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PONENCIA JORNADAS LENGUA Y ESCRITURA IBERAS

PONENCIA JORNADAS LENGUA Y ESCRITURA IBERAS

El método comparativo para extraer el significado de las palabras

 

Currículum de l’autor 

 

 

- Estudios de autodidacta en toponimia, etimología, consulta diccionarios etimológicos,

estudio de lingüística en algunas áreas como semántica, gramática, etc.

- Estudio de lenguas diversas con el método comparativo.

- Estudio de la lengua vasca en un nivel básico.

- Actividades de formación en grupos de investigación: Grup de Recerques del Intitut

d’Estudis Ilerdencs, Institut d’Estudis Ibers, de Terrassa, fórum de Celtiberia, escritos en

revistas de Lleida, principalmente, etc.

b) Publicaciones

- Libro “El Preindoeuropeu. Abans de Babel”

- CD rom titulado “Dites i Sons”, con dos partes, la segunda elaborado por Víctor con el

título “Semántica comparada i fonda”

- Escritos en revistas diversas y libros colectivos de Lleida (Ressó de Ponent, Plec, Grup de

Recerques de les Terres de Ponent, etc.)

- Escritos diversos no publicados aun:

Estudi comparatiu entre les 4 llengües cooficials de l’estat espanyol (2007), De l’origen al present de les llengües (2010),  (2010).

Realitat i nom: el nom de les realitats i la realitat dels noms

 - Algunas cartas al director relacionadas con la lengua y las etimologias.

 c) Contacto, internet

- victormontanyes[arroba]hotmail.com

- Blog de temática lingüística: http://istika.blogia.com/

 

    

 

  

2. Resumen de la ponencia

 

 

 

 

El estudio de la lengua y la comparación entre diversas lenguas, antiguas y modernas, me ha

llevado a encontrar una base común, un denominador común a casi todas las lenguas. Estas

raices comunes que se pueden identificar en el castellano, en el catalán, pero también en el

vasco, el latín u otra lengua antigua, me permite enfrentar las muchas veces inexplicables

palabras iberas.

A veces es necesario modificar en algun fonema el sonido que hasta ahora se ha dado a las

letra iberas. Esto permite adaptar mejor las palabras iberas a la realidad actual de las lenguas.

Por otra parte trato de encontrar algunas palabras seguras, como son los verbos, a fin de

desentrañar con más facilidad todo el entramado de la frase ibera.

 

 

 

3. Ponencia

 

a) Fruto de la práctica autodidacta

 

 

 

Pasos:

• Comparación palabras parecidas

• Mezcla de diferentes lenguas, léxicos

• Localización de la raíz o lexema

• Minimización de las variantes fonéticas, p.e. p=b=v=f, k=c=qu,…

Descripción:

• Estudio de las lenguas antiguas, incluyendo el vasco, la toponimia, el ibero,…

http://istika.blogia.com/

Separación lexemas y morfemas:

• Metodologia:

• Agrupar todas las palabras que contienen el lexema, p.e. “bil”

• Comparación de los significados diferentes para encontrar el denominador común

• Aquilatación del significado primigenio de la raíz

Raices más habituales:

• Serian las consonante+vocal+consonante

• Formadas de dos raices primarias: vocal+cosonante (v)c+vc

• Solo hay que sacar los morfemas habituales: por ejemplo: “gall-o”, donde la “-o” es el

morfema de género masculino

• Hay que obviar variantes fonéticas como sonoridad (k/g), palatización (l, ll, y), etc.

• Ejemplo a seguir con el método: raíz “cal/gall”

 

RAÍZ “kal/gall

• Agrupar palabras por su parecido fonético, de momento solo de lenguas latinas

(castellano-catalán)

– En castellano: caja, galante, cajón, encajar, callo, calle, gallo, cayo, cayada,

gayata, gaya, casi, gajo, agalla, gala, galardón, …

– En catalán: cassigall, aragall, margall, calaix, galló,… además de las anteriores

con las que se comparte nombre.

Busqueda de la etimologia y significación:

• CAJA: latín “capsa”, igual significado

• CALAR: latín “chalare” y este del griego “kalan”, ‘abajar’

• CALZAR: latín “calceare”,=

• CALLO: latín “callum”, =

• GALLO: latín “gallu”, =

• CAYO: origen antillano, ‘isla arenosa…’

• GAYA: provenzal “gai”, ‘alegre’ y otras acepciones (lista de distinto color que el fondo)

• GALA: incierto

• GALANTE: francés “galer”, ‘hacer fiesta’

• GALARDÓN: germánico “widarlon”, que hizo “guardón”, =

• GAJO: latin reconstruido “galleum” de “galla”, ‘agalla’

• CAYADO: latín “caia”, ‘garrote’

• GAYATA: igual que “cayado”

• CASI: latín “quasi”, =

Palabras catalanas:

• CALAIX: latín reconstruido “calatheus”, de “calathus”y este del griego “kalatos”, ‘cesta

de mimbre’

• GALLEDA: latín “galleta”

• ENCAIX: latín vulgar “in quasi”, ‘casi’

Palabras de origen desconocido:

• Margalló: desconocida

• Aragall: desconocida

• Cassigall: desconocida

• Margall: desconocida

• Cala: desconocida, palabra de ámbito mediterráneo

• Galdós: desconocida, con el significado en castellano de ‘perdido de aspecto’

Palabras vascas originales de la lengua vasca:

• Kalapita: disputa

• Kalpar: cabellera

• Kalte: daño

• Kalitu: matar animales

• Galdu: perder

• Galde: petición

• Galkatu: aplastar

• Galda: calor sofocante

• Galtzar: seno, regazo

Palabras gallegas:

• Gallado: partido en dos

• Galla: rama de árbol en forma de horca

• Galdrapa: pieza de ropa vieja o rota

• Calvelo: terreno sin vegetación

• Calamidade: calamidad

Palabras inglesas:

• Gale: vendaval

• Gallows: horca

• Gallstone: piedra biliar

• Galore: en cantidad

• Call: llamar

Evolución ´fonética de “kal/gal”

• Previsiblemente la evolución de “kal” fue: cal > call > caix > caj/g (sonido “g” fricativo) >

cay

• Mismo origen para las palabras escritas como:

• -cal, gal, call, gall, cage, gage, caj, gaj, cay, gay

• Mismo significado básico: desgaste y extracción del lado externo

Significado inducido

• De la comparación de los diferentes significados se induce un significado común

• En el caso de cal/gal el significado lo podemos resumir en: ‘lado externo de la

extracción’

• Puede aparecer en cosas que falta algo, como que aquello que se extrae está encima.

• Algunos morfemas u otras raíces acaban de darle el significado final a cada palabra.

 

 c) Palabras iberas en base a su raiz:

 

Selt-ar:

• Raíz “SEL”

• Palabras de la misma familia: celda, sellar, sello, sel, ceja, cielo, etc. (castellanas)

• Significado inducido: lado que limita al exterior.

Ild-un

• Raíz: “IL”

• Palabras de la misma familia: silencio, luna, … (castellanas), hildu ‘morir, matar’, ilun

‘triste’, isil ‘silencio’, ilargi ‘luna’, … (vascas), ill ‘enfermo’, illnes ‘enfermedad’, kill

‘matar’, … (inglesas)

• Significado: lado interno

Teki-ar

• Raíz: “TEC”

• Palabras de la misma familia: techo, arquitecto, tegumento, protección, .. (castellanas),

egi, tegi, etxe, … (vascas)

• Significado: extracción del límite del que viene de fuera

Wi

• Raiz: “U-I”

• Palabras de la misma familia: nos, vos, os, uva, solo, un, … (castellanas), ou, us, …

(catalanas), we ‘nosotros’, you ‘vosotros’, our ‘nuestro’, own ‘poseer, propio’, one

‘uno’,… (inglés), wir, … (aleman), nui,… (ruso, italiano), gu ‘nosotros’, zu ‘vosotros’,

ukan ‘tener’, du ‘el tiene’,… (vascas)

Sak-ar

• Raíz: “SAK”

• Palabras de la misma familia: sacar, saco, saque, saga, saqueo, … (castellanas),

zahar, … (vascas),

• Significado: extracción externa del que sale afuera

Nei-tin i So-sin

• Raíz: “TZIN”

• Palabras de la misma familia: seno, ensenada, en sí, singladura, sindicar, sima, …

(castellanas), tina, siniestra, atinar, dins, …(catalanas), seme ‘hijo’, … (vascas)

• Significado: materia interna del que viene de afuera

Tik-er

• Raíz: “TIK”

• Palabras de la misma familia: chico, tic-tac, con-tigo, … (castellanas), xic, …

(catalanas), ticket, … (inglesas)

c) Palabras iberas en base a su raíz

 

I. Jornadas de lengua y escritura ibérica. Agosto 2015. Zaragoza 59

• Significado: extracción interna del que viene de afuera

Kut-ur

• Raíz: “KUT”

• Palabras de la misma familia: percutir, … (castellanas), to cut, (inglesas), kutun, …

(vascas)

• Significado: sobresale de uno de la extracción externa

Sal-ir

• Raíz: “SAL”

• Palabras de la misma familia: salida, sal, saldo, salvar, sala, … (castellanas), sallar,

salgar, … (catalanas), sail, sala, … (vascas)

• Significado: lado externo de salida externa

Ban

• Raíz: “BAN”

• Palabras de la misma familia: banda, bando, bandera, banco, … (castellanas), bana,

… (vascas)

• Significado: materia externa de la separación de afuera

Lak-un

• Raíz: “LAK”

• Palabras de la misma familia: lago, llaga, alagar, laca,… (castellanas), lagun, …

(vascas)

• Significado: extracción exterior del lado externo

Eb-an

• Raíz: “EB”

• Palabras de la misma familia: prefijos griegos, plenamente adaptados a nuestras

palabras, eu- (eugenesia), bien, y epi- (epistola), sobre, encima, palabras inglesas

como: “ever”, siempre, “evil”, demanio, malo, palabras castellanas: evadir, evitar,…

vascas: “ebaki”, cortar, …

• Significado: separación del límite

Kit-ei

• Raíz: “KIT”

• Palabras de la misma familia:

• Quitar: del latín jurídico y medieval “quitare”

• Quite: sin etimología en el diccionario español

• Guita: quizás del germánico *witta, y este del latín “vitta”, ‘venta sagrada’

• Guitar: cose o labrar con “guita”, en latín ‘cuerda’

• Guiar: origen desconocido

• Guitarra: del árabe “gitarh” y este del griego “kitara”, ‘cítara’

• Palabras catalanas:

• Guitza: ‘coz’, origen desconocido

• Reguitzell: ‘hilera’, ‘serie’, origen desconocido

• Palabras vascas:

• Gida: guia

• Gider: mango

• Kide: compañero

Tak-e

• Raíz: “TAK”

• Palabras de la misma familia: taco, atacar, taquilla, atachar, … (castellanas)

• Significado: extracción exterior del que viene de afuera

 

 

3. Texto ibero: 2a parte de la inscripción ibérica del Pico de los Ajos IIA

a) texto original Pico de los Ajos II A

La laminilla de plomo de 188 mm de ancho por 105 mm de alto, actualmente se encuentra en

el Museo de Prehistoria de Valencia. Fue encontrada por Agustin Sierra en el yacimiento del

pico de los Ajos, en la sierra Martés, aunque el yacimiento fue estudiado primeramente por

Nicolás Primitivo Gómez Serrano.

El yacimiento se cuentra dentro del término del municipio de Yátova, Valencia, en la comarca

de la Foia de Bunyol, y las tres plachuelas de plomo fueron donadas por sus descubridores a

Domingo Fletcher, jefe del Servicio de Investigación Prehistórica, del cual extraigo este

resumen. La plachuela a que hago referencia y estudio es la segunda, II, en la cara A, con

209 signos, concretamente las lineas 8 y 9. Entre la línea 7 y 8 hay un raya de separación. La

cara B también esta escrita.

b) Texto original

SALIR.LABEISIR.KEBELKAIRA.KITEIBORS.KULESBELAURTE.BORARIKU.ESASIRA ETARE…

-

SAL-IR LABE-IS-IR GIBEL KAIRA KIT-EI BOR-S KUL-ES BEL-AUR-TE BORAR-

IKU ES-ASIRA ET-ARE

-

Salir labeisir kibel gaira kitei bors kules belaurte borar iku esasira etare

 

d) Análisis

El caràcter de la laminilla puede ser funerario, o testamentario, más que comercial. En

principio no supongo ningún nombre propio, ya que tampoco veo la diferencia clara entre

estos y los comunes. La traducción es un poco palabra por palabra, lo que puede dar

explicaciones un tanto sin sentido, pero creo que es mejor que adoptar el supuesto contrario,

es decir, presuponer un significado general y irle dando una explicación a cada palabra de

acuerdo a con lo que cabe esperar que hemos de encontrar en cada lugar de la frase.

Evidentemente la localización de los verbos nos ha de dar el núcleo de cada frase, su

sintagma verbal, alrededor del cual pivotaran las otras partes de la oración. El verbo ser y el

tener, como en otras lenguas, son los básicos para dar con esta llave descifradora de todo el

texto. Quizás alguno de ellos pueda acertar, y lo más seguro que algun otro pueda estar

equivocado, pero avanzar un significado es correr también con un cierto riesgo de

equivocación. Lo asumo y espero que la solución, como en tantas cosas pase por saber

encajar las verdades que sin duda vamos reconociendo.

 

e) Propuesta de traducción y explicación

La traducción propuesta es:

Salir (dinero o lote de riqueza) labe (abandonado o dejado) is (es o está) gebel o kibel (detrás)

kaira (hacia el interior) kitei /para los amigos o amigo) - Aquí habria un punto – Bor’s (del final o

de fuera) kules (escogido) belaur (el más joven de la saga) te (es o estan siendo) borar (la

finalización) iko (de) esasira (no son) etare (proceder, venir).

Explicación:

Salir: lleva en –ir el morfema que actua como articulo plural, por lo tanto serian “los” dineros. Salseria

un raiz mucho más amplia que dinero ya que parece abarcar aquello que se fracciona en

partes, como las fincas de los campos.

Labe: parecido a “lavar” y al significado que tiene el verbo inglés “to leave”, ‘dejar o abandonar’.

Is: como la forma inglesa del verbo ser en tercera persona, o quizás un “-es” evolucionado a “is”.

En este caso seria un caso parecido al genitivo latino.

Gebel: como el vasco que a la vez de ‘higado’ significa ‘detras’. Encontramos esta palabra en

“jiba”, ‘joroba’.

Kaira: verbo con el sentido de ir hacia el interior, con una “ka-“ inicial que significaria ‘hecho’.

Kitei: una “i” final quizas como dativo o, también como plural. Kite es igual al vasco “kide”, amigo,

compañero.

Bor’s: aunque encaja perfectamente con el número cinco, creo que en este caso la “-s” final seria

un genitivo y “bor” una raíz que significa ‘final’, ‘fuera’, o ‘cabo de un extremo’.

Kules: también con el morfema “es” que aun hoy nos sirve para forma algunos adjetivos: ingl-és,

cort-és,… Kul- significaria ‘coger’ o ‘escoger’.

Belaur: compuesto por “bel”, palabra muy utilizada eni bero con el significado de ‘saga’, parentela’,

etc. Y “aur”, delante, que da a su vez el singificado de ‘niño’, por ser centro del proceso generativo

el que va delante, el último en nacer. En conjunto podemos decir niñó, pero quizás mejor, el más

joven.

-te: que s ele ha dado el valor de morfema del sujeto agente, aunque creo que es una forma

verbal del verbo “ser”, quizás ‘siendo’ o simplemente ‘es’.

Borar: ya analizado con “bor-s”, pero llevando ahora un morfema “-ar”, frecuente eni bero, que le

da un sentido de articulo colectivizador.

-iko: morfema del caso locativo, con el sentido de, o procedente de.    

Ver el trabajo de Luís Silgo Gauche, se encuentra en Internet, "El vocabulario de la inscripción ibérica Pico de los Ajos IIA (Yátova, Valencia) (MLH F.20.1)", en donde además de explicaciones aparece un dibujo de la laminilla hecha por el historiador Domingo Gletcher Valls.

 

c) Transcripción, secuencia y lectura

Esasira: verbo “ser” de tercera persona plural: s-ir-a, con un morfema negativo “esa”. “S-ir” en

muchos casos aparece escrito como “-tir” (be-t-ir, bai-tir).

Etare: verbo en infinitivo con el sentido de ‘proceder, venir, ser de’.

 

 4. Topónimo: Moncayo

a) Composición

mon-cayo

 

b) Significado

Actualmente se explica por la palabra monte, de la que no hay duda, y del prenombre romano

Cayo, que s ele ha dado el significado del “grajo”, al igual que “gaia” significa urraca. Caio

seria un animal totémico que daria el prenombre o nombre del clan.

Mi explicación va por la raíz “kall/gai” de la cual ya he hecho un pequeño estudio en la

ponencia, y que significa aproximadamente: lado externo extraido, refiriendose a laderas

desgarradas por barrancos o picos y montes separados (extraidos) del conjunto de sierras

que le rodean.

 

c) Evolución

Fonéticament “cal” palatiza en “call”, pero la “ll” va perdiendo fuerza hasta equipararla a “i” o

“y”. Finalmente la “-o” es lógica dentro de la forma de hacr nominativos o nombres procedente

del latín. Tenemos variante en Cayetano, Gaetà, Gallo, Gay, etc.

 

d) Explicación

Muchos accidentes geográficos, al igual que en otras cosas y sucesos de la vida, hay una

extracción que hace que una parte del todo salga a fuera, se desgarre o se desgaje. Esto da

nombre a las “calas” en la costa, pero también a picos y montañas que aparecen

“desgastadas”, quizás por la fuerza del agua en sus barrancos, o “separadas” del resto de una

cordillera, quedando, como es el caso de Moncayo, como una montaña o macizo suelto,

separado de la cordillera ibérica.

  

 

 

Víctor Montañés Borrás

 

 

 

b) Ejemplo concreto: raíz “kal/gal”

EL VERBO SER EN IBERO

EL VERBO “SER” EN IBERO

 

 

  1. 1.     Introducción.-

 

Hay diferentes palabras que parecen ocupar el lugar del verbo “ser” en el ibero, aunque, por supuesto, no hay ni mucho menos unanimidad en todos los estudiosos del tema. Palabras acabadas en “-te”, con un sonido que debería ser parecido a “tz”, creo que pudiera ser una forma verbal del verbo “ser”, con sus diferentes formas verbales. Algunos autores han visto en este morfema sufijado como una marca de autoria, pero yo lo asocio a un verbo “ser” en su forma más sencilla y desnuda. Equivaldría al gerundio del verbo vasco, normalmente acabado en “ten” o “tzen”, dependiendo del verbo. Este gerundio arranca de un primitivo “-te” como sufijo que substantiviza un infinitivo: “ema-te”, ‘el dar’. Así, pues, ya sea un infinitivo substantivizado o un gerundio recuerda muchísimo a la partícula final del ibero “-te”.

