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EL VERBO SER EN IBERO

EL VERBO “SER” EN IBERO

 

 

  1. 1.     Introducción.-

 

Hay diferentes palabras que parecen ocupar el lugar del verbo “ser” en el ibero, aunque, por supuesto, no hay ni mucho menos unanimidad en todos los estudiosos del tema. Palabras acabadas en “-te”, con un sonido que debería ser parecido a “tz”, creo que pudiera ser una forma verbal del verbo “ser”, con sus diferentes formas verbales. Algunos autores han visto en este morfema sufijado como una marca de autoria, pero yo lo asocio a un verbo “ser” en su forma más sencilla y desnuda. Equivaldría al gerundio del verbo vasco, normalmente acabado en “ten” o “tzen”, dependiendo del verbo. Este gerundio arranca de un primitivo “-te” como sufijo que substantiviza un infinitivo: “ema-te”, ‘el dar’. Así, pues, ya sea un infinitivo substantivizado o un gerundio recuerda muchísimo a la partícula final del ibero “-te”.

 

 

  1. 2.     Formas verbales del verbo “ser” en ibero.-

 

Pero con muchas más posibilidades de encontrarnos con el verbo “ser”, en su constelación de diferentes formas verbales, tenemos el núcleo “-ite”, con un conjunto de morfemas antepuestos y pospuestos, que la mayoría responderían a pronombres personales, tal como pasa en todas las formas personales del verbo. Con base en “-ite-“, tenemos: “b-ite-“, “b-ite-r”, “iter-“, con base en “-iti-“,  tenemos “ba-iti-r”, “b-iti-r”, etc. Otras formas que también parecen contener la raíz del verbo “ser” son: “t-ik-er”, “t-ek-er”, “ba-ise”.

 

Realmente tanto “-ite-“, como su sonoro aunque no gráficamente “-itze-“, seria el equivalente a la raíz del verbo “ser”, que en vasco es: “iz-an”, y en latín “es-ere”, y en muchos idiomas vemos como las formas verbales de este verbo tan importante oscilan entre la “t”: “vous êtes”, ‘sois’, y la “s”: “he is”, ‘él es’, del inglés. Las formas verbales más sólidas suelen presentarse como “bit-“ o “bet-“, con una “b-“ inicial que enseguida nos recordará al infinitivo inglés: “to be”, pero no solo a este idioma, sino también al alemán “wesen”, que sin ser el verbo “ser”, que es “sein”, es el nombre del ‘ser’, la nominalización del ‘ser’ como individuo, como existencia, incluso como ‘naturaleza’. Recordemos que también el vasco tiene el verbo y el nombre “bizi”, ‘vivir’ tan parecido al “ser” que estamos comentando, pero este con la “b-“ inicial que ahora nos ocupa. Otras formas alemanas del pronombre personal se acercan a esta palabra: “wessen”, ‘de quien’ o ‘de que’, donde además de “-en” como caso inesivo, tenemos “wes” como ‘alguien o algo’. Muchas son las lenguas que conservan, pues, esta “b-“ o “be” en la formación del verbo “ser” o al margen de él, como veremos a continuación. Para acabar, una mención al imperativo del verbo “ser” en vasco: “be-di”, ‘sea él’ y “bi-tez”, ‘sean ellos’.

 

 

  1. 3.     El verbo “ser” en ruso.-

 

Pero quizás la lengua que más exactamente se acerca a esta raíz ibera “bit” o “bet”, con su ya supuesto valor fricativo “tz”, es la lengua rusa, que tiene a “bitz” como infinitivo del verbo “ser”. Ya no solo es este hecho, sino también que en ruso forma los plurales acabados en “-i” y algunos femeninos en “-in-“, lo que nos acerca a esta lengua como el fondo más primitivo en el cual se sumergen tanto el ibero como el ruso.

 

El verbo “ser” en ruso cambia la vocal de la raíz en función del tiempo, por ejemplo en futuro la raíz cambia a “bud”: “budu”, ‘jo seré’, budesin”, ‘tu serás’. Este aspecto también se da latín, donde la misma palabra “fut-uro”, no deja de ser una forma verbal del futuro, y que básicamente quiere decir: ‘el que ha de ser’, y donde la “u”, equivalente al verbo vasco “u-kan”, tiene este valor semántico del verbo ‘haber’. El cambio de “b” a “f” es del todo lógico y lo encontramos también en nuestros tiempos verbales: “yo fuera”, “yo fui”.

 

El verbo ruso tiene una característica que lo diferencia de otros idiomas, que es el tener el aspecto, es decir, el verbo puede presentar un aspecto perfectivo, cuando ya esta acabado (es lo que pasa con los tiempos perfectos que suelen ser compuestos con el “haber”) y un aspecto imperfectivo, cuando la acción del verbo se está realizando. En cada caso la raíz del verbo “bitz” cambia: la “i” para el aspecto perfectivo, y la “a” de “batz” para el aspecto imperfectivo. Esto nos daría una pista para interpretar las dos formas del verbo ibero: “ba-itir”, “ba-tir” y “bitir”, como posiblemente las dos formas aspectuales del ruso: imperfectivo y perfectivo.

 

El verbo siempre es una pieza fundamental de la frase, pero el verbo “ser” es una de las piezas fundamentales de los verbos, podríamos decir como el padre de los verbos. Este lugar se nota al ocupar un espacio básico en la construcción de la voz pasiva, del participio y también en la formación de otros verbos, tal como ocurre en el idioma ruso. Así encontramos verbos acabados en “-atz”, como verbos especialmente imperfectivos, y otros acabados en “-itz”, como verbos perfectivos.

 

 

  1. 4.     La presencia de “be-“ en inglés y alemán.-

 

Redundando en el valor como tercera persona, y de carácter pasivo, con que aparece este prefijo “be-“, con sus variantes en “ba-“ y “bi-“, creo que se encuentra también muy presente en la formación de verbos y nombres en dos de las lenguas anglosajonas más importantes: el inglés y el alemán. En ambos vemos como este prefijo “be-“ le da al verbo o nombre que acompaña un valor parecido a: ‘ello’, ‘sobre ello’, ‘de ello’,… Por ejemplo, en alemán, tenemos: “be-fallen”, ‘asaltar’ formado con “be-“ más “fallen”, ‘caer’, o “be-gehen”, ‘celebrar’, formado sobre “gehen”, ir, caminar’, o “ge-sagt”, ‘citado’, sobre “sagen”, ‘decir’. También el inglés tiene gran cantidad de estas palabras construidas con el prefijo “be-“ del verbo “to be”, como son “be-fore”, ‘antes’, de “be”, ‘de ello’ y “fore”, ‘proa’ o ‘delante’, por lo cual, describe lo anterior, como ‘aquello’ de lo cual se avanza. O “be-st”, ‘mejor’, de “be” más el morfema “-st”, ‘más’, por lo tanto, lo más de ello.

 

Trabajo realizado por Víctor Montañés i Borràs

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