal y vertical han de dar, en ciertas casillas, el mismo resultado, por lo cual aquellas "cuadran". Todo el mundo podria, solo de pensar un poco, poner gran cantidad de palabras con significados muy dispares entre si.

Todo ello se debe a que la palabra, al fijarse solo en una de las características de las cosas, es muy aplicable a todo tipo de cosas que contengan aquella característica. Normalmente, cuando aparece una nueva realidad para la cual no tenemos nombre, todo el mundo prueba a dar un nombre, basandose en característica más o menos aparentes. Luego de un tiempo de confluir diferentes nombres para aquella nueva realidad, por un principio de evitar equivocos, se selecciona la más o mejor aceptada socialmente, que es la que, finalmente, denomina a aquella realidad. Este proceso que lo podemos actualmente ver y estudiar, es el mismo que ha venido perviviendo desde el origen de la lengua, pero antes se movia en un plano de fonemas, o raíces sencillas, y hoy dia la composición de palabras se hace con palabras, aunque luego haya un recorte en la extrema longitud de la palabra. Por poner un pequeño ejemplo: el cinematógrafo, fue acortandose en cinema y finalmente en cine, pero la palabra original no era más que la composición de dos palabras griegas: "kines", movimiento, y "grafos", dibujo.