 

 

  1. 2.     Formas verbales del verbo “ser” en ibero.-

 

Pero con muchas más posibilidades de encontrarnos con el verbo “ser”, en su constelación de diferentes formas verbales, tenemos el núcleo “-ite”, con un conjunto de morfemas antepuestos y pospuestos, que la mayoría responderían a pronombres personales, tal como pasa en todas las formas personales del verbo. Con base en “-ite-“, tenemos: “b-ite-“, “b-ite-r”, “iter-“, con base en “-iti-“,  tenemos “ba-iti-r”, “b-iti-r”, etc. Otras formas que también parecen contener la raíz del verbo “ser” son: “t-ik-er”, “t-ek-er”, “ba-ise”.

 

Realmente tanto “-ite-“, como su sonoro aunque no gráficamente “-itze-“, seria el equivalente a la raíz del verbo “ser”, que en vasco es: “iz-an”, y en latín “es-ere”, y en muchos idiomas vemos como las formas verbales de este verbo tan importante oscilan entre la “t”: “vous êtes”, ‘sois’, y la “s”: “he is”, ‘él es’, del inglés. Las formas verbales más sólidas suelen presentarse como “bit-“ o “bet-“, con una “b-“ inicial que enseguida nos recordará al infinitivo inglés: “to be”, pero no solo a este idioma, sino también al alemán “wesen”, que sin ser el verbo “ser”, que es “sein”, es el nombre del ‘ser’, la nominalización del ‘ser’ como individuo, como existencia, incluso como ‘naturaleza’. Recordemos que también el vasco tiene el verbo y el nombre “bizi”, ‘vivir’ tan parecido al “ser” que estamos comentando, pero este con la “b-“ inicial que ahora nos ocupa. Otras formas alemanas del pronombre personal se acercan a esta palabra: “wessen”, ‘de quien’ o ‘de que’, donde además de “-en” como caso inesivo, tenemos “wes” como ‘alguien o algo’. Muchas son las lenguas que conservan, pues, esta “b-“ o “be” en la formación del verbo “ser” o al margen de él, como veremos a continuación. Para acabar, una mención al imperativo del verbo “ser” en vasco: “be-di”, ‘sea él’ y “bi-tez”, ‘sean ellos’.

 

 

  1. 3.     El verbo “ser” en ruso.-

 

Pero quizás la lengua que más exactamente se acerca a esta raíz ibera “bit” o “bet”, con su ya supuesto valor fricativo “tz”, es la lengua rusa, que tiene a “bitz” como infinitivo del verbo “ser”. Ya no solo es este hecho, sino también que en ruso forma los plurales acabados en “-i” y algunos femeninos en “-in-“, lo que nos acerca a esta lengua como el fondo más primitivo en el cual se sumergen tanto el ibero como el ruso.

 

El verbo “ser” en ruso cambia la vocal de la raíz en función del tiempo, por ejemplo en futuro la raíz cambia a “bud”: “budu”, ‘jo seré’, budesin”, ‘tu serás’. Este aspecto también se da latín, donde la misma palabra “fut-uro”, no deja de ser una forma verbal del futuro, y que básicamente quiere decir: ‘el que ha de ser’, y donde la “u”, equivalente al verbo vasco “u-kan”, tiene este valor semántico del verbo ‘haber’. El cambio de “b” a “f” es del todo lógico y lo encontramos también en nuestros tiempos verbales: “yo fuera”, “yo fui”.

 

El verbo ruso tiene una característica que lo diferencia de otros idiomas, que es el tener el aspecto, es decir, el verbo puede presentar un aspecto perfectivo, cuando ya esta acabado (es lo que pasa con los tiempos perfectos que suelen ser compuestos con el “haber”) y un aspecto imperfectivo, cuando la acción del verbo se está realizando. En cada caso la raíz del verbo “bitz” cambia: la “i” para el aspecto perfectivo, y la “a” de “batz” para el aspecto imperfectivo. Esto nos daría una pista para interpretar las dos formas del verbo ibero: “ba-itir”, “ba-tir” y “bitir”, como posiblemente las dos formas aspectuales del ruso: imperfectivo y perfectivo.

 

El verbo siempre es una pieza fundamental de la frase, pero el verbo “ser” es una de las piezas fundamentales de los verbos, podríamos decir como el padre de los verbos. Este lugar se nota al ocupar un espacio básico en la construcción de la voz pasiva, del participio y también en la formación de otros verbos, tal como ocurre en el idioma ruso. Así encontramos verbos acabados en “-atz”, como verbos especialmente imperfectivos, y otros acabados en “-itz”, como verbos perfectivos.

 

 

  1. 4.     La presencia de “be-“ en inglés y alemán.-

 

Redundando en el valor como tercera persona, y de carácter pasivo, con que aparece este prefijo “be-“, con sus variantes en “ba-“ y “bi-“, creo que se encuentra también muy presente en la formación de verbos y nombres en dos de las lenguas anglosajonas más importantes: el inglés y el alemán. En ambos vemos como este prefijo “be-“ le da al verbo o nombre que acompaña un valor parecido a: ‘ello’, ‘sobre ello’, ‘de ello’,… Por ejemplo, en alemán, tenemos: “be-fallen”, ‘asaltar’ formado con “be-“ más “fallen”, ‘caer’, o “be-gehen”, ‘celebrar’, formado sobre “gehen”, ir, caminar’, o “ge-sagt”, ‘citado’, sobre “sagen”, ‘decir’. También el inglés tiene gran cantidad de estas palabras construidas con el prefijo “be-“ del verbo “to be”, como son “be-fore”, ‘antes’, de “be”, ‘de ello’ y “fore”, ‘proa’ o ‘delante’, por lo cual, describe lo anterior, como ‘aquello’ de lo cual se avanza. O “be-st”, ‘mejor’, de “be” más el morfema “-st”, ‘más’, por lo tanto, lo más de ello.

 

Trabajo realizado por Víctor Montañés i Borràs

PRINCIPIS TEÒRICS DE LA LLENGUA

PRINCIPIS TEÒRICS DE LA LLENGUA

Quan un vol escriure sobre temes profunds de la lingüística ben aviat es veu en la necessitat de referir-se a la teoria del signe de Ferdinand de Sausure; aquest lingüista va teoritzar sobre la paraula, definint-la com un signe amb dos cares: una fonètica, el so d’aquella paraula, i una cara semàntica, el significat conceptual d’aquests sons que formen la paraula. Fins aquí no tinc res a objectar, però quan afirma que la relació que hi ha entre aquestes dues cares de la mateixa moneda és una unió, fruit d’un conveni, d’una convenció, d’una decisió social i comunitària deliberada, que aplica un concepte a cada grup fònic, tal com és la paraula, aquí surten els meus dubtes.

Aquí podem començar a fer preguntes que Sausure no respon ni aclareix: com podien posar-se d’acord una comunitat si no sabien parlar?, en què es van basar per donar-li a cada concepte aquell grup de sons constitutius de la paraula i no uns altres?, quins mecanismes van seguir les diferents societats o comunitats prelingüistes, en aquell moment zero de la creació de la llengua com a instrument?, quines van estar les primeres paraules?, com es formaven aquestes? I un llarg etcètera de dubtes i preguntes que queden no resoltes, sinó simplement obviades per la simple afirmació de la creació convencional de la llengua, del signe lingüístic, de la paraula. Potser Sausure pensava que els homes primitius podien reunir-se per donar noms a les coses, tal com fan els científics avui dia per donar nom a conceptes científics i a coses que cal anomenar-les d’acord als principis científics. Els científics han donat nom a moltes coses, elements, conceptes, espècies, varietats, molts cops basant-se en les llengües clàssiques, la grega i la llatina. Però no arrencaven de zero, de l’absència d’idioma, de llengua, que els hi servís d’instrument per comunicar-se i per tenir uns elements amb els quals construir les seves pròpies paraules.

És evident que Sausure es va sortir elegantment per la tangent i va donar carta de naturalesa a la capacitat creadora  de l’home des del no res, als parlants del primer moment, adoptant, conscient o inconscientment, decisions que afecten als trets més bàsics de la llengua. És molt probable que un cop adquirides les paraules més bàsiques i rudimentàries poguessin decantar-se, més o menys,  per determinats usos de la llengua, tal i com fa aquesta, un cop ja formada,  de manera constant, però això no implica la formació, des de l’origen, de la llengua, i dels seus principis formatius així com de les pautes d’evolució.

És per això, per ocupar aquest buit explicatiu, que vull proposar aquesta teoria del naixement de la llengua, com fenomen natural, amb càrrega psicològica, que parteix dels gestos fònics com els signes més bàsics i primigenis, previs i indispensables a l’aparició de la llengua, i que havien de ser l’origen de la formació de les paraules, i de la llengua o llengües. Prenc com a marc d’estudi les llengües que més conec i que podem circumscriure a la vella Europa, amb petites digressions cap al nord d’Àfrica o de l’Orient pròxim. Podem dir que aquesta teoria està ubicada en l’occident europeu i nord-africà. 

En moltes d’aquestes llengües, d’aquest àmbit geogràfic: basc, iber, grec, celta, llatí, amazigh, anglès, germànic, llengües romances, etc., podem trobar en cada fonema un significat concret, un sentit, un concepte, comú i coincident en totes elles, la qual cosa  també es contradiu amb la teoria de Sausure, ja que aquest no dona cap valor semàntic als fonemes, sinó als lexemes i als morfemes. Per tant, malgrat no sigui generalment acceptat,  so i concepte van units des del primer moment. I això ens vol indicar que els fonemes tenen un significat concret, aplicable a diferents realitats, externes i internes, i que representen els àtoms elementals  que formen part de les molècules que són les arrels i els morfemes, cosa que es veu clarament en els morfemes i arrels quan aquestes només estan identificats amb un sol fonema. Les realitats de la vida estan íntimament unides als sons, no directament sinó a través d’un gest efectuat amb la boca, que no només implica al so sinó principalment a la manera de pronunciar aquell so.

Per no estendre excessivament aquest punt, només em basaré en les vocals “a” i “i”. La primera, la més oberta que pot fer la boca, i que, per tant, implica conceptes com: ’amplitud’, ‘obertura’, ‘grandesa’, ‘exterior’, ‘extensió’, etc. Per contra, la vocal “i”, la seva contrària conceptualment i fonètica, implica el contrari: ‘petitesa’, ‘interior’, ‘inferior’, ‘debilitat’, ‘inexistència’,  tal com correspon psicològicament a la forma de pronunciar aquella vocal. Per tant, cada fonema té el so que implica la forma de pronunciar-lo, que en el fons és un gest, una representació psicològica d’un concepte abstracte interpretat per la boca, que imita aquella realitat. Els conceptes universals als quals, moltes vegades, se’ls hi han negat la seva existència, com a constitutius de les bases elementals del pensament, si han existit i existeixen actualment incorporats als  conceptes de les paraules actuals: obertura, tancament, explosió cap endavant, extracció, matèria, sortida, separació, límit, dipòsit, corrent, extensió, costat, cara, faceta, propietat, … Tot un seguit de conceptes que són un tant abstractes però no per això menys reals i pràctics, que es relacionen amb necessitats i realitats de la vida, i amb les maneres de representar-les pels gestos de la boca, amb tot el seu ventall de possibilitats: dents, llavis, gola, llengua, …, que poden modular diferents formes i alhora, de forma secundària, sons ben diferenciats uns dels altres. Com he dit abans al parlar de les vocals “a” i “i”, no són conceptes molt concrets materialment sinó oberts i amplis, que abasten una munió o família de conceptes associats, la qual cosa permet descriure moltes realitats amb molt pocs sons. Segons he pogut comprovar els sons bàsics no devien ser més de 12: 4 vocàlics, 4 consonants continues, i 4 consonants oclusives. L’associació entre el concepte amb el so corresponent era immediata, no de forma convencional,  sinó natural, per extensió de la mateixa pronúncia, que al mateix temps, per la seva simplicitat, era fàcilment entesa i compresa per l’oient, tampoc per convenció, sinó per la lògica del gest, la semiòtica del gest profundament associada al seu so,  que podia ser captat per la intel·ligència dels oients. Això havia de generar un procés de generalització dels fonemes bàsics que van formar els àtoms de la primera llengua: simple, elemental, quasi associada als crits d’un o dos fonemes.

Un segon concepte bàsic en la llengua és la seva flexió, la construcció, unió  o composició de diversos sons, de forma que ja no tenim una llengua d’unísons, sinó una llengua composta, de corrents de sons, que es toquen, que es relacionen i es componen entre ells. Quan dos fonemes es pronuncien seguits ja estem davant de la primera paraula composta, de la flexió de la paraula, de la seva articulació,  formant síl·labes del tipus: er, er, or, … as, es, is,… il, ol, … an, en, … ok, ..., et,…, ib,… etc., etc. Això dona ja una riquesa i capacitat per anomenar més coses, que augmenta geomètricament a cada pas on es combinen les primeres síl·labes, ja arrels o morfemes, segons l’ús i la llibertat per formar diferents paraules a mesura que augmenten el nombre de sons dins d’una paraula. Com més sons es combinen i compliquen, més es diferencia la parla  entre grups, ja que no tots desenvolupen d’igual manera les primeres síl·labes, primàries (dos fonemes) o secundàries (tres fonemes). Aquí intervé, no obstant, el factor lineal del temps, no essent el mateix la posició que ocupa un so respecte a l’altre. El primer fonema pronunciat dins de la cadena de fonemes sempre té un valor generalitzador, complementari del segon que va a continuació, que té un valor substantiu, nuclear. Com si la llengua es tractés d’una pel·lícula, tindríem que el primer fonema és el pla general, i que el segon és un pla més curt, més concret, que s’insereix en el més gran, anterior. És un principi bàsic que forma ja els rudiments de la primera gramàtica, de la capacitat de l’home per desenvolupar i crear paraules, frases, oracions. És un principi basat en la juxtaposició dels sons, la seva complementarietat, la seva unió dins del temps, essent els silencis o buits el trencament d’aquest significat conjunt o paraula.

Aquestes arrels primàries, de dos fonemes, van combinant-se entre si per formar les arrels secundàries, que en principi havien de tenir una estructura del tipus: vocal+consonant, més vocal+consonant, que a la llarga, per una contracció i facilitat en la pronúncia, havia de quedar en simplement consonant+vocal+consonant, cosa que es veuria reforçat per aquesta tendència instal·lada en les llengües del tronc indoeuropeu, més predisposades a iniciar les paraules amb consonant que amb vocal, per la qual cosa es perdia la vocal inicial. Són aquestes arrels les més freqüents en la formació de les arrels de les paraules, no així en els morfemes. No obstant podem comprovar l’existència de paraules i arrels d’un, dos o tres fonemes junts, bàsics en la formació de tota mena de classe de paraules: verbs, noms, adjectius, pronoms,…

Tornant a Sausure un podrà preguntar per què  una cosa té diferents noms en diferents llengües, raonament bàsic de Sausure per decidir sobre la convencionalitat de la llengua. La resposta es deu a la llibertat en la formació de les paraules, en la combinació dels diferents elements fònics, el que porta a poder definir coses amb conceptes un tant diferents, basats en propietats de les coses, que per a uns grups poden ser més rellevants unes determinades característiques, i per altres grups o societats unes altres característiques, també presents en les coses. Per exemple, la “taula”, defineix el que els castellans diuen “mesa” no perquè estigui al mig, tal com sembla que significa la paraula “mesa”, sinó per quelcom que surt de l’exterior d’una cosa cap al terra: “at-“, separant-se aquesta cosa del sòl: “-ab-“, i empenyent-la cap a fora: “ol-a”. És una construcció més complicada conceptualment de la realitat de la “taula”,  però que lliga amb paraules com “bola” o prefixes com “ab-“ o “ad-“. De “tabola” tenim variants fonètiques en el celta “dol-men”, o “tolo”, per la contracció d’”au” en “o”. Per tant la formació de paraules és diversa i lliure, la qual cosa fa que, com més lluny sigui una comunitat d’una altra, la possibilitat de divergir sigui més gran, sense l’atenuació que dona les possibles correccions voluntàries o eleccions per semblar-se o diferenciar-se respecte a d’altres grups i llengües.  Fins i tot una mateixa paraula pot existir en dos idiomes, però en una tenir un matís, una accepció o un ús diferent que se li dona en l’altra, o simplement, que caigui en desús. “Casa” és utilitzada en castellà i català, però no en francès que utilitza “maison”, però en català tenim “mas” i “masia” que entronca amb la mateixa arrel del francès, i el francès té la paraula “chez”, ‘casa de’ que es relaciona amb el basc “etxe”, ‘casa’ més el morfema “-ez”, ‘de’. També les paraules castellanes “choza” i “chalet” es relacionen amb aquesta arrel basca. Per tant les relacions entre llengües és molt complicada i diversa, sotmesa a entellats difícils d’esbrinar perquè són fruit d’una evolució llarga de molts anys, de contactes i separacions, que provoca una varietat de la llengua o dialecte, i que a la llarga es fa inintel·ligible entre les variants més allunyades, formant-se les llengües.

Per tant, és evident un únic origen entre llengües, aparentment desconnectades, ja que totes formen diferents branques d’un mateix tronc que agrupa a totes les llengües, que a mesura que van creixent i diversificant-se, van diferenciant-se i separant-se unes de les altres. Les espècies biològiques passen pareguts esdevenirs i evolucions, i la diversitat de la vida ens fa veure les possibilitats de combinació dels elements bàsics, que a cada esgraó de complexitat va incrementant geomètricament les seves possibilitats de variació i combinació. No obstant hem de veure en totes les llengües allò comú a totes elles, els elements primaris, originals i bàsics, fonamentalment els fonemes,  els quals es van combinant per servir al procés de comunicació  que permeten aquests signes fonètics.

Victor Montañes Borràs

ESTUDIO DE LA RAÍZ SEL, FORMANTE DE LA PALABRA IBÉRICA SELTAR

 

ESTUDIO DE LA RAÍZ “SEL”, FORMANTE DE LA PALABRA IBÉRICA “SELTAR”

 

 

 

1. INTRODUCCIÓN.-

 

En ibero es muy frecuente encontrar la palabra “seltar” en lápidas que, se supone por el lugar donde se han encontrado (necrópolis), son lápidas funerarias, con sus típicas leyendas. Santiago Pérez Orozco, en la revista Arse núm. 41, del 2007, hace un estudio en el cual concluye que el valor semántico de “seltar” es equivalente a nuestro “túmulo” o “tumba”, ya que muchas palabras vascas actuales, como “zaldar”, “zolder”, “zelder”, “zildar”,... significan conceptos parecidos a lo que para nosotros es un ’abultamiento’, como es un ’abultamiento en la piel’, etc. Esto, transferido al ámbito de los cementerios y enterramientos, “seltar” seria el abultamiento propio de la tumba, el túmulo que se forma conteniendo el féretro o despojos del muerto.

 

Sobre esta cuestión, y avalado por bastantes estudios semánticos de muchas de las raíces, que son comunes ya no solo a las lenguas de origen latino, sino también a otras de diferente tronco, como el vasco, puedo concluir otro significado significativamente diferente para “seltar”, que es coincidente con las palabras, ya no vascas, aunque también, de origen latino y anglosajón, que contienen esta raíz “sel”. El significado que aporto para “seltar”, congruente creo que también con el mundo de los cementerios, seria el de ’celda’, ’tapa’, o ’cierre’, referido al espacio hueco donde se coloca el muerto, y que luego es ’tapado’ o ’cerrado’, normalmente con una losa. Este cierra o “sellado” es lo que da el nombre a esta palabra tan básica del ibero, que se repite en gran de textos lapidarios.

 

 2. ANÁLISIS DE LA RAÍZ “SEL” EN LA PALABRA “SELTAR”.-

 

Ante todo hay que buscar en nuestras propias lenguas romances aquellas palabras que comparten con “seltar” su raíz, que para mi es solo y tan solo “sel”. Con estas comparaciones podremos dar con el significado de la raíz de la palabra, que subyace no solo en “seltar” sino también, como veremos, en gran cantidad de palabras más de diferentes léxicos. Como analizaré en el punto siguiente, son muchas las palabras que nos ha dejado el latín con esta raíz. Pero previamente he de hace una labor de explicación de por qué “seltar” hay que dividirla en dos partes “sel” y no “selt”, y “-ar”, como morfema que representa a una especie de articulo o demostrativo.

 

El grupo consonántico “lt” o “ld” es bastante frecuente en las palabras iberas. Se da en nombres tan conocidos como el de Lleida, antes “Iltirta”, o en el de Zaragoza, antiguamente “Salduie”. En ambos casos se comparte este grupo consonántico. Estas consonantes luego han dado “ll”, como vemos aun hoy en “Ll-eida” o en “sall-uitana”, nombre latino de la “turma” procedente de Salduie”, que, como se puede observar, ha perdido la “-d-” intermedia, quedando en “ll”. Los romanos dejaron a “Iltirta” en “I-l-erda”, es decir, en una sola “l”, ya que ellos tenían una dificultad importante en pronunciar la “ll” palatal. Estos casos y muchos otros nos hacen ver que la grafia ibérica para “ll” no era esa repetición de la “l” que hoy usamos, sino la “lt” o “ld” que hemos visto, pero con un sonido igual al que aun hoy el pueblo catalán utiliza con profusión, la “ll” palatal, cosa digna de tenerse en cuenta dado que el pueblo catalán en su extensión valenciana, balear e incluso en parte andaluza, ocupa el mismo territorio que ocupaban los iberos, y hemos de ver, pues, a ellos como herederos de su cultura y, en parte, de su lengua.

 

Esta característica fonética del ibero debió de entrar en conflicto con otros pueblos, especialmente los romanos y su latín, que no distinguía la pronunciación palatal de la que no lo era, quedando la doble “l” en una simple geminada. Debido a este choque lingüístico a nivel de este fonema, encontramos muchas variedades de pronunciación de la “l”, que desde la simple “l” evolucionó a doble “ll”, geminada “l·l”, “ll”, palatal, que con el tiempo ha dado lugar a “j” y “y”, especialmente en la lengua castellana, seguramente debido a una dificultad heredada de influencias germánicas. Salvado este pequeño, pero importante, escollo, hemos de coger palabras con base en “sel” y no en “sel-t”, y reconocer como variaciones fonéticas o gráficas las letras “c”, “z”, “j”, “ll”, etc.

 

 

3. COMPARACIONES DE LA RAÍZ “SEL” EN PALABRAS DEL LÉXICO LATINO.-

 

 

Del cúmulo de palabras que contienen esta raíz “sel”, escogeré aquellas más sencillas, teniendo en cuenta que muchas de ellas vienen escritas con “c” en lugar de la silbante “s”, siendo el castellano “ce” y “ci, o “z” un sonido silbante pero más africado hacia los dientes.

 

3.1 La primera y más básica es “sellar”, verbo con un significado que creo se ha cruzado con “sigilo”, ya que en latín “sigillare” tiene el sentido más cercano a ’imprimir’, ’estampar’. En cambio “sellar” es distinta en significado, pues quiere decir ’sellar’, ’cerrar’, ’tapar’, ’concluir’, tal como decimos en “sellar” una pared con una “selladora”, refiriéndonos a la pasta utilizada para tapar los pequeños agujeros y poros de la pared. Igualmente la idea de “sellar” se extiende a todo aquello que, aunque abierto en un momento, puede quedar cerrado, tapado.

 

3.2 Una segunda palabra, esta vez con “c”, es “celar”, que el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) hace derivar de tres palabras distintas: “zelare”, ’emular’, “celare”, ’ocultar’ y “caelare”, ’grabar’, ’tallar’. Es evidente que “celar” es mantener oculto y cerrado un recinto, y de aquí se deriva la palabra “celador”, persona que tiene como misión guardar un espacio cerrado, permitiendo solo el paso a aquellas personas autorizadas a entrar o salir. Palabras como “cancelar” o “cancela” significan algo así como ’cerrar’, ’anular’, ’obstaculizar el paso’. Y de aquí surgieron otros significados secundarios referidos a: ’tener interés’, ’emular’, ’ocultar’, ’vigilar’, incluso palabras como “celo” o “celos”, en el sentido de interés o desconfianza, no dejan de ser derivados del sentido primario ’cerrar’, ’ocultar’, que se ha aplicado a gran cantidad de situaciones, dando lugar a una gran diversidad de significaciones secundarias. La RAE hace derivar “celos” del griego “zelos” y este del verbo griego “zein”, ’hervir’, que se aparta mucho del verdadero origen de la palabra.

3.3 En el sentido de “celada”, “celado” o “celosia” la RAE lo atribuye al verbo latino “caelar”, ’grabar’, ’tallar’, pero creo que se relaciona más bien con la raíz “sel” y su sentido de ’cerrar’ o ’tapar’, ya que las celadas y las celosías, aunque si están recortadas, talladas, representan el cierre de una puerta, de una abertura, que no se cierra absolutamente, para poder dejar pasar la luz o la voz, pero que obstaculizan completamente el paso hacia el interior.

3.4 Otra palabra muy básica, también escrita con “c” es “celda”, en la cual, curiosamente, tenemos el grupo “ld”, muy probablemente porque también en nuestras lenguas romances la palatal “ll” dio lugar a esta interpretación fonética, como vemos en otras palabras: “mo-ld-e”, cuando en catalán la palabra es “mo-tll-e”, con “ll”. Es, pues, la misma raíz con una modernización fonética y gráfica coincidente, al menos gráficamente, con “seltar”. La palabra “celda” proviene de la palabra latina “cella”, sin “d”, y con el sonido “l”, ya que el latín, aunque escribía la “ll”, la pronunciaba como “l”. Su significado que aun conservamos intacto es el de ’lugar o sala cerrados’. Tanto es así que la palabra “cár-cel”, del latín “carcer”, presupone una habitación cerrada para la reclusión de presos. Por lo tanto la “celda” bien puede equivaler a aquel espacio cerrado voluntariamente para contener o guardar cosas o personas.

3.5 En este mismo sentido nos encontramos con la misma palabra, pero compuesta con preposiciones prefijadas, como es el caso de la palabra “con-sejo”, del latín “consilium”, que, aunque el diccionario asocia a ’dictamen de órgano colegiado’, ya que lleva la preposición “con” de compañía, no tiene tanto el sentido del producto del consejo, sino del mismo grupo de persona y el lugar donde se encuentran, es decir, cerrados en una habitación para deliberar y dar una sentencia al respecto de algún tema o cuestión. De aquí que el “consejo” partiera de este ’cerrarse conjuntamente’ en una “celda” para deliberar.

 

3.6 Otra palabra que puede parecer más lejana respecto al sentido semántico de la raíz “sel”, es la palabra “silla”, escrita con “i” que, creo, es una distinción diacrítica del castellano, para, por medio de diferentes grafías, distinguir palabras que tenían una misma pronunciación, pero no una misma significación, y con la finalidad de no prestarse a equívocos. Esta palabra deriva del latín “sella”, que debió dar nombre no al mueble que ahora conocemos como tal, sino a la cinta que apretaba el tronco del caballo y en la cual se fijaba la silla de montar para cabalgar el caballo. Esta cinta o cierre de la “sella” equivale también a otras cintas o pelos que cierran o cubren partes del cuerpo como los “cilios”, derivados posteriormente al castellano como “cejas”. Por lo tanto, la “silla” como el “cilio” no son más que nombres distintos, aparentemente por nombras cosas distintas, pero que nombran a un mismo significado: el ’cierre’ de las cintas sobre un cuerpo o una cosa. Las diferencias entre la “e” y la “i”, como entre la “l” y la “ll” o la “c” y la “s”, no dejan de ser recursos lingüísticos para diferenciar cosas más concretas que el sentido general de la raíz.

3.7 Otra palabra muy usada y que también se ha tenido para ella un étimo latino diferente es la palabra “cielo”, del latín “caelum”, pero con un sonido silbante que lo acerca a la raíz “sel”. Aquí la “e” ha diptongado a “ie”, cosa normal en el castellano, pero no así en el catalán que solo hace “cel”. El “cielo” era para aquella época antigua, y también en cierto modo para hoy, el techo que cerraba por arriba la bóveda que se pretendía que tenia la tierra. Esta idea de ’techo’ subsiste en las expresiones: el “cielo raso” para el falso techo de las viviendas, o el “cielo” del paladar.

3.8 Una palabra más que se le ha dado origen latino distinto a las anteriores palabras, es el verbo “cejar”, muy parecido fonética y gráficamente a “ceja”, y que la Real Academia de la Lengua Española (RAE) hacer derivar del verbo latino “cessare”, ’retirarse’, pero que personalmente no comparto que sea este su étimo, ya que el significado más auténtico es el de ’acabar’, ’cerrar’, ’finalizar’, que aunque pueda acercarse fonética y gráficamente a “cesar”, este conlleva otro sentido más claro de ’cortar’, y el otro de ’cerrar’, ja que sus raíces base son diferentes: “ses” y “sel”, que con la palatización de la “l” paso a “ll” y luego a “j”.

3.9 Los verbos con base en “cello”, como “excelir” y sus adjetivos derivados (excelente, excelso, etcl) no tienen una explicación en base a esta raíz “cell”, sino es aplicada con el prefijo “re-” o “ex-”. En el caso del latino “excello”, con el sentido de ’sobresalir’, creo que es fácil deducir que “cello” se refiere a algo que establece un techo, un límite por arriba, que es sobrepasado o superado por aquel que “excele”.

3.10 Una palabra con significado muy distinto es “selva”, del latino “silva”, pero que, a pesar de ello, y si analizamos las dos raíces que componen la palabra, “sel” o “sil” y “b-”, podemos explicar la palabra en base a este compuesto que significa: ’separación’ (“b”), del que es ’cerrado’ (“sel”). Por lo tanto, se concibe la “selva” como algo que esta separado del espacio cerrado, limitado, propio de las personas y de su propiedad. La naturaleza, por definición, es abierta, sin límites y sin cierres artificiales para las personas, animales o vegetales.

3.11 Otras palabras que se relacionan con el concepto ’techo’, ’tope’, ’cierre’, son las palabras “doncel” y “doncella”, compuestas por “dominus”, ’señor’, contraído a “don”, y “cel”, que no es el morfema de un simple diminutivo, sino el sentido que hemos visto hasta ahora de la raíz “sel”: ’limitar’, ’cerrar’, determinando al concepto que acompañan, en el caso de “doncel/doncella” a “don”. Por lo tanto, se concibe al “doncel/doncella” como aquella persona joven, limitada en el tiempo y en su desarrollo físico, psicológico y social, especialmente en los hombres cuando aun no se han estrenado como caballeros y guerreros. En el caso de las mujeres el paso a “dominas” es el hecho de ser mujeres casadas, siendo las “doncellas” solteras.

3.12 Trasladándonos al idioma catalán, podemos añadir alguna palabra distinta más, típicas en este caso del léxico catalán. Es el caso del “sello”, ’botijo’, que el diccionario catalán-valenciano-balear (DCVB) atribuye a un latino vulgar reconstruido *sitilone, derivado de “situlo”, ’cántaro cerrado’. Para mi no es convincente este razonamiento basado en la reconstrucción de una palabra procedente del latín, cuando tenemos con mucha mayor claridad la raíz “sel”, que no necesita ser derivada de ningún “situl” latino, sino directamente de la raíz “sel”. Precisamente la característica de este tipo de “cántaro” es la de estar cerrado, con solo dos pequeños orificios en la parte de arriba, uno mayor para poner el líquido, y otro más pequeño par poder beber a chorro.

3.13 Abundando en la terminación “cell” o “cella”, que ya hemos visto para “doncel/doncella”, en catalán encontramos nuevos ejemplos de este, considerado, diminutivo: “porcell”, ’cerdo pequeño’, donde, además de la raíz “porc-” del cerdo, es evidente el sufijo “cell”, con el sentido de ’pequeño’, que, como ya hemos visto en los casos anteriores, prefiero atribuir al significado de “sel” como ’cerrado’, ’limitado’ en su crecimiento. Otra palabra, todavía más clara y evidente es “poncella”, ’capullo de una flor’, que el DCVB hace evolucionar de otra raíz latina diferente como es “pullicella”, ’pollita’, cuando es muy diferente la raíz “pon” de la de “pol”. Lo que si acierta es en el carácter diminutivo de “-cella”, para la cual yo le doy la misma significación que hemos visto hablando de “doncel” y de “porcell”. Es aquí mucho más evidente el carácter de ’cerrado’ de la flor antes de ser flor, la flor en ciernes, que se encuentra aún tapada, cerrada, cubierta en sus propios envoltorios.

3.14 Ya para acabar esta serie de palabras, propongo dos más muy parecidas: “cincel” y “pincel”. Ambas, según la RAE, derivan de palabras latinas un tanto forzadas: la primera , “cincel”, del bajo latín “scisellum”, derivado de “scindere”, ’hendir’, ’escindir’, y la segunda, “pincel”, del propio catalán “pinzell”, y este del latino “penicillu”, compuesto en base a “penis”, ’cola’. Por lo que a mi me sugiere, veo que ambas palabras tienen la raíz “cel” de la que estamos tratando como una variante más de “sel”. Su significado es el de ’cerrado’ que referido a “cincel” se refiere a la capacidad de que lleva en si, ’cerrada’ en si, de perforar, de cortar, de separar (raíz “sin”). En la segunda palabra, “pincel”, “cel” se refiere, como en “cilio” y “ceja”, a los hilos que cierran y contienen la pintura que se acumula entre ellos, y que permiten aplicarla a una superficie.

 

 

 

 4. COMPARACIONES CON EL LÉXICO VASCO Y OTRAS LENGUAS NO LATINAS.-

 

Los idiomas antiguos son los que se hablaron en estas tierras de la península ibérica antes de la llegada de los romanos, y la consiguiente latinización, que se fue imponiendo lentamente hasta llegar a la casi totalidad de la península (se exceptúa la lengua vasca). Los diccionarios no suelen encontrar étimos en estas lenguas por ser bastante desconocidas, incluso el vasco o lenguas euscaroides que se hablaran en aquella época. A veces, simplemente, se limitan a observar que es una palabra de origen preromano, sin especificar más.

También algunas palabras son fácilmente entroncadas con el vasco por ser de muy clara su relación con las palabras actuales (castellano: “izquierda”, vasco: “ezker”, o catalán: “sucarrat”, ’quemado’, y vasco: “sugar”, ’llama’). Pero ya es mucho más difícil localizar en nuestro léxico palabras procedentes del ibero, que las debe de haber, pero por se esta lengua aún no conocida con seguridad, no se puede aventurar que estén presentes en el léxico castellano o catalán, por ejemplo. El bereber si que puede desempeñar una ayuda en la interpretación de nuestras palabras, por ser este idioma no indoeuropeo y estar entroncada en buena parte con el vasco y en lógica consecuencia con el ibero. No obstante si que podemos buscar los etimos vascos, iberos y berebers en algunas palabras, más de las que uno piensa, en las palabras que la misma RAE o el DCVB señalan como preromanas o preindoeuropeas. En el siguiente apartado analizaré aquellas palabras que contienen la raíz “sel” y estan presentes en los léxicos anglosajones, habiendo estos, vía invasiones germánicas, haber introducido algunas palabras en nuestros léxicos.

4.1 La primera palabra que la RAE cree que no es latina y se decanta por ser preromana es la propia palabra “sel”, ’pradera utilizada para la siesta el ganado vacuno’. Es una palabra de uso rural y regional, por lo tanto dialectal, pero es un caso muy claro y evidente de utilización de esta raíz de forma sencilla. De hecho los prados o pastizales eran zonas valladas, cerradas, protegidas por setos, de forma que los “sels” eran lugares cerrados donde ’cerrar’ las vacas para pasar sus horas de descanso y protegidas de posibles peligros.

 

4.2 Dentro del léxico vasco actual también encontramos, aunque pocas, palabras que contienen esta raíz “sel”, tal como es “zel-ai”, ’campo’, ’prado’, ’llanada’. Aquí vemos como “sel” lleva añadid una segunda raíz o morfema, “-ai”, que creo proveniente de una “l” palatizada de la raíz “-al”, con el significado de ’lado exterior’. Son muchos los diptongos acabados en “-ai” que provienen de esta evolución fonética de la “l” palatizada (“gar-ai”, “g-ai”, “k-ai”, etc.). En “zelai” tenemos un espacio exterior vallado, cerrado, limitado, que es utilizado para finalidad agrícola o ganadera.

 

4.3 Una segunda palabra, mucho más de uso gramatical, es “zelan”, ’como’, ’según’. Es una palabra que seguramente esta relacionada con otras también de función gramatical y muy utilizadas como “zer”, ’que’, ’algo’, “zerbait”, ’algo’, “zergatik”, ’por qué’. En mi opinión la “r” y la “l” son en el vasco, al igual que en el bereber o amazigh, intercambiables. Por ello creo que tanto “zer” como “zel-an” comparten la misma raíz, que es “sel” y no “zer”. El significado en estas palabras, en principio tan alejadas semánticamente de las que hemos estado viendo, es que “sel” define a una cosa ’cerrada’, ’limitada’, y que puede dar lugar a muchas aplicaciones y a muchos conceptos derivados, pero el más general y abstracto es el de definir una cosa por ser ella misma, cerrada, diferenciada de otras. Es lo mismo que nosotros definimos con el “que”, como algo concreto y diferenciado. En “zel-an” tenemos, además, el morfema locativo “-an”, ’en’, ya que el modo se traduce como estar situado, sobre o encima de algo, que es lo que nos da el ejemplo a aplicar en otra situación parecida.

 

4.4 Otra palabra vasca que contiene la raíz “sel” y podría no ser más que un préstamo latino, es la palabra “zela”, ’silla de montar a caballo’, y hay que hacer notar aquí el sentido de la ’silla’ como la utilizada para el caballo, tal y como hemos visto al tratar del latino “sella”. Por lo tanto, bien podría haberse tomado del latín, o, por lo contrario, el latín tomarlo de una lengua preindoeuropea anterior al latín en la península itálica.

 

4.5 También con posible origen latino tenemos la palabra vasca “zelata”, ’acecho’, que ya hemos comentado al hablar de los diferentes significados del verbo “celar”, entre ellos los de ’vigilar’, ’cerrar’, ’estar a la entrada/salida de un recinto’, o simplemente vigilando el movimiento de algún animal o persona para cogerla en una trampa, en una ’encerrona’.

 

Aunque son muchas más las palabras vascas, es bastante claro que son pocas en cantidad que las comparadas con las de origen latino, y las que tiene el vasco es muy probable que la mayor parte sean prestamos latinos. Es pues bastante evidente que esta raíz sea mucho más presente en el idioma latino que en el protovasco o en el ibero. Esto nos induce a pensar que la lengua ibera cogiera la palabra “seltar” del léxico latino, o al menos, de lenguas de la misma familia que el latín, como seria el celta de aquella época.

 

 


5. COMPARACIONES DE LA RAÍZ “SEL” CON LOS LÉXICOS ANGLOSAJONES.-

 

En la lengua inglesa encontramos algunas palabras que, también, podemos relacionarlas con esta raíz. Las más importantes són:

 

5.1 “Seldom”, ’pocas veces’, ’raramente’, la cual, si quitamos el morfema “-dom”, que da nombre a una cualidad, como en nuestro léxicos el morfema “-dad” (mal-dad, liber-tad, herman-dad, etc.), obtenemos la raíz pura “sel-”, plenamente coincidente con la fonética de la misma. En su aspecto semántico, el más difícil, creo que el hecho de ser u objeto ’raro’ o poco frecuente se debe a ser un objeto ’cerrado’, de poca expansión o abertura a la sociedad. Por lo tanto se equiparan los conceptos de ’rareza’ con el de ’cerrado’.

5.2 “Select”, ’escoger’, es una palabra también existente en latín, y que, seguramente, fue prestada por este al inglés en su romanización de las islas británicas. “Sel-ect” se compone de dos raíces muy claras: “sel-”, con el significado ya visto, y “-ec-”, con el sentido d’’extraer del límite’, ya que el hecho de ’seleccionar’ se resume en ’extraer fuera un objeto que se encontraba dentro, cerrado’.

5.3 Una palabra típicamente inglesa es “sell”, ’vender’, que junto a “sale”, ’venta’, forman un dúo donde el cambio fonético de la vocal puede significar una variación del morfema, dentro de la misma raíz. Creo que el significado de “sale” es parecido a nuestras palabras “saldo”, “saldar”, que se refieren a aquella parte exterior que “sale” o queda fuera de un conjunto. Es pues aquella parte que queda fuera del grupo, al servicio de otra gente a la cual la hemos librado. En “sell” la presencia de “e” nos hca ver como el lado de límite (“-el”) juega un papel de barrera, que tan pronto cierra como abre para dejar pasar alguna cosa. Este juego de abrir o cerrar es el que da nombre al verbo “sell”, como capacidad para ’vender’, para desprenderse de alguna cosa.

5.4 Con una pequeña variación fonética, “sh” en lugar de “s”, tenemos la palabra “shell”, ’cáscara’, ’caparazón’, una definición que da en el clavo y cuadra perfectamente con el significado de la raíz “sel”, como ’cierre’, o objeto que cierra, que limita un recinto.

 

En la lengua alemana encontramos palabras, algunas comunes con el inglés, que también llevan esta raíz. Veamos algunas:

 

5.5 Común con el inglés “self”, tenemos la palabra “selbst”, ’uno mismo’, donde la raíz “sel” se desvirtúa al llevar la raíz añadida, en su mínima expresión, “-b”, ’separar’. Así pues, se define la capacidad de ser independiente de los demás, de ser uno mismo, con la separación de un lugar cerrado con lo que representa de límites a la libertad de actuación y de expresión. Las condiciones que limitan a uno mismo son las nos impone un grupo cerrado, limitado, con normas que unen y diferencian a ese grupo.

5.6 También comparte con el inglés la palabra “shelter”, ’refugio’, ’cobertizo’, que tiene su correlato alemán en “zelt”, ’tienda’, ’carpa’, con una ligera variación fonética, pero que comparte el valor de ’cierre’ o de ’cobertura’ propio tanto de una tienda como de un cobertizo.

5.7 Para finalizar un nombre propio del alemán, aunque extraño semánticamente respecto a todo lo dicho: la palabra “sellerie”, ’apio’ en alemán. Quizás sea esta una hortaliza que sus hojas cilíndricas y concéntricas se cierran unas a otras, como las capas de una cebolla. Si a este concepto básico le añadimos el morfema “-erie”, propio de los lugares o cosas donde abunda algo (libr-eria, sidr-eria, cristal-eria, etc.), podremos definir a esta hortaliza como ’donde abunda los cierres’.

 

 

6. CONCLUSIÓN Y RESUMEN.-

 

Hemos visto una palabra ibera como “seltar” que podemos muy bien traducir fonéticamente como “sellar”. Tenemos que el sufijo “-ar”, como ya se explica en mi otro trabajo titulado “Similitudes entre el vasco, el bereber y el ibero”, equivale a un articulo demostrativo que fue utilizado ampliamente por el ibero, pero también por el vasco, quedando no solo en el articulo sino en muchas palabras de su léxico: “sen-ar”, ’marido’, “ib-ar”, ’valle’, “old-ar”, ’empuje’, etc. También esta presente en el morfema castellano de las palabras colectivas del tipo: “pin-ar”, “vill-ar”, “castell-ar”, “sol-ar”, etc.

 

Esta palabra “seltar”, basada seguramente en una tradición celta o latina funeraria, dio nombre a los recintos, y más concretamente a las tapas que cierra o cubren los huecos utilizados como fosas funerarias. Esto que hoy llamamos “lápida” equivaldría a la antigua “seltar”, superficie sobre la cual seria oportuno escribir grabando en la piedra las dedicatorias o epitafios más comunes en los cementerios. Tanto si son casos de inhumación como de incenaración, la tapa o lápida servia para sellar o cerrar los restos allí depositados en la cavidad.

 

Quizás la palabra más próxima a “seltar” en castellano sea “celda”, como lugar cerrado, tapado, y destinado a contener algo para nosotros valioso. Respecto a las traducciones de algunas frases gravadas en ese tipo de lápidas, el señor Santiago Pérez Orozco propone unas cuantas donde aparece esta palabra, y de las cuales yo solo analizaré un par. Se trata de las leyendas calificadas como E.10.1 de Cretas, y la F.5.1, de Cabanes, que voy a intentar traducir con la siguiente lectura:

6.1 “Kalun seltar”, es la primera, de Cretas, en la confluencia entre los paises aragonés, catalán y valenciano. Es evidente que “kalun” complementa a “seltar”, y hay que leerla como un complemento determinativo. Por otra parte, tenemos en “kal-un” una terminación, “-un” muy corriente aun hoy día, y que en vasco forma parte del morfema “.-dun”, ’el que tiene’, ’propietario’, compuesta a su vez por “-un”, que leeríamos como ’que tiene’, y donde la “-n-” actúa como pronombre relativo, y “-u-” como raíz mínima del verbo “u-kan”, ’tener’, más “-d-” como raíz mínima del verbo ser, “izan”, pero que en su tercera persona hace “d-a”, ’él es’. Por lo tanto, tanto “-dun” como “-un” podríamos traducirlo como ’que tiene’ o ’poseedor’. 

Respecto a la raíz “kal-” muy analizada en otros trabajos míos, es indudable que se relaciona con lo ’perdido’, en un sentido amplio, pero más concretamente a los huecos o agujeros que, de forma natural o artificial, vemos en la naturaleza: “cala”, “calado”, “calar”, etc., incluso en el vasco tenemos “kale”, ’calle’, “kai”, ’muelle’, es decir, lugares perforados, desgastados, ahuecados como es el caso de una fosa, para, en este caso, alojar al difunto. Una vez analizada la palabra “kal-un” como la que ’tiene cavidad o fosa’, podemos leer la frase como: ’lápida’ (cierre o tapa) que ’contiene una cavidad’, explicativa pues de su propia realidad y contenido. Puede parecer una explicación demasiado simplona, pero creo que el lenguaje no hace más que describir lo que ya es evidente.

6.2 La segunda frase ibera es: “iltirbikisen seltar wi”, vemos en primer término”iltirbikisen”, con un “-en” final, que siempre, casi todos los estudiosos del tema, interpretan como el morfema del caso genitivo: “de”, traducción muy paralela a “iltirkesk-en”, referido a las monedas ilergetas, que debemos leer como ’de los hombre de Iltirta’. A diferencia de esa leyenda monetal, esta frase tienen un “-bi-” infijo que distorsiona la lectura. Este “bi” siempre se suele traducir por el número ’dos’ y que aun hoy se hace servir en algunas palabras (bi-sílaba, bi-pedo,...). El témino “kis-” comparte raíz con la palabra sustantiva vasca “giz-on”, ’hombre’, por lo tanto seria ’dos hombres’, o mejor, “bi-kis-en”, ’de dos hombres’. Respecto a “iltir-”, que habriamos de leer como “illir- se ha traducido como el “ili” ibero o el “iri” vasco, ’ciudad’. Jo creo que la terminación “-ir” equivale a un articulo plural, ’los’, por lo tanto seria no ’la ciudad’ sino ’las ciudades’, como un pluralitzador que a la vez es individualizador, miembro de un colectivo. Este término “illir” forma parte del nombre de la ciudad de Iltir-ta y creo que, también, del pueblo valenciano de Lliria.

Aceptando, pues, todos estos postulados, la lectura de “iltirbikisen” seria la de: ’de dos hombres de las ciudades’. Faltaría averiguar la corta y misteriosa palabra “wi”, que Orozco asocia a un demostrativo tipo “esta”. Para mi “wi” también es un demostrativo, pero plural, como en el bereber en que la “i” se asocia al plural. Seria “wi” estos, ya que la “w” se asocia con el masculino y la “t” con el femenino. El resultado final de toda la frase seria: ’de dos hombres de las ciudades, la lápida, estos’, o quizás de forma más actual: estos, la lápida de dos hombre de las ciudades, o de ser un nombre propio, de Lliria.

 

Todo ello no son más que aproximaciones hipotéticas en las que son necesarias conjugar léxicos provinientes de latín y lenguas romances (castellano, catalán, …), del vasco actual y del hipotético vasco antiguo reconstruido, del ibero, con la ayuda inestimable de la lengua bereber actual, en muchas cosas explicativa de ciertos rasgos tanto del vasco como del ibero. Seria pues la lengua ibera un conglomerado de aportaciones, por una parte indoeuropeas, ja sean celtas o latinas, y de un fondo importante de lenguas no indoeuropeas, emparentadas con el vasco y el bereber de aquella época.

Similitudes entre el vasco, el bereber y el ibero

 

Similitudes entre el vasco, el bereber y el ibero

 

 

  1. Introducción.-

 

Ya hace tiempo que se está intentando interpretar los escritos ibéricos con la ayuda, a veces reconocida y otras no, del idioma vasco. Todos los intentos han dado algún fruto, pero todos dejan un sinsabor de no haber conseguido dar con las claves de esta misteriosa lengua.

 

También yo, en repetidos intentos, he mirado de conseguir una brizna de claridad y de seguridad en la interpretación, ya no tan solo de las palabras en su sentido léxico, sino también en su morfología, en su gramática, en sus verbos, pronombres, etc., datos que son más importantes que la única interpretación semántica de cada palabra. Esto es lo que nos da las mejores claves para interpretar una lengua, además del estudio de su léxico, tema en que diversos autores han hecho muchas aportaciones.

 

Por otra parte creo que es muy necesario entender las lenguas vasca y bereber, como dos lenguas vivas, conocidas en su estado actual, y que han evolucionado desde un pasado desconocido, y que, por lo tanto, es necesario reconstruir su evolución hacia el protovasco y hacia el protobereber, en una época lejana de más de 2.000 años, época en que encontramos en auge la civilización y la lengua ibérica, plasmada esta última en sus numerosas inscripciones.

 

La lengua ibera, precisamente por su carácter de lengua muerta y de pocas, relativamente, muestras de sus escritos, debe ser cogida con mucho recelo, ya que ha estado muy interpretada pero con una total divergencia en cuanto al contenido de las interpretaciones. Pocos autores se han podido poner de acuerdo en la interpretación aunque sea de unas pocas palabras o de unos pocos morfemas.

 

Por mi parte veo una dificultad añadida: el hecho que hay dos fonemas que, en su lectura de las letras ibéricas, no son bien identificados. Son para mi dos fonemas muy importantes: el primero descrito en transcripción fonética como /tS/, y escrito en castellano como “ch”, y que en ibero normalmente se funde con los fonemas guturales de la serie silábica de la /k/, ya que el ibero ignora la diferencia entre guturales sordas y sonoras. Es una duda que tengo, pero que ya se confirma como segura, que la existencia de este fonema /tS/ es casi siempre traducido como si fuera /k/, y a veces, con menos probabilidad, como si fuera un sonido silbante /s/ o fricativo como “c” (cerilla, cazo, etc.). El sonido palatal de /tS/, tal como pasa hoy en muchas lenguas, no tiene un tratamiento diferenciado de otros fonemas, y así nos encontramos que la letra “c” puede adoptar tres tipos de fonema: /z/ de “cerilla”, /k/ de “casa” y /tS/ de “charco”, pero esta vez con una “h” añadida que nos indica su diferencia fonética.

 

El segundo fonema que no es claramente identificado en el ibero es la “ll”, con sonido palatal (llama, caballo), además de ser lateral como la /l/. Esta variante de la “l”, presente, según creo, en épocas muy antiguas, ha dado muchas variaciones fonéticas, como seguidamente veremos. De la “ll” surgen sonidos tan variados como /x/ (jota, gente), /j/ (apoyar, boya,…) o incluso /tS/ (chaflan, chato,..), que ya hemos visto al hablar del otro fonema /tS/. También podemos ver una evolución de la “l” hacia la “r” desde el vasco antiguo y el bereber antiguo a los idiomas actuales, cambio que probablemente ya se dio en tiempos lejanos.

 

Todos estos puntos y algunos otros son necesarios para reinterpretar textos ibéricos, a la luz de todo lo que se ha aportado sobre ellos hasta ahora por parte de otros autores, así como de la aportación, que, aunque pequeña, pretendo hacer con este trabajo, en el cual se tiene en cuenta una transcripción fonética diferente, y la ayuda de la lengua bebeber, que, a pesar de que no se hayan encontrado muchas similitudes con el vasco a nivel léxico, si las tiene, y muchas a nivel gramatical y morfológico, tal y como podemos ver a continuación.

 

 

2. El pronombre de tercera persona.-

 

El pronombre de tercera persona es importante para conjugar los verbos, como también en muchas lenguas, para formar el articulo (él, el, ella, la, ello, lo). En esta palabra tan importante para una lengua han jugado mucho los factores evolutivos del sonido /l/, que, como creo, forma la base de esta palabra, ya no solo en nuestra lengua castellana, o las lenguas de origen latino, sino también en otras como la vasca, el bereber o el ibero, según pienso demostrar.

 

Aunque ninguna de estas tres lenguas lo conserva hoy día con el fonema original, el étimo original antecedente a las formas actuales de 3ra persona, seria “al”, base y raíz de muchas palabras en diversos idiomas, desde el “al-ter”, ‘otro’ en latín, pasando por “al-de”, ‘al lado, a favor’ del vasco, a nuestras palabras “al-a”, “aj-eno”, “l-ado”, etc. Su valor semántico es, basado en sus dos fonemas constitutivos (/a/ y /l/), es el de ‘lado externo’, que se aplica a todo aquella persona o cosa, que se sitúa cerca de uno, a su lado. Por ello es aplicable al pronombre personal de tercera persona, y de aquí al articulo determinado, como ahora veremos para estos tres idiomas no indoeuropeos.

 

“Al” se descompone, como he citado arriba, en /a/, vocal que significa ‘exterior’, y /l/, ‘lado’, aunque también ‘cara, manera, faceta, forma,…’. En conjunto podemos definir a “al” como ‘el lado exterior’. Como he citado al principio, el fonema /l/ fácilmente deriva en otros sonidos parecidos, y finalmente nada parecidos a su origen /l/, debido principalmente a la palatización de la /l/ a “ll”. Pero en vasco y en bereber se dio, a la vez que la palatización, otro tipo de evolución hacia la /r/ no vibrante, que hizo derivar la palabra “al” hacia “ar”, escrito en vasco como “har”, demostrativo de lejanía, ‘aquel’, que por evolución y debilitamiento de la consonante final quedo en el artículo determinado actual “-a”, (“etxe-a”, ‘la casa’) con la pérdida de la “-r” final, como pasa también en el catalán actual “menja-(r)”, donde la “r” final no se pronuncia.

 

En bereber también se dio esta evolución más el ensordecimiento de la “-r” final, aunque su posición, a diferencia del vasco, es de anteposición, quedando el articulo bereber en “a-“, como en “a-meqqran”, ‘el grande’, aunque con un segundo morfema referido al género, que se añade cuando el género de la palabra es femenino: “t-“, que se pospone al morfema “a-“ del articulo básico (“t-a-meqqran-t”, ‘la grande’).

 

En ibero, que parece encontrarse en su evolución más cerca del idioma vasco que del bereber, la “-r” final de “-ar” se conserva, y como el vasco se coloca pospuesto al nombre: “selt-ar”, que habitualmente se viene traduciendo como ‘tumba’, ‘pira’, ‘sepultura’,… Por lo tanto, las tres lenguas llevan un mismo articulo determinado o pronombre de tercera persona, que proviniendo de un étimo común lejano, “al”, ha evolucionado hacia “a-“, “-a” y “-ar”.

 

 

3. El morfema pluralizador.-

 

Curiosamente uno de los plurales más utilizados en el vasco, ibero y bereber provienen de este determinativo singular “al”, en su variante palatizada “all”, una evolución que es antigua porque de ella han evolucionado gran cantidad de variedades fonéticas, y que han dado lugar a muchas malas interpretaciones y confusiones.

 

Una forma muy primitiva de formar el plural era, y es aun en lenguas menos evolucionadas, la repetición de la palabra. En el caso de “al” o “all” es muy probable que el primer plural de la tercera persona fuera simplemente esto: “al-al” o “all-all”, la simple repetición. Pero como intervino diferentes formas fonéticas de la /l/ seguramente dio lugar a “all-al” y después “ai-al”. Cuando la palatización de la /l/ entro en funcionamiento en el segundo término, se pudieron formas diferentes posibilidades como: “ai-aj”, “ai-aij”, o “ai-ij”, que finalmente dio lugar a los diversos plurales con que cuenta el vasco actual: primeramente la “-k” final, que no deja de ser una ensordización del sonido /x/, que al final de palabra se hace más seco y sordo, quedando casi como oclusivo, y escrito con “k”, en lugar de “j”.

 

En segundo lugar vemos como también se forma el pronombre personal de tercera persona plural, “hai-ek”, con sus diferentes morfemas de caso, o el artículo determinado plural: “-ak” y “-ek”, incluso la vocal “-e-”, enclítica como en “-e-t-”, o en el pronombre personal de segunda persona plural: “zu-e-k”. También se conserva la “-k”, sin más, como plural de nombre no determinados. Esta evolución tan diversa nos hace ver que el sonido palatal “ll” no es nada estable y evoluciona de forma diferenciada.

 

En el bereber parece haberse simplificado a solo “i-”, que, como es habitual en este idioma, siempre va antepuesto: “i-meqqran-en”, ’los grandes’, con un sufijo “-en” pospuesto de refuerzo de “i-”. Quizás anteriormente fuera “ai-”, pero, como simplificación y al ser un dato nuevo y diferenciado del singular “a-”, debió quedar la simple vocal “i-”, ’los, las’.

 

Esta diferencia simple también la comprobamos en el ibero: muchas palabras que parecen sustantivos acaban en “-ir”, como también lo hacen en “-ar”, lo que se acoplaría a la diferenciación que ejerce el idioma bereber: “a-” para el singular, y “i-” para el plural. El ibero, no obstante, si conserva el fonema final “-r”, de “-ar” y de “-ir”, aunque no sabemos si a nivel fonético esta diferencia se pronunciaba, o solo existía a nivel escrito.

Esto nos lleva a pensar que una evolución fonética de la /l/, en dos variantes al menos: “ll”, seguramente en el primer termino de “all-al”, y “r” en el segundo “al-ar”, nos llevo a una simplificación que anulaba las “a” de “aiar” para, finalmente, quedar en “-ir” del ibero, como observamos en la palabra “ilt-ir”, ’las ciudades’. Por otra parte creo que la “ll” palatal esta escrita en ibero como “lt”, tal como es el caso de la palabra anterior, ya que se dan muchos casos de topónimos con “ll” que en ibero son escrito como “lt” (Salduie, que escritos latinos hacia “Salluie”, o Iltirta, que se escribía y hoy pronuncia como Ilerda y Lleida).

 

En vasco, en el verbo “izan”, ’ser’, en la tercera persona, en el tiempo del presente, observamos que el singular acaba en “-a” (“d-a”, ’el es’), y que en el plural acaba en “-ira” (“d-ir-a”, ’ellos son’). Es otro momento en que aflora esta diferencia entre singular y plural.

 

Respecto al papel de la vocal “i” ya hice un pequeño trabajo donde explicaba la presencia del morfema “-i” en diversos idiomas para formar su plural, como el italiano, el aranés (dialecto occitano), el griego, o el gaélico escocés, y, de forma parcial, en algunos nombres vascos acabados en el sufijo “-di” o “-ti”, además del morfema verbal de complemento directo, que se sitúa infijo: “d-it-u”, ’el los tiene’ a diferencia de “d-u”, ’el lo tiene’, y también en el verbo “izan”, ’ser’: “d-iz-kiot”, ’yo se los he...’ a diferencia de “d-iot”, ’yo se lo he...’.

 

En resumen, vemos que “al” solo se transforma a “ar”, pero en el caso del plural “al-al”, por medio de la palatización de la /l/, se transforma en diversas formas: “ai”, “e”, “ai-ak”, “ai-ek”, “ek”, “ak”, “ir” o “i”.

 

 

 

4. Otros parecidos entre el vasco, el bereber y el ibero.-

 

 

 

Un caso inequívoco de parecido entre los tres idiomas, y en el cual hay una total unanimidad entre todos los autores que estudian comparativamente estos idiomas, es en el morfema “-en”, del caso genitivo en vasco. Así: “ama-r-en”, ’de la madre’ o “egun-en”, ’del dia’. Este genitivo tan claro y conocido del vasco, también se encuentra en el bereber, pero siguiendo su lógica de anteponer, tal como hacemos también nosotros con las preposiciones, pone el genitivo delante y separado de la palabra que acompaña: “tamazight n Tkanarient”, ’la lengua amazigh de Canarias’. También siguiendo su lógica, el bereber su muestra como un idioma más simple y analítico que el vasco. En ibero, a mitad camino de ambos, encontramos muchas palabras con la terminación “-en” o, a veces, simplemente “-n”. Son muy habituales las inscripciones en monedas con el nombre gentilicio en caso genitivo: de “Iltirta” tenemos “ilter-kes-k-en”, ’de los ilergetas’, o mejor, ’de los hombres de Iltirta’. La inscripción en un vaso de la leyenda “ninaren” la podemos traducir o interpretar como “nin-ar-en”, es decir, ’de-l niño’, ya que “nin”, “nene” o “niño”, que es una palabra sin origen conocida, seguramente ibera, y que la Real Academia de la Lengua Española cree de creación infantil. Personalmente me inclino por el origen ibero, que, actuando como substrato del mismo latín, ha sido heredada en nuestros idiomas latinos.

 

Otros de los morfemas que hay coincidencia, aunque el el ibero no lo he podido localizar, son los morfemas de pronombres personales de segunda persona del singular, que es “-k” para el género masculino, “du-k”, ’tu(hombre) lo tienes’, y “-n/m” para el género femenino, “du-n”, ’tu (mujer) lo tienes’. En el vasco son poquísimos los morfemas que hacen referencia al género, y más al genero de las personas, y estos son de los poquitos que hacen referencia al sexo. No es así en el bereber, pero estos morfemas si que son idénticamente coincidentes. Lo vemos en los pronombres personales de segunda persona del singular: “cem”, ’tu (mujer)’, y “cek”, ’tu (hombre)’, morfemas que aparecen cuando estos pronombres adoptan funciones de complemento directo: “da-m”, ’te (mujer)’ y “da-k”, ’te (hombre)’.

 

Otra diferencia está en el morfema de complemento indirecto o caso dativo, que en vasco es “-i”, al igual que la preposición “a” con sentido final del bereber. “Ama-r-i”, ’para la madre’ o “gu-r-i”, ’para nosotros’. Este morfema también aparece en las formas verbales “nor-i”, ’para quien’, como en:“d-i-o-t”, ’yo lo he... para él’. En el bereber aparece como si de una preposición se tratara, pero siempre con este sentido final, de acompañamiento a un complemento indirecto: “ucem-as-t i Numidia”, ’dadsela a Numidia”.

 

Otros de los morfemas coincidentes que se dan entre el vasco y el bereber, y como paso intermedio, muy posiblemente en el ibero, tenemos los demostrativos que provienen del pronombre personal “al”, evolucionado una vez evolucionando el fonema /l/ hacia /u/. Es el caso del demostrativo de proximidad vasco “hau”, ’este’, y de este “hau” a “on”, ’este, aquí’, y también encontramos este “o”, pronombre personal, en el morfema verbal de complemento indirecto de 3ra persona.. “Hon” actúa como pronombre demostrativo de cercanía. También en el bereber vemos la misma evolución desde “hau” hacia “w”, casi paralela al “o” vasco, formando el demostrativo de cercanía, pero con carácter exclusivo para el género masculino, y incluyendo los fonemas que antes hemos visto para el articulo determinado: “-a” y “-i”, dando como resultado: “w-a”, ’este’, y “w-i”, ’estos’.

 

Respecto al femenino bereber del demostrativo de proximidad, ’esta’, se forma con “t-”, morfema típico del femenino, más los morfemas normales del singular y del plural: “t-a”, ’esta’, y “t-i”, ’estas’. También en los pronombres personales de complemento directo surgen estos morfemas: “d-ai”, ’me’, “d-ac”, ’te (el)’, “d-am”, ’te (ella)’, “d-as”, ’le’, “d—aneg”, ’nos’, “d-awem”, ’os (vosostros)’, “d-acent”, ’os (vosostras)’, “d-asen”, ’les (ellos)’, y “d-asent”, ’les(ellas)’. Estos morfemas podrian estar presentes en el ibero, ya que muchas palabras se acompañan de estos morfemas, o al menos, supuestos morfemas iberos.

 

Respecto al símil con el vasco , vemos que esta lengua utiliza el fonema “t/d” como pronombre demostrativo, con función de complemento directo, y especialmente utilizado en la conjugación verbal: “d-u”, ’el lo tiene’. También en la conjugación copulativa “y”, utiliza este fonema “t” en la forma de “eta”, ’y’, que podria ser, además de demostrativo de proximidad, un pluralizador que vemos se utiliza en nombres de colectivos, con la terminación o sufijo “-eta” (“ur-eta”, ’avalancha de agua’. Esta conjunción copulativa, que algunos hacen derivan del latin “et”, creo que podria ser muy bien de origen preindoeuropeo, y que participa en los plurales, tanto latinos, “etcetera”, o vascos, “etxe-et-an”, ’en las casas’, e, incluso, en algun pluralizador celta: “breton-ed”, ’bretones’.

 

Por lo tanto, hay una diversidad de particulas y morfemas en diversas lenguas, incluida la bereber y muy posiblemente el ibero, que se basan en este fonema “t/d”, siempre con un valor parecido al de un demostrativo, un articulo (pensemos en el articulo inglés “the”, ’el, la, los, las’, un pluralizador o una conjunción.

 

Otro morfema en que se dan pequeñas, o no tan pequeñas, coincidencias es referente al caso ergativo vasco, acabado en “-k”, al igual que el plural, pero esta vez si proviniente del fonema /k/. Se trata del pronombre de primera persona singular del bereber, acabado en “-ek”, escrito normalmente con “c” (“-ec”). Hemos de ver que tanto los sujetos ergativos, es decir, el sujeto activo, hacedor, en contraposición al pasivo o el complemento directo que sufre la acción, como la primera persona son los actores de la acción, los sujetos, ya que la primera persona es la persona a partir de la cual se forman las oraciones, los discursos, las frases, en donde todos las otras personas son secundarias. Incluso los verbos latinos añaden a la primera persona este morfema, como podemos ver aun en nuestros verbos: “ten-go”, “ven-go”, etc. En el ibero algunos autores han reconocido en algunas silabas del tipo “k”, “ke” o “ki”, el morfema de primera persona, o el morfema de un sujeto ergativo.

 

Ya para acabar tenemos el morfema del pronombre personal, que en el bereber se inician casi todos con el morfema “n-” (“nec”, ’yo’, “inu”, ’mio’, “nnec” ’tuyo de hombre’, “nnem”, ’tuyo de mujer’, “nnes”, ’suyo’, “nneg”, ’nuestro’, “nwem”, vuestro de hombre’, “ncent”, ’vuestro de mujer’, “nsen”, ’suyo de ellos’ y “nsent”, ’suyo de ellas’, “netta”, ’él’, etc.). En el vasco es la primera persona la que recoge este fonema en la particula “ni”, ’yo’, quizás originariamente “ini”, y en otras personas no se encuentra ningún rastro de este morfema tan presente en la morfologia bereber. En ibero, como siempre, las dudas hacen que no podamos identificar estas estructuras con seguridad.

SIMILITUDS BASCO-IBÈRIQUES

SIMILITUDS BASCO-IBÈRIQUES

 

 

Molts autors han cregut trobar una via d’interpretació de l’ibèric a través de l’eusquera actual, i d’entre ells jo destacaria per la seva gran tasca al professor de la Universitat Autònoma de Barcelona, Jesús Rodríguez Ramos. D’altres autors, especialment els bascos, han criticat i vist amb molta desconfiança i reticencia a aquests autors, perquè, pensen, sense un ampli i profund coneixement de la llegua basca, i menys de la llengua basca reconstruida d’aquella època (fa més de 2.000 anys), fan una interpretació a la valenta de l’ibèric, caient en interpretacions poc adequades a la complexa realitat de la llengua basca, posant, aixó si, molta imaginació i ganes d’interpretar.

No obstant unes postures i les altres, crec que cal continuar estretint els punts de contacta entre ambdues llengües, salvant les distancies espaials i de dificultats de tota mena, però a ningú se li pot escapar que la realitat ibèrica i la basca estan intimament lligades tant si mirem els contactes geogràfics com els contactes temporals segurament al llarg de centenars, sinó milers, d’anys.

Sabem que l’eusquera no només es parlava en el País Basc i Nabarra actuals, sinó que en moltes zones del Pirineu aragonès i català havient estat zones bascofones, o, com li agrada dir a Joan Coromines, euscaroides. En aquella època la presència del basc havia d’estar diversa, amb abundancia dialectal, i no veure l’euquera com la unitat que es preten amb l’eusquera “batua”, unit. Això té sentit des d’un punt de vista de la normalització lingüistica i de cara a facilitar l’aprenentatge, però no s’atany a la realitat lingüística sempre canviant i diversa. Els dialectes bascos, avui encara existents, en èpoques tan pretèrites com l’épòca anterior al naixement de Crist, havien de ser encara més diversos, i estendre’s geograficament per tots els valls pirinencs, amb diferències notables d’una vall a la del costat, tal i com avui encara existeixen (altnabarrès, baixnabarrès, roncalès, etc.)

Si a tot aquest panorama li sumem les quasi nules referències que tenim de l’eusquera d’aquella època, és evident que cal anar amb molt de compte a reconstruir el que havia de ser el protobasc, el basc o bascos d’aquells temps. És evident per a tohom que l’ibèric era una llengua aglutinant, del mateix tipus que el basc, fins i tot més aglutinant que aquest, i que té aparaules que quasi són idèntiques a les basques actuals: “illi” “iri”, “biur”, “biur”, “-izki-”, “-esken”, etc. Pobles que han estat considerat ibèrics, com els jacetans, se sap que parlaven llengües euscaroides, segurament també els arenosins (Vall d’Aran) i andosins (Andorra).

Tot això fa quel basc, malgrat el temps transcorregut des d’aquell temps de forta presència ibèrica (2.000 anys), i malgrat que la seva reconstrucció no és gens fàcil, continui sent la millor porta d’entrada per trobar el significat interpretatiu de la llengua ibèrica, que és pot llegir quasi a la perfecció, però no entendre. La llengua ibera era una llengua important, molt estesa per tot l’arc del Mediterrani occidental, i que ha deixat especial emprempta en zones on el nom d’”ibèric” ha batejat quantitat d’accidents geogràfics: el riu “Iber”, avui Ebre, la cordillera “Cantabrica”, el Sistema “Ibèric”, i la mateixa península “Ibèrica”. La vall de l’Ebre té la particularitat de ser el lloc de frontera entre dos pobles, en principi diferents, al nord i tocant les muntanyes, els bascos, nabarresos o com els hi vulguem dir, i al sud les diferents tribus ibèriques: sedetans, ilergetes, laietans, ilercavons, etc. Les fronteres entre uns pobles, al nord, i altres al sud, no eren gens concisses ni concretes, i les relacions entre ells havien de moltes, moltíssimes, per la qual cosa si les llengües no eren les mateixes, del mateix tronc, es evident que eren de la mateixa familia extensa.

Després de 20 segles, fins a l’actualitat, el basc ha patit canvis per l’influència del mateix llatí, i també d’altres llengües que van ocupar aquestes terres: celtes, germànics, berebers, àrabs, etc. Per part de la llengua ibèrica, l’ocupació i substitució pel llatí va estar total, deixant-nos només per la posterioritat les inscripcions ibèriques, cada dia més abundants, i la seva presència en amalgama amb altres llengües en les nostres llengües llatines, castellà, aragonès, però especialment el català. El lèxic, la toponímia, etc., ha d’estar ple de paraules hereves d’aquesta llengua desconeguda i misteriosa. Es moment, doncs, de tornar per aquesta línia de recerca, fins a donar amb la clau de volta que ens obri la llengua ibèrica a la interpretació.

 



En la tesi doctoral “Lèxic d’inscripcions ibèriques (1991-2006)”, de Noemí Moncuní, es proposa un lexema verbal que es repeteix en diferents formes i sempre acompanyat de diferents prefixos i sufixos. Es tracta del suposat nucli verbal “it”, que apareix formant part de diverses formes freqüents, com: “bitir”, “biter”, “biterok”, “iter”, “iterok”,...

No només va precedit de “b-“, com a prefix, sinó també amb el prefix “ba-“, com en “ba-ite”, “ba-ites”, “ba-itita”, “ba-itir”,... Per la seva repetició, i pel fet de que s’acompanyi de prefixos i sufixos diferents, molts cops repetitius, com és el mateix cas de “b-“ i de “ba-“, crec que ens trobem davant del que podria ser un del verbs ibèrics fonamentals: per una banda el lexema el lexema verbal “ite”, i per altra el prefix, segurament amb valor de pronom “b-“ o “ba-“. Com veurem, en comparació al basc, el verb més bàsic utilitzat com auxiliar és el verb “ser”, “izan” en basc, amb un lexema verbal que podem concretar en “iz”, i que també el trobem en el nostre verb “ser”, “ell és”, i en l’anglès “to be”, “he, she, it is

Algú podrà fer l’observació de que no és el mateix “it” que “iz” o “is”. Penso que la “t” ibèrica podria tenir un valor fonètic diferent a la nostra “t”, o que la transcripció gràfica del so “tz” es fés en base a la grafia “t”. El lexema bàsic verbal sembla ser “it”, amb una “-e” final neutra que es perd quan s’uneix amb els sufixos, cosa que també passa en el basc. Els sufixos responen amb molta probabilitat a pronoms personals, i amb molta possibilitat a modes, temps o morfemes verbals.

El verb “ser”, en alguns idiomes com l’anglès, ve definit per una “b-“ inicial (“to be”), però en altres formes es perd, i en d’altres torna a sortir. A més de l’infitiu també trobem la “b-“, en aquests cas la “w-“ en el passat “were” i “was”. Això també passa en els idiomes llatines, com en el castellà, en el temps passat indefinit del verb “ser”: “fué”, o en el català: “fou”, també en el mode subjuntiu i temps temps passat: “fuera”, o “fora”, on la “b-“ s’ha transformat en un dels fonemes alòfons del fonema labial (b,p,v,f,...).

Això, més la relació del verb “ser” amb el verb i nom “viure” i el nom “vida”, fa que ens puguem plantejar la presència d’un prefix habituals “b-“ que acompanya al lexema verbal “iz”, “is” o “itz”. En basc el verb “viure” i l’adjectiu “viu” es diuen “b-izi”, no massa allunyat del nostre “vida” o “viure”, i molt menys del nom “bitxo”, o la forma verbal del verb “viure” “visca”. Això ens ha de fer pensar en una relació íntima i semàntica entre els dos verbs “ser” i “viure”, amb una identitat lògica, ja que el ser comença a “ser” quan s’inicia a la vida. Així “vida” i “ser” són conceptes i paraules que van intimament lligats.

SIMILITUDS BASCO-IBÈRIQUES

 

Verb “izan”.-


Però no és solament en el verb “ser” que trobem paral·lels amb el verb i lexema verbal ibèric “ite”, sinó que altres formes i paraules basques troben la seva relació amb aquest verb fonamental.

Recordem que en basc tenim la presència del lexema “it/iz” en moltes formes del verb “izan”, ’ser’, com: “na-iz”, ’jo soc’, “ha-iz”, ’tu ets’. “da”, ’ell és’, on crec que la “d-” no representa al pronom de 3a persona com ens trobem en altres formes verbals, sinó que representa la forma final de l’evolució de la forma original “(ba)itz”, que va evolucionar el seu so habitual en “tz” cap al “d/t”, més la vocal “a”, que obeeix a un canvi de posició, del davant, “b-aitz”, a darrera “(b)-tz-a”. Així tenim que el plural de la 3a persona del plural conserva el morfema “-ir”, molt freqüent en l’ibèric, com article determinat plural i, alhora, pronom de 3a persona del plural (“ells”), resultant una forma: “d-ira”, ’ells són’, procedent també d’un anterior “ba-it-ira”. Això confirmaria el fet que l’imperatiu del verb “izan”, en la tercera persona, tant del singular com del plural, es forma amb el pronom “b-”: “b-edi”, ’sigui’, que, possiblement, hagi estat anteriorment “ba-itzi”, i “b-it-ez”, ’siguin’, amb un sufix “-ez”, pluralitzador típic d’alguns verbs en els seus plurals.

Així tenim: una forma primària de pronom personal de tercera persona: “be”, ’ell/la/lo”, que pren una forma singular en “b-a”, i una forma plural en “b-i”, ’ells/elles/los”. Però el basc és testimoni de la força d’aquest verb “izan”, y d’aquest pronom “be”, no només per la seva presència en el verb “izan” y en el pronom de tercera persona, sinó en altres paraules tan bàsiques i freqüents com la paraula adverbial d’afirmació, “bai”, ’si” en basc, encara que, crec, és més adequat traduir-ho per ’això és’, provinen de la forma “ba-itz”, ’ell/allò és’. L’ús freqüents d’aquest adverbi va fer-lo evolucionar cap a la forma actual “bai”.

També en aquest sentit afirmatiu o pronominal trobem el “sí” condicional, “ba”, amb el qual es formen els temps condiconals (“ba-nintz”, ...), i on el xoc entre els dos pronoms iguals de tercera persona (“ba-b-intz”) se solventa amb el canvi del segon pronom de “b” a “l-”: “ba-litz”, ’ell fora’. No acaba aquí la presència, quasi omnipresent d’aquest verb, ja que també la trobem en la conjunción “ba-it”, ’ja que’, que no ha perdut cap dels components bàsics de la frase primitiva, i tampoc el seu so en “t”, que ens fa veure la bipolaritat fonètica del so “tz”, de vegades derivat a “z” i d’altres a “t”. És el que trobem també en la conjunció adversativa “ba-iz-ik”, ’però, sinó’, on, a més de “ba-itz”, s’afegeix el morfema del cas partitiu “ik”, amb un valor modal que podríem traduir semànticament com ’tret d’això’, que afegit a “ba-itz”, dona: ’tret d’això que és’, o més planerament ’però’.


El basc, doncs, ha conservat aquest verb “ite” ibèric en el verb “iz-an”, i en formes tan diverses com l’adverbi d’afirmació, condicional, conjuncions causals, adversatives, etc. El verb “ser” llatí també està relacionat amb l’ibèric “ite” o “itz”, ja que ha deixat la seva presència en altres formes verbals no personals, com és el participi, que, bàsicament, es compon del fonema “t/d”, com en “menja-t”, “convida-t”, “fini-t”, etc. El castellà ho fa en “envia-do”, “reterni-do”, etc., y el basc en “askatu-ta”, “itxi-ta”, etc. La forma verbal anomenada “gerundi” és compon del participi més el morfema “-an”. És aquest verb “ser/itz” en la seva mínima expressió, “t/d/z” que el trobem també en els gerundis: “estim-an-t”, “vol-en-t”, ..., “corri-en-do”, “vol-an-do”,... “ja-t-en”, ’menjant’, “lan-tz-en”, ’treballant’, etc.


Aquest suposat, ja que caldrà més confirmacions al respecte per poder-lo ratificar, verb ibèric “ite”, encara que la conjugació més coneguda sea amb la tercera persona: “be-” (“b-it-ir”, “ba-it-es”,...), també el trobem conjugant-se amb altres pronoms, que crec podriem ser: “ni” o “ne” per la primera persona del singular, i “se” per la segona del singular. En els plurals podrien ser, encara que el tema sigui complex i no estigui definit per cap autor, i les probabilitats apuntades són diverses, “ik” o “ok” per la primera, tal i com encara avui perdura en el basc (“gu”, ’nosaltres’), i “et” o “ut” para la segona persona. Així tenim formes que podrien ser verbals, en base al verb “ite”, en “ne-it-in”, “ne-it-us-eru”, “se-it-es-bi”, “b-it-er-ok”, etc.


Per la tercera persona del plural, crec que a més del compost amb la “-i” com pluralitzador de “be” i que donaria “bi”, la forma més habitual de formar els pronom de tercera persona seria “-ir”, quasi sempre sufixat, que, de la mateixa manera que els nostres articles determinats, podria actuar com pronom de tercera persona, al mateix temps que d’article en els noms. De fet són moltes les paraules iberes que acaben en “-ir”, com també en “-ei” o “-ai”. Aquest final en “-i” podria respondre al plural habitual que trobem en els noms bascos, i que denomina col·lectius, de vegades acompanyat pel fonema “t/d”, de la mateixa manera que forma el basc alguns plurals: “men-di”, ’muntanya’, però més propiament ’muntanyes’, “sagas-ti”, ’pomeral’, “iza-ti”, ’naturalesa’, encara que més propìament ’sers’, etc.


El plural en “-i” també el trobem per denominar a la persona, sense especificar quina, i que passa a denominar la persona indirecta, alhora del plural quan va acompanyat del fonema “-t-”. “D-it-ut”, ’jo els tinc”, on “it” és el plural d’objecte directe, que se suprimeix quan és singular: “d-ut”, ’jo el tinc’. En casos on actua el plural d’objecte directe, més l’objecte indirecte, el primer canvia de fonema de reforç del fonema “t” al grup fonètic “zk”: “d-i-o-t”, jo el tinc per a ell’, on la “-i-” representa un prefix al objecte indirecte, en aquest cas “o”, ’ell’, “-io”, ’per a ell’. Quan els objectes directes són plurals: “d-izk-io-t”, ’jo els tinc per a ell’, on la “it” pluralitzadora de l’objecte directe es transforma en “izk”. Per tant, la “i” actua com plural, però quasi sempre acompanyada dels fonemes “t/d” o “z/zk”, aquest últim molt proper al plural habitual de les llengües indoeuropees: “-s”, segurament evolució de “t” i de “tz”.


Aquest plural en “-i” afecta als pronoms de tercera persona, ja sigui “be”, que adquiriria una forma de pronom singular en “ba-”, ’ell/ella/allò’, i una altra forma de plural en “bi-”, que a més de traduir-se per ’ells/elles’, podem associar-lo a la forma dual “bi”, tan present al nostre vocabulari, i fins i tot al llatí. La parella, com a primer número plural, s’anomena en basc “bi”, ’dos’, una paraula plenament compartida per diverses llengües de diferents famílies, alhora que molt present en el lèxic verbal ibèric. Formes ibèriques tan habitualos com “ba-it-ir” les hem de relacionar amb el seu plural en “bi-it-ir”, que es contrau en “b-it-ir”, ’ells els són’.

SIMILITUDS BASCO-IBÈRIQUES

 

 

El pronom personal “be”, ’ell/ella/allò’.-


Com hem vist en les formes verbals del verb “ser”, són molt freqüents les formes verbals amb prefixos i sufixos, dels quals destaca el prefix “be”, amb les dues formes “b-” o “ba-”, que he associat amb el pronom personal de tercera persona ’ell/ella/allò’. El motiu d’aquesta associació és la seva semblança amb el pronom basc “be”, que també actua de forma prefixada en algunes formes verbals. En l’ibèric sembla actuar com subjecte o també com atribut, i caldria distingir entre els altres afixos que acompanyen al lexema verbal “it”, quins són els pronoms de subjecte i quins els pronoms d’atribut, tal com correspon al verbs copulatius.


De fet, el verb “ser” és un verb que no discriu cap acció, sinó una existència, un “ser”, una identitat, que és descrita com una igualtat: “Joan és alt”, on “alt” és un tret identitari i característic de Joan. Però Joan no ha fet res per ser així, simplement és el que és ell. El valor de “be” crec que és totalment passiu, ja que podem identificar-lo no tan sols amb una persona, sinó més freqüentment amb una característica, amb una esència atribuida a algú o alguna cosa, una qualitat que defineix o descriu a un ser. Per tant, i seguint el paral·lel amb la llengua basca, la primera posició abans del verb, prefixat, trobarem a la part passiva o qui rep l’acció, a qui atribuim una qualitat, al subjecte passiu. Caldrà anar-ho comprovant per aquesta primera posició, si “ba-” o “bi-” (“b-”), descriuen pronominalment a l’atribut, a qui rep l’acció, al pacient de l’acció. Per això, d’alguna manera, la forma “b-” va tant intimament lligada al verb “ser”, perquè a més d’identificar a la tercera persona, identifica al subjecte passiu o pacient, propi del subjecte del verb “ser”.


Això ens fa suposar que més que ’ell/ella/allò’, “b-” identifica al objecte present, de qui es parla, i podriem traduir-ho com ’això, allò, el que’, que actuen com pronoms relatius, referents, demostratius d’una realitat que definim en la frase o que ja està present en el conscient dels parlants: “ell ho és”, i aquest “ho” fa referència a alguna cosa que tenim present perquè acaba de sortir a la conversa o perquè està molt present en la ment dels parlants. És per la seva vital importància que, crec, cal fer un aprofundiment del pronom “be”, que podem traduir per “allò”, “lo” o “ell” segons els contextos.


La transcendència d’aquesta partícula ibèrica ja no tan sols ho és per la seva particular posició dins del verb “ser”, sinó també per la seva composició en altres paraules basques molt freqüents, com “ban”, “bas” o “bir”, amb el que es denota la profunda capacitat d’aglutinació del verb ibèric, i de la llengua ibera en general, a l’igual que ho és encara actualment la llengua basca.


La paraula "be", ’ello/ella/él’.-

Aquesta paraula, y el seu possessiu "bere", ’el seu’, sembla ser la mateixa paraula que ve escrita amb doble "e" i "h" intercalada, "behe", ’baix’, ’a baix’. De fet, i com veurem després, es barregen les paraules derivades, unes amb el sentit del pronom de 3a persona singular, i les altres amb un sentit locatiu, d’adverbi de lloc: ’baix’.

Quan dic que molt possiblement siguin la mateixa paraula és perquè faig la reflexió següent: quan una persona actua, sempre de cara a fora, ho fa com primera persona, la que fa, la que actua, la que interacciona amb la segona persona, l’altra part, que rep les actuaciones de la primera, però quan ens volem referir, ja no a una persona al·liena, sinó a la persona en si mateixa, en el que és ella, al seu interior, el simil que se’ns pot ocórrer és: ’allò del seu interior’, la seva part internabaixa, interior, que està sota l’actuació externa, la que emana de dins d’un mateix, i aquesta part és la que s’identifica com ’allò’, ’ell mateix’, i així es va repetint en gran quantitat de paraules basques, que prenen "be" com la seva arrel formadora.

A més de "ber" i "bera", ’ell mateix’, tenim els derivats:

"berde": ’ell mateix’

"bere": ’seu’,

"bereak": ’els seus’

"beragandu": ’atraure’

"berari": ’a ell mateix’

"berariazko": ’de seu, especial’

"berau": ’aquest mateix’

"beraz": ’per això’, ’doncs’

"beragango": ’per si mateix’

"berainik": ’de seu’, ’expressament’

"beretu": ’apropiar-se’

"beren": ’d’ell’, ’d’ells’

"berez": ’de seu’, ’naturalment’

"berezko": ’natural’,

"bereisa": ’naturalment’, ’per si mateix’

i amb formes de mode:

"berebat": ’així mateix’

"berehala": ’de seguit’

També es sinònim de ’separat’, ’diferent’, ’distint’:

"bereki": ’sol’, ’peculiar’

"bereiz": ’distingir’, ’diferenciar’

"berex": ’a part’

"berezi": ’apartar’, ’separar’

"berala": ’immediatament’, ’de seguit’

També tenim "b-" o "be-" com a prefixos de pronom personal de 3a persona en el mode imperatiu. Però com he dit abans, tot el concepte del pronom prové d’un concepte de situació, de localització d’una cosa a la part baixa, a la part interna, i ja no sols d’un espai físic, sinó també d’un de més psicològic, com, per exemple:

"bear": ’necessitat’

"berekuntza": ’pressa’, ’apropiació’

"berandu": ’tard’, segurament per la posició del sol envers l’horitzó.

"berasa": ’tenir a mans plenes’.

Altres paraules són ben físiques i espaials com:

"bera": ’cap a vall’

"beraiño": ’fins a baix’

"beraa": ’tou’, ’cap a vall’, ja que el que és tou s’enfonsa cap a vall, cap a dins.

"beratu": ’estovar-se’

"bee", "behe": ’sòl’, ’baix’  i també "bé"

Per últim paraules de coses tan relacionades amb el sòl com:

"berakatz": ’all’

"berar": ’herba’

"berezan": ’rastoll’

Aquí tenim, en tota la seva varietat i riquesa, la família de derivats de l’arrel "be", que com ara veurem, és molt probable també forma part de paraules iberes com "bas", "ban" o "bat".


"Bat", "bas" i "ban".-


"Bat", en basc, és ’ú’, "batzar", ’junta’, ’unió’, "batzú", ’alguns’, "batzorde", ’comissió’, "batu", ’unir’, "batzar", ’assemblea’. En aquesta paraula, tal i com ja hem vist amb el verb "ser", "itz" en la seva arrel més bàsica, té variants amb "t", i amb "s", ja que surten del fonema "tz". La relació de "bat" amb "be" crec que prové de l’aglutinació entre "b-" i l’arrel "-az", que té diversos significats complementaris com ’saturar’, ’omplir’, ’exterior’, ’lliure’ i ’molt’. En el nostre cas vol significar l’aspecte extern i unit d’una sèrie de coses que, agrupades, formen una unitat, una sola forma de cara a l’exterior, una suma d’individus que, ells sols, són "ells mateixos", però que agrupats formen un conjunt, un col·lectiu, una unitat.

Al costat de "bas" i "bat", com dues formes o variants de l’original "batz", tenim la paraula molt utilitzada per l’ibèric "ban", que estaria formada per "b-" més l’arrel "-an", que vol significar; ’creixement’, ’augment’,, ’quantitat’, ’altura’, etc. Junt amb "be-", "ban" pren el significat de ’creixement d’un mateix’, ’augment de cadascun’, o el que podrem dir més sintèticament com ’distribució’, ’repartició’, ’un per un’, un augment individualitzat. En basc tenen la paraula "bana", ’un a cadascun’ i "banaka", ’d’un en un’. Per tant té un sentit d’augment, però de forma individualitzada, separada, de cadascun. És una paraula molt utilitzada en l’ibèric on crec que pren un sentit similar al d’una quantitat determinada, que se separa de la resta, d’una unitat fraccionària d’un conjunt, el que podem habitualment traduir com ’unitat’, ’fracció’, ’exemplar’, ’membre d’un tot o conjunt’.



 

EL VALOR DE LA I EN ELS IDIOMES CATALÀ, BASC, ALEMANY I ANGLÈS

 

EL VALOR SEMÀNTIC DE LA VOCAL “I”.-

 

  1. QÜESTIONS SEMÀNTIQUES DEL FONEMA “I”.-

 

Per rebatre l’opinió de la majòria dels lingüistes que, des que Ferdinan de Sausure ho va afirmar en el seu llibre “Curs de Lingüística General”, mantenen que els fonemes no tenen res a veure amb el significat de les paraules que componen, i que la relació que hi ha entre el significant, o part sonora d’una paraula i el seu significat, o part conceptual, és totalment convencional, i que no hi ha una relació de causa a efecte entre el so i el concepte o significat de la paraula. Per demostrar-ho, Sausure relaciona una sèrie de paraules de diferents idiomes que donen nom a una mateixa cosa, noms en molts casos diferents i molts cops molt diferents.

 

Suposo que davant de la ignorancia de no saber que uneix el so de la paraules amb el que elles denominen, el més fàcil es tapar la ignorància amb el donar un sentit convencional a les paraules. Seguint els suposits de Sausure, cada comunitat lingüística sembla que en algun moment de la seva història, molt possiblement es van reunir i anar posant noms a les coses i entitats que els rodejaven. Una mica com el que diu a la Biblia que el primer home Adan va anar posant nom a cada una de les coses de la creació.

 

Crec que per demostrar la ignorància i falsetat d’aquest lingüista i el que és pitjor, de la gran munió de lingüistas que en aquesta teoria li han seguit, cal anar per parts i comprovar i demostrar que els fonemes i la vessant fonètica de cada signe, de cada paraula, té a veure de forma intrínseca i causal amb el significat, tant dels fonemes com de les paraules. De vegades paraula i fonema es presenten units en paraules ben simples, com, per exemple, la preposició “a”. Si proposem per a “a” el valor donat habitualment en el nostre idioma, el de la preposició “a”, ja haurem encertat en bona part amb el significat que té la paraula: assenyala una direcció, un lloc situat fora del nostre entorn, encara que certs valors semàntics els contenen més uns idiomes que uns altres.

 

A tot això es podrà objectar que la “a” en d’altres idiomes té altres significats diferents, que la preposició “a” del català, com, per exemple, la “a” de l’article indeterminat de l’anglès, o la “a”, posposada i aglutinada de l’article determinat en el basc. En ambdós casos l’article sempre representa la selecció d’un exemplar de tot un tipus de coses, “l’home”, dins dels universal dels “homes”. Normalment l’article vol ser la presentació d’una cosa, externa al qui parla, però present, coneguda per ell i pel qui escolta, coneguda en la seva singularitat i particularitat, i , per tant, una cosa externa que citem en les nostres frases. De vegades són tantes les funcionalitats que un sol fonema pot anar adquirint, ja sigui sol o formant part d’un grup de fonemes que coneixem com “paraula”, que és fa difícil percebre la unitat del significat primitiu d’un fonema, com en aquest cas la “a”.

 

En aquest treball serà el centre i l’objecte la vocal “i”, en la senzillisa i simplicitat. Una vocal que per la seva pròpia realitat fonètica està en contraposició amb la vocal “a”.

 

Per treballar-la i fer una petita demostració, he volgut anar a les paraules que només conenten la vocal “i”. I per reforçar encara més el seu valor fonètic, no prendre més que aquelles paraules on es contingui la vocal “i” en dos sil·labes. Una segona finalitat de prendre paraules amb dues o més “i”s rau exclussivament en que la presència de dues sil·labes sol ser l’efecte de la unió de l’arrel, habitualment monosil·laba, i un morfema, també compost, normalment, d’una sola sil·labra. Com podrem veure, l’estructura d’una paraula bisíl·laba seria d’una primera síl·laba que formaria l’arrel, composta habitualment per tres fonemes: consonant, vocal, consonant, més una segona síl·laba que li donaria un valor secundari però nuclear, i format per vocal més consonant, i que seria el morfema. Per proposar un model estàndar per aquestes paraules bisíl·labes tindríem: consonant, “i”, consonant, “i” i consonant, en total cinc fonemes, amb dos d’ells vocàlics en “i”.

A proposit d’aquest treball, proposa al lector que consulti dos treballs meus on també tracto de la significació de la “i”, concretament dins del nom del “nen” (niño, petit, etc.) on veurà que, no per casualitat, la major part dels noms utilitzats en molts idiomes per nomenar el ’nen’ s’utilitza preferentment la vocal “i”. El segon treball tracta sobre el morfema o arrel, segons es miri, “ik”, que descric en el treball titulat “El pico, la miga, el chico, y otros “icos” relacionados”. Ambdós treballs els trobaran en la biblioteca de la pàgina web titulada “Celtiberia”. En aquest segon treball es posa de relleu la presència del morfema “ik” en totes les coses petites, extretes com una part de un conjunt més gran.

Tant en el sentit de lo petit, com de les parts o partícules que són extretes, podem associar la vocal “i”, i més que una partm que també ho és, és una part extreta de l’interior, el que suposa que també és una cosa petita, continguda en l’interior d’una altra, i per difinició interna i petita, quasi inexistent. Aquests serien els conceptes més definitoris del fonema “i”.

Per inicia la demostració cal dir que molt poques són les paraules que només presenten “i”s en la seva part vocàlica, i més si encara busquem que siguin bisíl·labes. Això facilita l’estudi, però exclou paraules monosíl·labes, bastant freqüents en català, i que també ens podem ajudar en l’explicació del sentit de la vocal “i”. Solsament a mena de passada ràpida vull menckonar la paraula “xic”, ’petit’, “nin”, ’nen’, “pic”, ’petit escreix’, “pis”, ’que surt de l’interior’, “in”, ’dins’ alhora que ’negatiu’, ja que la petitesa, i més si és interna, pot representar l’absència o negació d’una cosa, “hi”, ’el que està en una cosa o en un lloc’m etc.

Moltes són les presències de la “i” amb aquest significat d’’interior’, ’menor’, ’petit’, encara que de vegades costi veure-ho: “minvar”, “mica”, “micro”, “pin”, “piga”, “ficar”, “sí”, “mina”, etc.

La relació de bisíl·labes ha estat escollida aleatòriament, tal i com em venien al cap. Són paraules catalanes, quasi totes procedents del llatí, i que en aquesta llengua conserva la mateixa forma que la seva derivada als idiomes resultants, i, per tant, no hi ha hagut pràcticament evolució fonètica. També he escollit una relació de 30 paraules basques que, malgrat el que pugui semblar, tenen relació, a nivell d’arrels, amb paraules dels nostres idiomes llatins, el que ens obliga a pensar en un origen comú entre el basc i el llatí, en una època molt remota, anterior segurament a la formació del llatí, i potser de formació també del basc, amb una primera etapa de paraules molt simples, compostes per arrels quasi monosíl·labes, que després han intervingut en la formació de les paraules concretes que coneixem. D’aquí el cert paral·lelisme existent entre llengües llatines i el basc actual, que no es deu a un cas de genesis ni de prèstecs lingüístics, sinó a un origen comú certament llunyà en el temps.

 

  1. ANÀLISI DE LES 30 PARAULES CATALANES.-

En l’anàlisi de les 30 primeres paraules catalanes, cal distingir, com he dit abans, la presència de morfemes típiques que donen un sentit determinat a l’arrel que acompanyi i modifiqui. Aquets morfemes són: -ic, -id, -il, -in, com morfemes principals, ja que d’altres morfemes amb “i” no són tan generals com els anteriors.

El morfema “ic”, ja analitzat en l’article “El pico, la miga, el chico y otros “icos” relacionados”, té el significat que li dona el fonema “k”, ’extreure’, més la vocal “i”, ’interior’, i, per tant, dona nom a tot allò que és extret de l’interior, d’una altra cosa. Molts adjectius acabats en “ic” solen ser descrits com a ’propi de...’, ’característic de ...’, o simplement ’de...’, com a preposició utilitzada per donar nom als genitius, a les coses coses que són generades o extretes d’una altra.

El fonema “t” o “d”, ja que ambós són alòfons d’un mateix fonema, expressa a tot allò que sobresurt, que destaca del seu entorn inmediat. Junt a “i” forma “it” o “id”, que, en conjunt, vol significar el ’que sobresurt de l’interior d’una cosa’. És una definició molt similar a l’anterior “ic”. La significació d’”it” dona una variació respecte a “ic” en el sentit de ’sortir’, que reflecteix un concepte de transformació, un canvi de l’estat d’una cosa, que fa que aquella cosa aparegui amb una nova forma.

Un tercer morfema és “il”, on la “l” té el sentit de ’costat’, ’manera’, o ’aspecte’, més la “i” que té el sentit ja conegut d’allò que està a l’interior, i en conjunt li dona el sentit d’allò que representa un costat o aspecte interior, una característica interna d’una cosa, una manera de ser interna.

Per últim tenim a “im” com un morfema compost per “m”, com fonema que significa ’caiguda, producció, desprendiment’, més la “i”, que en conjunt pren el sentit de ’allò que es desprén de l’interior d’alguna cosa’. És un morfema que dona el sentit de part que no és extreta, ni que sobresurt, ni que es part constituient d’alguna cosa, sinó que es desprén, que cau.

Altres morfemes menys extesos són els verbals amb “i”. En els verbs acabats en l’infinitiu “ir”, de la tercera conjugació, el significat d’aquest morfema “ir” és la de donar nom al verb, amb un fonema “r” típic de tot allò que s’estén, ja que els verbs per donar nom a accions es reflecteixen amb aquest sentit d’extensió. El fet de que en la tercera conjugació ho faci amb el fonema “i” no li trobo una relació concreta amb el significat de “i”, encara que molt possiblement hi tingui una explicació, ja que s’utilitza la “i” en lloc de la “a” o “e” de les altres conjugacions.

Un altre morfema és el de la forma del present de subjuntiu, en primera o tercera persona del singular “-i”, que forma morfema amb la “k” o “g”, fent “gui” (si-gui, tin-gui, etc.). Aquí podem veure un clar significat de la “g” com fonema, que ja hem analitzat, i que té el significat d’extracció, en el sentit de que el subjecte que fa la acció és qui extreu una cosa, que té el poder de fer-la, o no, i per tant queda en el camp de la possibilitat més de l’acció concreta, de la realitat. La “i” es morfema habitual a la primera i tercera personal del singular, ja que “i” és un morfema utilitzat per nomenar la persona, en general, la persona que es troba en el lloc, ja que cada persona té el seu espai intern, i que trobem també en la funció de complement indirecte (m-i, t-i, l-i, h-i, etc.). En conjunt el morfema “gui” reflecteix la persona que pot, que en el seu fur intern té capacitats i possibilitats per fer.

Un cop acabats els morfemes més corrents que utilitzen el fonema “i”, entrarè de ple en les arrels, habitualment monosíl·labes, i que es formen amb la vocal “i” més el morfema “ic” com morfema nuclear, morfema que sembla tenir el seu origen en el grec, ja que moltes paraules provenen, per via llatina o per via culta, d’aquest idioma; crit-ic, mit-ic, mist-ic,...

 

La primera paraula, “crític”, té l’arrel “crit” que sembla venir o estar relacionada amb les paraules gregues “krites”, ’jutge’, “krino”, ’separar’, o “krisis”,’distingir’. Sembla composta, al mateix temps, per dos arrels: “kr”, segurament contracció de “kar”, i “it”, que denomina ’allò que sobresurt de dins’, com ja hem vist abans. “Kar” molt probablement sigui formada per dos arrels primàries: “(a)k” i “ar”, amb un significat conjunt d’’allò que s’extén a fora, i amb un sentit més condret, ’allò que es diu des de l’alçada, des de l’autoritat’. Per tant, l’arrel “crit” voldria dir ’el que sobresurt de tot allò que es diu o afirma, el que esta per sobre, tal com pot ser la paraula del jutge, o d’una autoritat, que sentencia sobre un tema’.

Una segona paraula és “mític”, que conté l’arrel “mit”, de la paraula grega “mitos”, ’paraula, discurs’, i per tant lo “mític” és allò que es conta, tot lo referent o extret de la paraula, del discurs. “Mit” també és una arrel que podem analitzar i dividir en dos subarrels, o arrels primàries, “m” com fonema que significa ’desprendiment’, ’caiguda’, i “it”, que, com hem vist abans, vol indicar ’el que sobresurt de dins’. Per tant “mit” seria ’allò que sobresurt del que cau, de la paraula que es desprén’, tal i com són les paraules o fets importants que sobresurten de tot un discurs que va caient, que es va desprenen amb tota facilitat.

La tercera paraula, “místic”, conté l’arrel “mist”, segurament una forma reforçada de “mis”, amb el sentit d’allò que surt, que sorgeix del que es desprèn, ja que “is” té aquest sentit: ’sortir de dins’, com veurem en d’altres paraules. Per tant, lo “místic” és lo característic, lo propi, lo que forma part d’alguna cosa que surt, del que ha caigut o d’allò que s’ha desprès. Té un sentit, doncs, d’allò que neix o surt d’una cosa caiguda, abandonada.

La quarta paraula és “típic”, de l’arrel “tip”, que fa referència a tot allò que omple o se separa a l’interior d’alguna cosa, d’alguna obertura, ja que el “tipus” el dona la adapatació d’un substància a l’interior d’una obertura, d’una oquetat, a la qual s’adapta aquell substància; és el “tipus” el que dona la forma a totes les matèries que omplen el seu buit, tal i com es dona en el motllos.

La quinta paraula és “físic”, paraula grega derivada de “fisis”, ’naturalesa’, ’condició’, que es una paraula que es relaciona amb tot allò que es viu, que neix, i , per tant, que és natural, tal i com estableix l’arrel “is”, més la “b/f”, fonema característic de la separació. És a dir, el naixement o sortida de l’interior del ser del qual se separa, que és una forma de descriure tot el procés de naixement, del que és natural, que ha nascut des d’un ser progenitor. És una arrel que es relaciona amb la vida, i el nom d’aquesta, especialment en la forma animal dels peixos, “fish” en àngles, o “pis, piscis”, base dels nostres noms llatins.

La sexta paraula, “psíquic”, també grega i de procedència culta, es basa en l’arrel “psic”, on tornem a trobar el morfema “ic” aquest cop amb funció d’arrel, i per tant es presenta un duplicació de la mateixa arrel, con petites variacions funcionals (iqu-ic). La primera arrel de “psíquic”, el morfema “ps”, propi únicament del grec, sembla no ser un fonema, sinó la unió de dos fonemes consonàntics, la “p” i la “s”, i per tant, hem de pensar en una possible presència d’una arrel anterior “pis”, ’vida o viure’, que hem analitzat en el cas de “fis”, però que en aquest cas quedaria contreta, fossilitzada, en aquest so tan típic del grec: “ps”. Per tant “psiquic” seria un adjectiu format sobre “pis”, amb el significat ’d’allò que s’extreu de la vida’, ’el que es característic o esencial de la vida’, o també, ’el que dona vida al cos’, ’l’ànima’. Per tant tindrem una homònimia entre “psique” i “físic”.

La sèptima i última paraula d’aquesta sèrie acaba en “ic”; és la paraula “idíl-ic”, provinent, molt probablement del grec “eidos”, ’vista, visió’, que va donar nom a un tipus de poema anomenat “eidilion”, ’poema amorós breu’. Aquest “eid”, o arrel de la paraula grega “eidos”, ja que “os” és el morfema del cas nominatiu del gènere masculí, es refereix a allò que sobresurt de l’interior, i, per tant, allò que podem veure perquè està més a la vista, per sobresortir del seu entorn. És el compost de “it” més la “e-” inicial, amb el sentit d’’allò que es forma o es troba al límit’. “Idílic” obté després el morfema “il”, ’costat intern’, més un segon morfema “ic”, afegit posteriorment, amb el significat que hem estat reiterant.

 

  1. PARAULES AMB EL MORFEMA “IT”.-

 

La segona sèrie de paraules són les formades amb el morfema “it”, o “id”, ja que el so és identicament el mateix. Com abans ja he comentat aquest morfema vol dir ’el que sobresurt de dins’. També podem associar aquest morfema amb un antic participi, format amb aquest morfema com expressió d’un estat d’una cosa, ja que la “t/d” la trobem en tots els participis (“com-ido”, “menj-at”, “eat-ed”, “jan-atu”, etc.).

La primera de la llista és “líquid”, que conté l’arrel “lic”, amb una ja reiterada arrel o morfema “ic”, amb el sentit d’’extret de dins’, per tant, extret de dins del costat, que és el significat del morfema “l”. Això concorda amb la realitat dels líquids que no tenen costat, ni forma, i que s’uneix ràpidament amb tot el que és de la seva naturalesa líquida. D’aquí el valor de “lligar”, com ’unir’, extreure els costats per formar una sola cosa. En definitiva, “líquid” és el ’que sobresurt o el que està lligat, unit, extret de dins del costat’.

Una segona paraula és “rígid”, amb amb l’arrel “rig”, on “ic” torna a ser protagonista de l’arrel, formada conjuntament amb el fonema “r”, que vol significar ’allò que s’extèn2, i també la ratlla o guia per la qual corre o s’extén alguna cosa, i, per això, ’el que s’extreu d’aquí, o ’del que s’estèn o corre’, que és quelcom que va en un sentit, la línia recta, la direcció del corrent, i, per tant, tot allò que no es torç, que no s’eixampla, sinó que produeix una línia, una forma, una rigidesa, i, en conjunt “rígid” és el que està extret de la forma, de la recta, de la línia’. Després tornarem a parlar d’aquesta arrel al parlar del verg “dirigir”.

La tercera paraula, “dígit”, ’dit’, respona a l’arrel “dic”, formada com en tantes altres paraules amb l’arrel-morfema “ic”, més la “d”, amb el sentit d’’allò que sobresurt’. De fet el “dit” és quelcom que com una de les parts de la mà, sobresurt i es extret de l’interior del palmell de la mà. El primer morfema “d” pot ser provinent de l’arrel “it”, que actua també com a morfema, i que aquí faria la funció de pronom per referir-se a la mà, o lloc del qual s’extreuen els dits.

La quarta, “nítid”, parteis de la base o arrel “nit”, amb també reduplicació de la mateixa arrel-morfema “id”, aplicat al fonema “n”, definit com ’la matèria primera’, de la qual sobresurt del seu interior, com forma d’explicitar la transparència de la matèria interna, i en conjunt ’allò que està net, que sobresurt de l’interior’, ja que l’absència de brutícia o materies extranyes fa que es pugui veure el seu interior clarament.

La quinta paraula és “lícit”, que ens porta a l’arrel “lic”, amb una “c” de so “s”, en lloc de la “c” de valor fonètic “k”. Tornem, doncs, a l’arrel “is”, que hem vist reiteradament, i que defineixo com ’allò que surt o neix de dins’, més la “l” com morfema ja conegut amb el significat de ’costat, manera, part’. En conjunt, “lis” seria allò ’que surt de dins del costat’, surt de l’interior d’una forma, d’una manera o aspecte, i d’aquí que sigui referit a allò que surt amb l’aval i d’acord amb una forma, una llei, un model, un reglament. D’aquí que “lícit” sigui el que està o ha nascut d’acord amb una forma, una part, un costat, un aspecte.

La sexta correspon a la paraula “límit”, de l’arrel “lim”, que es compon amb l’arrel “im” més el mofema “l” que hem vist abans, en l’anterior paraula. “Im”, que també actua com a morfema vol dir ’el que es despèn de l’interior’, més la “l”, amb el sentit de ’costat’, i per tant, en conjunt “límit” seria ’el que sobresurt o està desprès de l’interior del costat’.

La sèptima, “tímid”, conté l’arrel “tim”, que dona paraules derivades com “temor”, “timpan”, “timbal”, etc. El seu significat, al igual que “lim”, es forma amb el morfema arrel “im”, més la “t”, com representació d’allò que sobresurt, i, per tant, dona el significat a tot allò que’es despèn de l’interior d’allò que sobresurt’, i que unit al morfema “it”, vol indicar ’el que està separat, caigut d’alguna cosa que sobresurt’.

Ja per últim tenim la paraula “fínit”, on “fin” ja és de per si una paraula, “fí”, definida com el que està a l’últim d’alguna cosa, a l’acabament. La seva composició es basa en l’arrel “in”, com ’matèria interna’, més el fonema “f” que s’associa a fonemes labials (b, p, ...), i que té el sentit de ’separació’. Així, doncs, es la matèria interna d’allò que se separa, és a dir, aquella part on alguna cosa s’acaba, se separa la seva identitat d’altres identitats contigües. El “finit” correspon al que ’està caracterítzat per estar limitat, tenir fins i confins que marquen el seu extrem del seu cos, l’acabament i separació dels altres ents.

 

  1. PARAULES AMB ELS MORFEMES “IL” I “IM”.-

 

Amb el morfema “il” trobo tres paraules. La primera d’elles té l’arrel “di-fic-” , un cop extret el morfema “il”. En ella trobem un prefixe “di-”, amb el significat de ’dos’, o de sentit invers o oposat, contrari fins i tot, com en tantes paraules on “di-” proposa un sentit contrari al verb que acompanya: “di-sentir”, o “di-ferir”, però molt cops aquest prefix només reforça el sentit del verb, que ja de per si comporta un moviment de sortida: “di-manar”, “di-gerir”, o “dilatar”. “Di” a diferència de “dis” prefixes ambós molt similars, crec que tenen diferents arrels: en el primer la “i” se referiria al morfema personal “i” que trobem associat a tants pronoms personals: “m-i”, “t-i”, “h-i”, “l-i”, etc., i en el segon cas trobem l’arrel “is”, amb el significat de ’sortir de dins’. “Di” seria el nom llatí abreujat de dos, que en contacte amb alguna altra paraula vol donar el sentit de separació en dos sentits oposats. L’arrel bàsica de “difícil” seria “fic” amb una “a”, que segons senyala Joan Coromines en el seu Diccionari Etimològic de la Llengua Catalana, la vocal interna breu es torna interna, per tant es transforma en “i”, un cas rar de l’evolució fonètica, però que he de reconèixer atesa la clara filiació de la paraula de la primitiva “fàcil”, especialment atenent al seu valor semàntic. El significat de la paraula en conjunt seria el de sentit contrari, oposat, al de “fàcil”, essent fàcil un adjectiu derivat de l’arrel “fac”, amb “c” de so “k”, i el significat de ’extracció exterior de la separació’.

Una segona paraula és “missíl”, paraula estranya en la literatura antiga, ja que es un producte de l’armament modern. No obstant sembla provenir d’un participi llatí del verb “mittere”, ’enviar, dirigir’, que faria “missus”, ’enviat’. Per tant el “missil”, seria la característica interna d’allò que es pot enviar, encara que aquí crec que també hi cap l’arrel “mis”, com ja hem vist al parlat de “místic”, amb una arrel molt clara, “is”, que es conjugaria junt a “m”, morfema que té la significació de desprendre’s, i, per tant, sortir d’allo que es desprèn. Aquest significat oposat coincidiria amb algunes paraules angleses on “mis-” presenta aquest sentit contrari o negatiu: “mis-count”, ’contar malament’ o “mis-direct”, ’enviar pel lloc equivocat’.

L’última paraula d’aquesta mini-sèrire és “sigíl”, és a dir, la caracteristica interna d’allò que és “sig-”, on aquesta arrel es pot descomposar en “s-ic”, on el morfema “s” , potser resultat evolutivu d’un anterior “(a)s”, voldria dir el que surt o es forma a l’exterior’, i per tant “sic” seria ’l’extracció interna de la part externa, de la superficie’, tal i com era la forma de gravar el signes, extreient parts en la superficie de una pedra, fusta o argila. De fet els diccionaris defineixen el “signe” com una marca, un senyal, que coincideix amb aquest sentit de gravar, fer incisions en la superficie, com es feia en la terracota “sigillata” dels romans, és a dir, gravada. D’aquí que el fet de gravar ha quedat com un símbol d’alguna cosa secreta que només saben els que coneixen aquells signes.

En una segona part passo a analitzar una sèrie petita de tres paraules amb el morfema “im”, amb el sentit d’allò que ’es desprèn de l’interior’. Precissament per ser una cosa que surt de l’interior, dona nom a les parts que es fan d’una unitat, com són: décím, centéss-im, milèss-im, etc., alhora que de paraules superlatives que afegeixen un infix “is”, que li dona el sentit d’abundant.

La primera paraula és “mín-im”, d’una arrel “min-” de la qual sorgeix moltes paraules, com: “menys”, “menor”, “ministre”, “minvar”, etc. El seu valor semàntic li dona l’arrel “in”, que vol dir ’matèria’, per la “n”, ’interna’, per la “i”, més la “m-” inicial que ja hem vist vol expressar la ’caiguda o desprendiment’. Per tant, “min” representa una cosa interna que es desprèn, que cau, tal i com es la “mina”, material intern que s’extreu de dins de la terra. “Min-ím” seria la part d’aquesta cosa interna en una de les seves parts que cauen, per tant un part d’una cosa ja de per si petita.

La segona paraula és “fin-íss-im”, amb dos morfemes junts: “is”, amb el sentit de tot ’allò que surt de dins’, més “im”, o part que es desprèn, que accentua el seu valor a l’anar junt a “is”, que li dona un sentit global de coses que surten, essent “im” la part interna i petita que es desprèn. Aquesta duplicació fa que se li dongui un sentit superior respecte a l’arrel “fin”. Aquesta arrel equival a la paraula “fí”, que abans he definit al parlar de “finit”. De fet els diccionaris prenen “fí” del mateix origen en les seves dos accepcions: “finalitat”, i “primor”. De fet “fí” le he definit com la ’matèria interna que se separa’, el que també vol expressar l’aprimament que pateix el contingut o matèria interna quan es perd, en un procès d’aprimament. La definició per ambdós procesos seria el mateix, encara que pugui semblar dos coses amb origens diferents.

Per últim, la tercera paraula escollida és “riqu-íss-im”, un altre superlatiu sobre l’arrel d’origen got “reik”, ’poderós’. Cal recordar que el gòt era un poble germànic, per tant de llengua germànica. Crec que malgrat ser l’arrel originària “reik”, podem veure el materix morfema-arrel afegit a l’arrel, “ic”, que actua també en l’alemany i, per tant en totes les llengües germàniques, amb el sentit que ja hem analitzat en “ik”, és a dir, ’extracció interna’, el que li dona una especial idoneitat per formar adjectius. Però ens quedaria l’arrel “r-” o “re-”, que crec tenen el mateix significat: ’extensió’, o millor ’límit d’origen de l’extensió’, tal i com es dona en el nostre prefix “re-”. D’aquí que aquesta arrel “re-” vulgui donar el sentit d’allò que s’extèn, i per tant el qui posseeix aquesta extensió és la persona poderosa, que té una gran extensió, en el sentit més ampli de la paraula (força, poder, etc.).

 

  1. PARAULES DE SIGNIFICAT MINERAL.-

 

Altres paraules soltes són: “vitri”, del llatí “vitreum”, ’objecte de vidre’, adjectiu derivat de “vitrum”, ’vidre’. La terminació “eo” sembla estar emmudida degut a que les “o” finals de les paraules el català les emmudeix, quedant un morfema “i” que deu ser l’evolució de la “e” de “eum”. Aquesta “i” l’haurem d`interpretar, doncs, com un morfema adjectiu del llatí, potser amb un valor semàntic als altres morfemes que he analitzat (ic, im, il, id). L’arrel “vitr-” podria tractar-se d’una contracció d’una paraula anterior “viter”, que al seu temps podria ser la conjugació de tres arrels: “(a)b·”, am el sentit de ’separació de l’exterior’, més “it”, ’allò que sobresurt’, més “er”, ’el que corre pel límit’, o més col·loquialment, la ’partió o frontera’. Així, doncs, definiria el “vidr” com ’límit que sobresurt de dins de la separació externa’, potser per ser una definició del procès de formació del vidre en refredar-se i coagular-se, i prendre en la seva superfície aquesta textura cristalína, pròpia del vidre.

Molt en consonancia amb l’anterior, tenim l’element “liti”, un mineral molt lleuger (el tercer de la taula d’elements) però que té aspecte més o menys metàl·lic. El seu nom el pren del grec “litos”, ’pedra’, i ha estat un nom científic, que també dona nom a paraules cultes o científiques (litografia, neolític, ...). A l’igual que el “vitri”, “lit-i” pren el morfema llatí “eo”, per deixar en català el morfema en només “i”, típic dels adjectius llatins. L’arrel “lit” sembla estar formada per una arrel “(a)l”, ’costat exterior’, que hauria perdut la “a” inicial, més “it”, que ja sabem dona nom a ’allò que sobresurt’. Per tant, en conjunt, vol indicar allò que sobresurt del costat exterior, ja que les pedres solen ser fragments de les roques que afloren a l’exterior. Per tant la pedra no deixa de ser l’aflorament, la part sobresortint dels llits de roca més superficials.

La tercera paraula, relacionada amb les anteriors, és l’element conegut com a “silici”, nom també culte i científic, que prové de la paraula llatina “silex”, ’pedra dura’, que l’home devia utilitzar com a eina i com element per produir xispes i foc, per tant un tipus de pedra molt preuat i buscat. Analitzant el nom, “silici”, podem extreure l’última “i”, com el morfema adjectiu analitzat en les anteriors paraules. La seva arrel estaria formada per tres subarrels: “(a)s”, “il”, i “is”, ja que la “c” tindria aquesta so de “s”. Analitzant-les en sentit contrari, tenim: “is” com ’allò que surt de dins’, més “il”, com el ’costat intern’ més “as” amb el sentit de ’format a l’exterior’ o ’la cara externa’, que podria definir a aquesta pedra com: el que surt del costat intern de la superficie, ja que solen ser pedres que no es troben facilment, sinò que cal extreure-les o esperar que surtin de l’interior d’altres roques, o de la superficie del terra. “As” és una arrel que, de vegades, s’associa a les roques, donant termes amb “as-”, amb “atx” o amb “aitz”, tots ells amb el sentit de roca o pedra.

Ja per acabar aquesta sèrie dedicada, per casualitat, a les roques i pedres, tenim la paraula “mini”, ’mineral’ i d’aquí el seu nom, que produeix color roig per ser un òxid. Per tant, “mini” és un adjectiu de “mina”, i no un nom primitiu, sinó totalment derivat d’aquest nom que hem analitzat al parlar de la paraula “mínim”. La “mina” de fet es refereix al material intern, “in”, que és produit, aquí potser s’escau millor que “caigut”, o simplement que es troba a l’interior de la terra. D’aquí que a un dels minerals extrets se li hagi donat el nom de la “mina”, el “mini”.

 

Dos paraules, un tant estranyes, una per ser culta, “bilis”, i la segona per ser de nula utilització i de tradició arabo-turca, “visir”, representen una difícil interpretació en el seu entronc del significat d’”i” i la de la paraula en conjunt. La primera és una traducció culta directa del llatí, ja que el nom vulgar de “bilis” seria “fel” en català. Es tracta d’un líquid orgànic que s’emmagatxema en la vesícula bilitar, i potser per això, per tratar-se de reunir en aquesta mena de bosseta el líquid també anomenat “bilis”, es podria referir a l’arrel “bil”, que en basc té el significat de ’reunir, aplegar’, cosa que coincideix a la perfecció amb la realitat d’aquesta substància i la seva localització, agrupada, reunida en una bosseta. “Bil” el podem descompondre en les arrels primàries “(i)b” i “il”, és a dir, ’el costat intern de la separació’ per a “ib”, amb la suposició que la “i-” inicial s’ha perdut, com tantes altres vocals inicials, i ’el costat intern’ per la segona, i en conjunt ’aquella part interna on interiorment se separa’, tal i com passa en qualsevol agrupació que fem d’elements.

Visir” podria tenir un nom en composició similar als de “vi-rei” o “vice-president”, en el sentit de que “bi” vol dir el ’segon’, el segon cap, per sota del càrrec que acompanya. “Bi”, número dos en basc, es compon bàsicament del fonema “b”, ’separació’, més el fonema nuclear “i”, amb el caràcter de pronom personal, com ja hem vist en d’altres paraules. Això coincidiria amb el seu valor semàntic del truc”vezir”, ’ministre’, provinent de l’àrab “wazir”, ministre, derivat del verb “wazar”, portar una càrrega. Personalment crec que la transcripció vocàlica de l’àrab fa despistar als filòlegs, i cal trobar el significat en base a una arrel amb “i”, que seria la etimologicàment original “bi-sir”. “Sir” podria ser una paraula pareguda als “sha” de Persia, o al “zar” rus, amb el sentit de ’senyor, rei’, que alguns autors creuen derivada del nom de “Cèsar”, amb pèrdua de la primera síl·laba. Tan si és un l’origen o un altre, sembla clar que “sir”, ve a referir-se al ’senyor, ministre o rei’.

 

Ja per acabar, tocaré una sèrie de verbs on la vocal “i” integra totes les seves vocals, ja sigui en la seva arrel o en els seus morfemes. En primer lloc la forma verbal del present de subjuntiu del verb “ser”, “sigui”. El verb “ser” pot tenir vàries formes: “ésser”, “ser”, ... o en d’altres idiomes paraules tan dispars com “to be”, anglès, “izan”, basc, o “etre”, en francès. Malgrat semblar que la seva arrel és amb “e-” hi ha molts motius per pensar que l’original i primària era amb “i”, o sigui “is-er”. De fet el verb català “ixer”, ’sortir’, podria ser un verb clònic de “ser”, ja que significa ’sortir’, tal i com crec que també significa el “ser”. Aquest verb s’associaria, doncs, amb ’nèixer’, ’sortir’, i molt probablement amb ’viure’, ja que el verb basc “bizi”, ’viure’, però també ’viu’, conte en la seva arrel dues subarrels primàries: la “b” inicial, que es relacionaria amb formes verbals del verb “ser” amb “f” o el mateix infinitu anglès “be”, el que li dona el sentit de ’separació’, i una segona arrel “iz”, coincident amb el verb “izan”, ser o estar, que encara que amb irregularitats conserva aquesta arrel “is”, a l’igual que la tercera personal del singular del verb anglès “to be”, “is”, ’és’. Aquesta “i”, en determinades formes verbals, es torna a recuperar: sigui, sigueu, siau, etc. La “g” o “k” és el morfema típic del mode subjuntiu, ja que dona al verb o arrel verbal amb la que es conjuga el sentit de quelcom que es pot fer, que és possible, perquè no és un temps real, sinó possible, que es pot fer, i expressa una suposició més que una realitat. La “i” final, com ja he dit abans, expressa la persona en general, com un pronom personal genèric, que també el trobem en: l-i, m-i, t-i, h-i, etc. Això, més el significat de l’arrel del verb “ser”, “is”, amb una “i” posterior afegida que ens dona la pista del seu origen amb “i”, tenim un significat conjunt de ’aquell que pot sortir o ser’.

 

Un altre verb és “distingir”, compost pel prefix “dis-”, molt relacionat amb “is”, amb la “d” inicial com pronom al que afecta l’arrel “is”. “Dis” pren, doncs, un sentit de quelcom que surt del verb que acompanya, la qual cosa reforça el sentit de moviment del verb que acompanya, com en “dis-treure” o “dis-córrer”, o donar-li un sentit oposat i contrari al del verb: “dis-locar”, “dis-parar”, etc. En els verbs amb infinitiu, quan són de la 3a conjugació el morfema verbal, és amb “i”, per tant, fa “-ir”. Segurament té algun sentit el fer l’infinitiu amb “i”, però desconec quins podrien estar les raons d’aquest ús.

L’arrel del verb “distingir” és “ting”, molt similar a l’arrel, i potser és procedent, de l’arel del verb “tenir”, que malgrat el seu so en “e” a l’infinitiu, és conjuga en moltes de les seves formes amb “i” (tinc, tingui, tingut, etc.). L’arrel “tin” està formada per l’arrel primària “in”, ’matèria interna’, més el fonema “t”, que com la “d” actua com pronom, o potser, com abreujatura de l’arrel “at”, amb el sentit d’obetura, i per tant “tin” és la ’matèria a l’interior de l’obertura’. “Tinc” té una “k” afegida a l’arrel que li dona el sentit d’extracció de les coses que es troben a dins, i, per tant, el poder destriar el contingut intern que s’acumula en un recipient o obertura.

Ja per últim, el verb “dirimir”, amb el prefix “di-”, i un morfemar d’infinitiu verbal de la 3a conjugació “-ir”, com en l’anterior verb. “Di”, prefix molt similar a “dis” reflecteix el número dos, com aquell número que sobresurt d’una cosa però en sentit contrari, és a dir, el doble sentit d’un vector, el sentit contrari d’una cosa, i d’aquí el sentit de moviment en contra, com en “di-ferir”, o “di-latar”. Aquí la “i” de “di” pot tenir el mateix origen i sentit que les “i” que acompanyen a tants pronoms personals: m-i, t-i, s-i, etc., i també en alguns prefixos de numerals: b-i, tr-i, quatr-i, etc. La resta és l’arrel “rim”, amb una subarrel “im”, que com ja hem vist significa ’allò que cau o es desprèn a l’interior’. La “r” inicial sembla correspondre a la pèrdua de la vocal “e”, amb la qual formaria la subarrel “er”, amb el sentit de tot allò que s’inicia, que corre a l’inici d’una cosa, en el seu límit de començament. En conjunt “rim” seria ’allò que cau a l’interior d’un límit, de l’inici d’alguna cosa’, i que junt a “di” li dona el sentit de donar suport a una de les dues opcions, de recaure en una de les dues bandes d’un dilema, en un dels dos exrems d’una situació bipolar.

 

 

 

  1. 30 PARAULES MÉS DEL LÈXIC BASC, I 30 MÉS DELS LÈXICS ANGLÈS I ALEMANY.-

 

He analitzat 30 paraules formades totes elles per la vocal “i”, amb unes explicacions plausibles sobre la seva relació amb el valor semàntic de la “i” a través de les arrels i subarrels on la “i” es troba insertada. En totes o quasi totes es fa palesa la evidència del sentit de la “i”: lo petit, lo intern, lo inferior, etc. Però ens cal pregunar-nos: aquesta constatació es pot realitzar i extrapolar a d’altres idiomes, diferents per no ser d’origen llatí? Crec que si i he fet aquesta recerca en altres dos llistes de paraules en llengües com la basa, no indoeuropea, i en les alemana-anglesa, d’origen no llatí, sinó anglesaxó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

SOBRE ELS DUBTOSOS ORIGENS LLATINS D'ALGUNES PARAULES

Segons la Real Acadèmia Espanyola, certes paraules que estan evidentment relacionades entre elles, tenen un origen en la paraula llatina “rotulus”, ‘cilindre’, paraula que és un diminutiu de la llatina “rota”, ‘roda’, per tant la traducció literal seria ‘rodeta’. Bé, d’aquesta paraula provenen, seguint a la RAE, paraules com “rotlle”, “enrollar”, “rull”, “rul”, “ruixar” o “arruixar”, i les castellanes “arrojo”, “arrollar”, “desarrollo”, “rulo”, “ruleta”. Aquestes dues últimes (rulo i ruleta) van estar introduïdes des del llatí a través del francès “rouler”, ‘rodar’. En la paraula catalana “ruixar”hi ha disparitats d’opinions entre els filòlegs: a més de “rotulus” i el verb presumptament derivat de “rotulus” “rotulare”, ‘fer rodar’, alguns autors pensen que podria provenir de la també llatina “roscidare”, ‘cobrir de rosada’. De fet els significats de “ruixar” o “arruixar”, a més del de ‘cobrir de rosada’, són els de ‘caure’ (un ruixat de pluja), ‘deixar caure’, ‘llançar’, ‘esbojarrat’, etc. Per tant, no sembla clara la seva etimologia.

 

Una altra paraula castellana molt similar a les anteriors “arrojar” i “arrollar” és “arroyo”, amb “y”, que, seguint sempre a la RAE, prové del llatí “arrugia”, que vol dir ‘mina d’aigua’ i ‘torrent’. Però per la seva fonètica i pel seu significat semblen estar molt pròximes entre elles.

 

La meva pregunta està en si l’origen d’aquestes paraules cal trobar-la en “rotulus” o en una arrel més antiga “rol” o “rul”, ja que es troba present en moltes altres llengües no llatines (anglès, rus, alemany, etc.), i té un significat molt més ampli que la simple roda. Hi tinc dos motius per qüestionar aquest origen: el fonètic, ja que veig difícil l’evolució de “rotulus “ a “ro(t)ul”, amb pèrdua de la “t” intervocàlica, cosa ni habitual ni lògica, ja que al costat tenim paraules derivades de “roda” com “rodolar”, “rodet”, “rodilla”, etc. I un segon argument en el significat semàntic, ja que el concepte de “arrollar”, per exemple, no implica cap roda, ni tan sols donar voltes, però si una força que sorgint d’un mateix empeny cap a fora, es desenvolupa cap a fora, com qualsevol cosa que es llançada i va donant voltes per la superfície. D’aquí, potser, que la roda fos una conseqüència d’aquest efecte de “rul”, i no el seu origen. De “rutlle”, amb una “t” proteica, pot evolucionar a “rutie” i “ruta”.

Per demostrar una mica la presència d’aquesta arrel "rul" en altres llengües passo a detallar les paraules que crec que en altres llengües tenen a veure amb ella, i no amb la paraula llatina "rotulus":

RUS.-

Rul-on: rotlle, rull

Rul-ati: passejar

K-rugl-in: rodó

K-ruf-iti: rodejar

K-rug: roda, rotllana, enrotllar

K-rut-ites: rodar

K-rug-oboe: rotació

Ul-ida: rua

ANGLÈS.-

Roll: panet, rotllo, rodet, llista, i amb certs afegits: llançar, arromangar, circular, rodolar, tornar, baixar a un nivell posterior, tornar enrere, escolar-se, girar-se, etc.

Role: paper, rol, càrrec

Rule: regla, regle

Ruler: regla, governant

 

ALEMANY.-

Rollen: rodar, arrollar, alisar

Roller: monopatí

Rolle: politja, rotlle, rodet, part, paper teatral

Rollgeld: camionatge, acarreig

Rolltreppe: escala mecànica

Rollfeld: pista d’aterratge